En Body Double, Jake es un actor de películas de terror que un día descubre a su mujer con su amante. Tras abandonarla, se instala en una lujoso apartamento que le ha dejado un compañero. Desde allí ve cómo cada noche una mujer desconocida monta un pequeño y morboso espectáculo en su vivienda.

  • IMDb rating: 6.8
  • RottenTomatoes: 77%

Película / Subtítulo (Calidad 1080p)

 

Por algún sitio he leído a propósito de Body Double que “su imperfección me gusta”. Suscribo tan atinada expresión. Además, enlaza con la «imperfectamente» inmejorable opinión que tengo del cine de Brian De Palma. Porque si ha habido un cineasta de prestigio vapuleado en los últimos –no así al comienzo de su carrera- treinta años… ha sido éste. Aunque me parece que el tiempo corre a su favor y trabajos tan desconsiderados en su momento como Scarface, Carlito’s Way y Blow Out o el que me ocupa, comienzan a ser descubiertos por nuevas generaciones ávidas de un cine que entremezcle, como el suyo, tremenda diversión y legítima cinefilia por los cuatro costados, sin que ello evite el análisis sobre diversos asuntos.

Uno de esos asuntos bien pudiera ser el voyeurismo, presente en una gran parte de su obra y que en Body Double llega a uno de los momentos culminantes de esa trayectoria. Pero acaso ¿qué es el cine sino un ejercicio fisgón, de entrometidas miradas? Aquí se concretan en el personaje de Craig Wasson y esas sesiones de telescopio en las que curiosea a su vecina “stripper”, algo a lo que no somos nada ajenos los espectadores. Llegados a este punto, habrán podido deducir que las referencias a Hitchcock son inevitables y evidentes, algo de lo que también ha sido acusado el italo-americano. Pero también en esto disiento, porque claro que lo son, pero él las pervierte y actualiza convenientemente, regalándonos algo que le estaba vedado al “mago del suspense”, generosas dosis de erotismo y amoralidad. Rear Window y Vertigo son en esta ocasión sus modelos de partida.

De Palma, al que en 1984 nominaron al peor director en los Razzie –los anti Oscar- por esta película, vuelve a dar toda una lección de manejo de cámara y puesta en escena. Utiliza a su conveniencia el mundo de los trucajes en todos los sentidos posible. Ejemplares travellings alternan con esos planos-secuencia marca de la casa. Y reflexiona sobre la falsedad del cine y de nosotros mismos. De paso, nos regala un buen puñado de secuencias fastuosas, como la de la compra de bragas, la del crimen, la bajada de escaleras de Wasson al ritmo del “Relax” de Frankie goes to Hollywood o la de la playa con el intento de asesinato de Holly. Sus dos horas están salpicados de momentos afortunados, de los que tensionan y de los que te relajan. Porque se van a encontrar de todo por el mismo precio: crímenes, sexo, intriga humor, fetichismo y cien elementos más.

La gran actriz Melanie Griffith borda su personaje. En esta ocasión con justicia, ella sí fue reconocida el mismo año de su estreno, recibiendo sendas nominaciones a la mejor actriz de reparto por parte del Círculo de Críticos de Nueva York y los Globos de Oro.

La música del inconfundible Pino Donaggio, émulo del igualmente “hitchcockiano” y grandioso Bernard Herrmann, pero adaptada igualmente a los tiempos del momento, contribuye generosamente a crispar un poco más los nervios.

Y comprobarán que antes de Buried y de Kill Bill, aunque después deThe Premature Burial, ya se practicaban las intentonas de enterramientos en la gran pantalla.

Body Double es otra de esas tantas confesables pasiones que adoro por su desfachatez, amoralidad y saludable carácter auto paródico… sin renegar en ningún momento de la seriedad del tremendo folletón psicopático que es. También por su guión desmelenado, delirante, por momentos deliciosamente surrealista.

Muy pero que muy divertida… y generadora de terror, de pánico, a la vez. ¿Quién da más? (Jose Luis Vazquez – CiudadRealDigital.es)