En City on Fire un policía encubierto se infiltra en una banda de ladrones para organizar un robo a una joyería.

  • IMDb Rating: 7,1
  • RottenTomatoes: 92%

Película / Subtítulos (Calidad 1080p)

 

Se ha hablado largo y tendido de un film como Reservoir Dogs, la magistral película que dio a conocer mundialmente a Quentin Tarantino, ahora noticia en nuestro país gracias al estreno de su última tomadura de pelo. Y si bien ya a estas alturas habréis deducido muy fácilmente que no soy ningún fan de este señor, rompo una lanza en su favor (que ya sé que no lo necesita) y defiendo a muerte su ópera prima, sobre la cual algunos no se cansaban de repetirme una y otra vez que no era más que un plagio de un film hongkonés titulado City on Fire y que había dirigido el «prestigioso» Ringo Lam.

Una vez vista la película, se puede ver una clarísima influencia de esta película sobre la primera que dirigió el señor Tarantino. Pero de ahí a decir que es un plagio entero, creo que hay un camino muy largo. Tal vez algunas escenas, curiosamente las más esenciales, son demasiado parecidas, y aquí no quiero dar más detalles por eso de no fastidiar al personal que aún no ha tenido oportunidad de ver City on Fire. Que tal vez si no existiese el film oriental no se habría hecho el otro, vale, puede ser. Pero sinceramente creo que el film norteamericano es infinitamente superior al que nos ocupa.

La película narra cómo un policía se infiltra en una peligrosa banda de ladrones a los que nunca dan pillado. Desde dentro intentará desbaratar todos los planes de los ladrones, algo que se irá haciendo cada vez más difícil, ya que ocurrirán cosas imprevisibles para nuestro protagonista, quien estrechará lazos de amistad con uno de los integrantes de la banda.

City on Fire se mueve a caballo entre la comedia y el cine de acción, y si bien en lo primero logra con creces su cometido, realmente la película se centra en lo segundo, que para un servidor es lo que más flojea en todo el conjunto. La culpa indudablemente es de Ringo Lam, quien filma unas escenas de acción realmente torpes, algunas de las cuales provocan risa por lo mal expuestas que están, o simplemente porque lo que vemos en pantalla no nos resulta creíble en ningún momento. Afortunadamente, Lam, acierta en una cosa al respecto de estas escenas, y es que no satura al film con ellas.

Es en el resto de cosas donde esta película gana enteros para sorpresa y deleite de los aficionados. Y particularmente me quedo con su sentido del humor, el cual hay que atribuírselo en gran medida a su protagonista principal, Chow Yun-Fat, quien se marca un verdadero recital con su personaje, un policía que está harto de ser policía, porque él lo que quiere es vivir la vida sin preocupaciones de ningún tipo. El actor le infiere al personaje tantos matices, que éste no termina de sorprender durante toda la proyección, logrando que nos caiga mal, luego bien y viceversa. Cito por ejemplo, las veces que el personaje se acerca a mujeres, las cuales reaccionan según las circunstancias, y él se comporta de forma estrafalaria. Sus gestos y posturas son todo un cachondeo, llegando a comportarse casi como un payaso, algo que combina muy bien cuando el personaje se pone serio o dramático, y el actor simplemente lo borda.

Lam logra un film muy entretenido, aunque lamentablemente no juega todas su bazas con éxito. Sin ir más lejos el antagonismo de dos de su personajes podría estar mucho más exprimido, jugando con el tópico de la amistad traicionada. En lugar de centrarse en ello con más fuerza, sólo le da un par de pinceladas en su parte final, logrando que echemos en falta un poco más de entrega en ese aspecto.

Para los que hayáis visto City on Fire, coincidiréis conmigo en que cierta escena de pistolas cruzadas fue literalmente copiada por don Quentin en el film antes comentado. Ciertamente el parecido es descarado, tanto en el contexto como en la situación, aunque los caminos recorridos sean distintos. Aquí la escena me resulta más directa, quizá menos efectista, y tal vez más dramática. No obstante, sería un juego bastante divertido el poner las dos escenas de las películas en dos televisores e ir viéndolas a la par, para ver sus grandes semejanzas y sus pocas diferencias.

Una correcta película, que de no ser por las bochornosas secuencias de acción, estaríamos hablando de un título imprescindible. Aún así, uno se lo pasa relativamente bien mientras la ve, sobre todo con su personaje central, una auténtica delicia de personaje, que levanta él solo la función logrando que le cojamos un cariño especial. (Alberto Abuín – Espinof.com)