Confessions of a Dangerous Mind es la historia de un famoso empresario del mundo del espectáculo de doble vida -productor de televisión de día, asesino de la CIA por la noche-. En lo más alto de su carrera, Chuck Barris fue reclutado por la agencia gubernamental americana para convertirse en uno de sus agentes.

Oso de Plata al Mejor Actor (Festival de Berlín 2003)

Mejor Guion y Premio Especial (National Board of Review 2002)

Mejor Guion (Critics’ Choice Awards 2002)

Mejor Intérprete Revelación (Asociación de Críticos de Chicago 2002)

  • IMDb Rating: 7,0
  • Rotten Tomatoes: 79%

Película / Subtítulos (Calidad 1080p)

 

En la primera escena un hombre desnudo contempla la televisión, de pie, en la habitación de un hotel. Es Chuck Barris, posiblemente el creador de los concursos de parejas contemporáneos (del tipo Vivan los Novios, Contacto con Tacto, y cosas así­). Vendernos la historia de que este hombre fue, durante veinte años, uno de los mejores asesinos profesionales de la historia de la CIA deberí­a ser la principal dificultad con la que se enfrentan George Clooney, en su debut en la dirección, y el superguionista Charlie Kaufman (Adaptation, Cómo Ser John Malkovich).

He dicho deberí­a porque una vez vista la pelí­cula no da en ningún momento la sensación de que haya existido alguna vez el problema de combinar esos dos mundos tan dispares. Ahí­ está la clave que convierte a Confessions of a Dangerous Mind en la peli que es. Porque es muy buena. No es genial, pero es muy buena. En realidad, sufre del tremendo problema que tienen muchas de las pelí­culas de Kaufman: es tan inteligente, tan astuta, tan creativa, que muchas veces se pierde el contacto con los personajes, con el toque humano. George Clooney equilibra la balanza con una dirección que, a pesar de ser visualmente bastante impactante, presta mucho cuidado a los detalles y a la evolución de los personajes.

En mi opinión, lo mejor de Clooney es lo bien que marca el tono de Confessions of a Dangerous Mind. No es una comedia, pero tampoco es un drama, ni mucho menos. Es la historia de un hombre que no es realmente peligroso, pero sí­ tremendamente complicado, como el resto de personajes que le rodean. Sam Rockwell, en el que es posiblemente la mejor interpretación en lo que vamos de año, realiza una creación que supera las limitaciones del personaje, y devora la pelí­cula. El resto de actores, deliberadamente, se encuentran en un perfil bajo para dejar que se luzca a lo grande.

Desde la década de los 40 a los 60, con la explosión de la tele, Barris no solo desarrolla una nueva forma de entender las relaciones de pareja, sino que las hará públicas, al alcance de todo el mundo con su programa «El juego de las citas»: parejas que se entremezclan entre sí­ de una forma tan arbitraria y frí­a como las relaciones que tiene el propio Barris con las mujeres. Un hombre tan vací­o por dentro que se convierte, debido a su personalidad infantil y a su carencia de escrúpulos, en el asesino ideal. Ambas líneas narrativas están muy cuidadas, y Kaufman las relaciona de una forma brillante: Barris acompaña a las parejas ganadoras a destinos exóticos mientras realiza sus encargos para Jim Byrd (George Clooney), su jefe y mentor.

Cuando es una comedia, es muy divertida (lo mejor, el perí­odo de entrenamiento de Barris). En su trama de espionaje, es relativamente interesante (sobre todo con la aparición de un doble agente que amenaza la vida de Barris) pero obstaculizada por la presencia de Julia Roberts, que no lo hace mal pero está un poco metida con calzador. Y cuando es un drama romántico, los intentos de convertir a Barris en un ser humano con problemas emocionales solo se resuelven con la presencia de Drew Barrymore en pantalla, en su mejor papel desde E.T. En definitiva, una de las mejores propuestas del verano cinematográfico. Clooney promete maneras.

Un último apunte, atención a los cameos de Brad Pitt, Matt Damon y a la breve, pero espléndida interpretación de Rutger Hauer, que muy pronto puede volver a estar arribita del todo. (Rafa Martín – lashorasperdidas.com)