En Das Experiment varios hombres llegan a una cárcel ficticia buscando una forma rápida de ganar dinero fácil. Ahora sólo buscan la manera de sobrevivir. Todo empezó como un experimento científico protagonizado durante dos semanas por veinte hombres que cobrarían por su colaboración 4.000 marcos. El proyecto consistía en estudiar el comportamiento agresivo en un ambiente carcelario simulado. A los participantes se les asigna el papel de guardianes (ocho) o prisioneros (doce). Los prisioneros deben obedecer las órdenes, y los guardias deben mantener el orden. Pero dar a un hombre un poco de poder puede tener consecuencias insospechadas.

Mejor Actor y Mejor Actor Secundario (Premios del Cine Alemán 2000)

Mejor Director (Festival de Montreal 2001)

  • IMDB Rating: 7,7
  • Rottentomatoes: 72%

Película / Subtítulos (Calidad 1080p)

 

Oliver Hirschbiegel, el director de esa gran película que es ‘El hundimiento’ (2004) y que se quedó sin el Oscar a la mejor película extranjera en la ceremonia de 2005, nos entregó en Das Experiment otra destacada cinta filmada tres años antes que el ya citado film de la caída de Hitler. Das Experiment es una historia sobre el dominio, sobre cómo el poder (por pequeño y ridículo que sea) puede llegar a trastornar y transformar por completo al ser humano, llevándole a cometer actos que normalmente no cometería.

En relación a lo anterior, es obligado recordar, cuando se habla de esta película, algunas frases ya famosas de John Edward Emerich Dalberg Acton (1834-1902). Frases tales como: “Cuánto mayor es el poder que se ejerce mayor es la posibilidad de abusar” o “el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente”. Y esto es precisamente lo que podemos ver en este film. Aquí observaremos como una persona investida del ridículo poder que le da su rol de guardia, lo utilizará hasta la humillación… arrastrando en su delirio al resto de compañeros de grupo.

Tal y como expuse en la introducción, es importante subrayar que esta cinta está basada en hechos reales, concretamente se toma como referencia el experimento real llevado a cabo en el verano de 1971 por la Universidad de Stamford (EEUU). Allí los participantes universitarios se dividieron en dos grupos: presos y guardias. Contra todo pronóstico, el experimento tuvo que cancelarse a los seis días… debido a las conductas sádicas y tiránicas de los universitarios que actuaban en el rol de guardias, y a las depresiones que azotaron a los universitarios que hacían las veces de presos. Además, el film de Hirschbiegel parte también de la novela ‘The experiment-black box’ de Mario Giordano, autor que además colaboró en el guión.

Ahora bien, la influencia negativa del poder no es algo nuevo que nos descubra este film, la novela de Giordano o el experimento real… no, esto lo podemos ver a diario no sólo en los dirigentes que nos gobiernan sino también en casos más cercanos. Basta con que a un hombre o a una mujer mediocre, mental y humanamente, se le de una ínfima cantidad de poder para que los resultados sean lo más negativos posibles y su personalidad cambie por completo, hasta el punto de que la persona se termina transformando en un extraño para sus propios conocidos. Esto es algo que he podido comprobar, por ejemplo, en mi propia vida laboral, es increíble pero es así. El film de Hirschbiegel por ello no me es nada extraño, «simplemente» se limita a recrear lo que podría llegar a pasar llevando el tema al extremo provocado por un ambiente propicio para ello.

En Das Experiment se establecen una serie de reglas que los presos de la cárcel deben cumplir so pena de sanciones (la más dura ser encerrado en una caja negra de aislamiento, de ahí el título del libro de Giordano). Esas reglas son: Regla número uno: A los presos sólo se les llamará por el número que les ha sido adjudicado. Regla número dos: Los presos llamarán a los guardias “Señor guardia” cada vez que se dirijan a ellos. Regla tres: Cuando se apaguen las luces los presos dejarán de hablar. Regla cuatro: Toda comida que se sirva a los presos deberá terminarse sin excepciones. Regla cinco: Todas y cada una de las órdenes que demos los guardias será obedecida inmediatamente. Regla seis: El incumplimiento de las reglas acarreará un castigo.

Respecto a las actuaciones hay que decir que todo el elenco brilla a gran nivel, pero especialmente hay que detenerse en tres nombres: Moritz Bleibtreu, para el que va el papel de Tarek, el preso rebelde que será uno de los máximos provocadores del conflicto, al buscar en secreto un reportaje que le permita retomar su carrera como periodista. Christian Berkel se sale como el preso Steinhoff, un tipo calmado que también esconde lo suyo… Finalmente, de los guardias sobresale Justus Von Dohnànyi en el rol de Berus, el líder y el que termina asumiendo por completo su rol investido de una autoridad que llevará hasta más allá del límite.

En el apartado femenino destacan dos mujeres: Andrea Sawatzki como la doctora que supervisa la prueba, y Maren Eggert en el papel de Dora, una chica que Tarek conoce accidentalmente antes de participar en el experimento y con la que entabla un romance. Precisamente esta parte romántica no hay ninguna falta en esta clase de cinta y vienen a ralentizar claramente la narración principal.

Finalizo esta crítica de Das Experiment, una muy buena película que el público debería ver y, sobre todo, aprender de ella. Cerrando os dejo con estas reflexiones de Oliver Hirschbiegel: ”La crueldad más evidente es el fenómeno de la disposición a la obediencia. Esta forma de calibrar el comportamiento lleva rápidamente a la autonegación». “Otro nivel de crueldad es ver hasta dónde se puede llegar cuando la resistencia se está debilitando”. “Si la película induce a la gente a pensar sobre como reaccionaría en una situación o en otra, entonces he cumplido con mi objetivo, esto era el sentido del asunto”. (David González – cineycine.com)