Love & Mercy es una biopic sobre el músico y compositor Brian Wilson, fundador de los Beach Boys, sobre su influencia en la música, y sus problemas nerviosos que propiciaron su relación con el controvertido terapeuta Dr. Eugene Landy.

Mejor Actor (Premios Gotham 2015)

Mejor Actor y Mejor Guion Original (Círculo de Críticos de San Francisco 2015)

Mejor Actor y Mejor Uso de la Música (Asociación de Críticos de Boston 2015)

  • IMDb Rating: 7,4
  • Rotten Tomatoes: 89%

Película / Subtítulos (Calidad 1080p)

 

Últimamente hemos visto en el cine norteamericano un desbordado aumento de biopics, films que cuentan la vida -o algún pasaje desconocido-, de un personaje destacado o relevante. Tan sólo en los premios Oscar de 2015 compitieron por la estatuilla a la mejor película cintas como Código enigma (The Imitation Game, 2014), que narra un fragmento de la aportación al mundo del científico Alan Turing (Benedict Cumberbatch); o La teoría del todo (The Theory of Everything, 2014), que se inspira en las memorias de la esposa del físico teórico Stephen Hawking (Eddie Redmayne); también tuvimos El francotirador (American Sniper, 2014), la cual presenta la biografía del Marine SEAL Chris Kyle.

Este género es muy bien recibido por el espectador, ya que el solo hecho de presentar al público el lema “basado en hechos reales”, lo predispone a sorprenderse y admirarse de que eventos tan fuertes o interesantes puedan ser verídicos. A la gente le gusta reconocer a los héroes auténticos, a los personajes comunes con vidas extraordinarias. Le atraen las historias de vidas que se convierten en espejo de los deseos del colectivo, viviendo un aprendizaje en cuerpo ajeno.

En el ámbito musical se han realizado también un sinnúmero de biopics, entre los que tenemos a Ray (2004), que narra la vida de Ray Charles, o Walk the Line (2005), biografía de Johnny Cash. Por su parte, Love & Mercy, dirigida por Bill Pohlad (Old Explorers, 1990), es una película biográfica sobre la vida de Brian Wilson, compositor y cantante del popular grupo sesentero de pop rock, The Beach Boys.

Love & Mercy se sitúa en la década en la que dicha banda goza de fama y reconocimiento como el grupo más representativo del sueño americano y de la forma de ser californiana del momento. Los integrantes del emblemático grupo son los hermanos Wilson, Brian, Carl y Denis, su primo Mike Love y su amigo Al Jardine.

La película se centra en dos periodos, los años ochenta y veinte años atrás, y va de uno a otro constantemente, dejándonos ver la raíz y el porqué del comportamiento del protagonista a cierta distancia de la cúspide de su éxito. Podemos apreciar a un personaje con tintes de genio, pero con cierto desequilibrio psicológico, lo que le imposibilita el desarrollo pleno de su vida.

En su años de juventud, Brian es interpretado magistralmente por Paul Dano (There Will be Blood, 2007, 12 Years a Slave, 2013), quien da vida al joven genio creador de la banda, el motor creativo, compositor y fundador del estilo surf que los hizo famosos y que marcó a toda una generación. Durante ese periodo, comienzan sus primeros indicios de inestabilidad, tanto emocional como mental. Escenas, en las que el rechazo de su padre es brutal, dan muestra de la enorme afectación por la falta de su reconocimiento y su constante descalificación, provocando una profunda huella en su personalidad.

En el periodo en que Brian es mayor, esta vez a cargo de John Cusack (The Paperboy, 2012; Maps to the Stars, 2014), vemos a nuestro protagonista completamente desubicado, sometido y manipulado por un hombre sin escrúpulos, su controlador psiquiatra y tutor legal, Dr. Eugene Landy, en una extraordinaria actuación de Paul Giamatti (Sideways, 2004, 12 Years a Slave, 2012), quien se aprovecha y abusa de su vulnerable condición, manteniéndolo casi todo el tiempo bajo los efectos de fuertes sedantes. Hasta que, de pronto, Brian vive un aliciente, un intento de despertar, cuando conoce a Melinda Ledbetter (Elizabeth Banks), quien le devuelve el ánimo de luchar por ser él mismo, demostrándole comprensión y confianza.

La trayectoria de Pohlad se centra, principalmente, en la producción. Sin embargo, demuestra un gran talento para concretar un film en el que los saltos entre las épocas no molestan, por el contrario, se complementan perfectamente. Para Love & Mercy, su apenas segunda dirección, decide contar con actores con los que había trabajado anteriormente en 12 Years a Slave, película dirigida por Steve McQueen, de la que él es coproductor. La cuidada dirección de los actores se aprecia en pantalla, asimismo, la audaz forma de introducir la música, que a lo largo de la cinta juega, por obvias razones, como un personaje protagónico más. Es el motivo de ser del grupo y, por lo tanto, del film. Se nos presentan constantemente canciones en sus momentos de creación, de su grabación e interpretación.

La intención de Pohlad es clara, mostrar al mundo la calidad artística del protagonista, a pesar de tantas vicisitudes por las que tuvo que atravesar a lo largo de su vida. Nos muestra la figura del genio en pleno éxtasis creativo cuando trabaja en la composición y en la dirección de los músicos en el estudio de grabación.

El estilo que los caracterizó, conocido como surf rock, marcó una época en los Estados Unidos. Incluso en algún momento se llegó a calificarlos como los Beatles americanos. Sin embargo, Brian aspiraba a mucho más. Ansiaba crear algo complejo y especial. Y esta faceta se capta perfectamente en la escena del estudio, cuando contrata a los músicos más destacados del momento, mientras el grupo está de gira, para la realización de Pet Sounds.

Brian se apasiona y los dirige de la formas más inusitadas, logrando una de las escenas más fascinantes del film, gracias a un gran trabajo de dirección, de edición de sonido y de montaje. Los paneos acelerados de un músico a otro, los rápidos cortes y los planos cerrados de los instrumentos, se convierten en un vertiginoso y atractivo movimiento visual.

En conjunto tenemos una biopic que cuenta una faceta poco narrada de un curioso y original personaje, que atraviesa por situaciones a veces un tanto adversas, lo que mantiene el interés y la curiosidad constante del espectador. Además de que cuenta con graciosos momentos de humor, con pasajes emotivos y con algunos otros de tensión. Lo anterior, sumado a unas excelentes actuaciones y a una adaptación a las épocas sumamente bien logradas, hacen de Love & Mercy un film realmente entretenido, sobre una biografía que vale la pena conocer, y que sin duda no sólo los fans de The Beach Boys van a disfutar. (Celia Sutton – elespectadorimaginario.com)