En Medea, María José, una chica de veinticinco años, juega al rugby y vive con sus padres. Sin prejuicios, explora su vida sexual con máxima libertad. Un día conoce a Javier, con quien intenta tener una relación. Pero un acontecimiento repentino genera un cambio radical en su comportamiento.

  • IMDb Rating: 6,9
  • RottenTomatoes: 6,1

Película (Calidad 720p)

 

Adentrándose en la vida y las experiencias de María José, Medea es un inusual pero muy poderoso filme, un retrato íntimo y cercano de un personaje un tanto inquietante, que se escapa de toda convención pero que no tiene muy claro hacia donde quiere ir con su vida. La chica anda por los 25 años, vive con sus padres a los que escuchamos pero que casi siempre parecen estar fuera del cuadro del filme. Juega al rugby, sale por las noches con amigos y suele entregarse con cierto abandono a los placeres y complicaciones que puedan surgir de esas experiencias, que le resultan más atrapantes que el tedio universitario. Robusta y de cuerpo contundente, juega además al rugby, donde parece descargar sus no del todo focalizadas energías.

Pero en la universidad conoce a un chico en apariencia simple, amable y tierno con el que empieza a verse cada vez más. María José no habla mucho pero parece contenta con la compañía, con escucharlo y pasar tiempo con él. En un filme más dedicado a transmitir las sensaciones y las experiencias de la protagonista en planos que recuerdan al cine de Lucrecia Martel o de Lynne Ramsay –antes que a “contar un cuento” en el sentido clásico–, vamos adentrándonos de a poco en los conflictos de la protagonista, que tienen que ver con su cuerpo y su identidad pero tal vez no de la manera en la que nos imaginamos.

Para el, digamos, “tercer acto”, sus problemas quedarán un poco más claros, mediante un par de escenas duras pero manejadas con mucho tacto y cuidado por Latishev, cineasta con un gran ojo para acercarse a su atribulada y por momentos casi zombie protagonista que parece estar siempre un tanto removida de la realidad, como viendo el mundo a través de un espejo deformante que también le entrega una imagen inusual –para ella– de sí misma. Una película sobre el cuerpo, sobre las decisiones y libertades que una mujer puede tomar con él (y también los problemas y conflictos que conlleva), Medea es una historia potente y un filme inquietante con un personaje tan complejo y contradictorio como difícil de olvidar. Otra película, además, que deja en claro que en Centroamérica están pasando cosas nuevas e importantes en lo cinematográfico. (Diego Lerer – MicropsiaCine.com)