Pam and Tommy narra la historia de la relación entre Pamela Anderson y Tommy Lee, el turbulento romance que comenzó cuando se casaron después de conocerse solo durante 96 horas en 1995 y el escándalo mundial cuando salió a la luz un video de la pareja manteniendo relaciones sexuales.

  • IMDb Rating: 7,4
  • RottenTomatoes: 79%

Serie (Calidad 1080p. Cada capítulo tiene subs en varios idiomas, entre ellos el español)

 

Hay que reconocer que cuando se habla de la premisa de Pam and Tommy es fácil tener cierto miedo de que se vaya a lo fácil, valga la redundancia. Sobre todo teniendo en cuenta que detrás de la serie se encuentran Seth Rogen y Evan Goldberg, que han hecho de su humor gamberro y algo «inmaduro» marca de la casa.

Que no es que no tengamos de eso a lo largo de los ocho episodios (cuyos tres primeros ya podemos ver en Disney+) ya que el guion del creador de la serie Robert D. Siegel tira más hacia la comedia (y hay algún momento de exceso), pero sabe con precisión cómo tratar cada escena y cada secuencia, consiguiendo siempre equilibrar su tono navegando acertadamente entre lo cómico y lo dramático.

Esto implica un propósito de no quedarse en la anécdota y explorar las dolorosas ramificaciones de un escándalo como el que salga a la luz una cinta íntima. Así, la ficción retrata ese ansia por el contenido morboso y frívolo del que Pamela y Tommy Lee caen víctimas involuntarias, atrayendo a sus vidas una atención no deseada y, de paso, una culpabilidad a ojos del público.

Con esto en mente, la ficción se pone seria y se pone a explorar la condición humana y las inquietudes personales (traumas y esperanzas frustradas) de sus protagonistas. Tanto de parte de la conocida pareja como de Rand (Rogen) y su desesperación para conseguir dinero y a la chica que quiere.

Una humanización que no quiere decir que Siegel, Goldberg y Rogen sean iconoclastas en el retrato de Pamela Anderson. Pam and Tommy es consciente de que están tratando con quien fuese uno de los grandes mitos eróticos de los años 90 gracias a, entre otras cosas, Baywatch.

Aquí Craig Gillespie (el director de I, Tonya) quien dirige todos los episodios, se preocupa por mostrar a Anderson como (una consciente) sex symbol siempre cuando estamos ante el punto de vista de un hombre. Esta crítica del machismo y la mirada masculina es una de las constantes de la ficción y sirve para intentar analizar si hemos cambiado.

Teniendo en cuenta que parte de la ambientación de la serie está en la industria de la pornografía, viene a la cabeza (o por lo menos en la mía) la idea de que esta podría haber sido una buena subtrama para una hipotética temporada 4 (o 5) de The Deuce. Si la serie de David Simon y George Pelecanos terminaba en los 80 con el auge del VHS y lo que significó para la industria, la crónica escrita por Robert D. Siegel se siente como una secuela no oficial en la que vemos el siguiente gran avance revolucionario del que no hay vuelta atrás tanto para productores como consumidores: Internet.

Esta trama que a ratos es tangencial pero en otras ocasiones básica en el entramado, sirve para explorar la idea de la explotación del cuerpo, del sexo y de la clave de todo —tal como termina verbalizando el personaje de Taylor Schilling—, el consentimiento. Como si el hecho de que ella fuese mito erótico de toda una generación y haya posado para Playboy diese carta blanca para el ataque.

Esto complementa muy bien la radiografía del escándalo que nos ocupa, en una serie que se suma a otras recientes y que, con su buena distancia (como podría ser la temporada 3 de American Crime Story sobre el caso Lewinsky) hace que miremos de nuevo y con los ojos del presente un juicio mediático y social injusto.

Más allá de las impresionantes caracterizaciones y la lección de interpretación (está de Emmy directo) de Lily James (vista en Baby Driver), el reparto en general está impresionante. Pero no solo ella y Sebastian Stan, sino que todo el reparto principal —completado por Rogen, Schilling y Nick Offerman— hacen un gran trabajo.

Pam & Tommy usa muy bien los sólidos mimbres con los que trabaja, logrando además no quedarse en una primera capa sino reforzar la estructura para profundizar con mucho tino en las ramificaciones y las implicaciones del caso que trata. Todo esto da como resultado un excelente retrato de fama y escándalo en una miniserie que se posiciona como una para tener en cuenta en 2022. (Albertini – Espinof.com)