En Stray Dogs, dos niños, un hermano y una hermana, rescatan un perro perdido en las calles de Kabul. Esa misma tarde visitan la cárcel donde está presa su madre, y como no tienen dónde vivir, les permiten quedarse con ella por las noches. Pero a la mañana siguiente les prohíben volver a dormir en la prisión. Desesperados, los niños intentan por todos los medios cometer pequeños delitos para ser encarcelados, sin éxito. Un fugitivo les cuenta que se pueden inspirar para robar viendo películas americanas. Pero será con el cine europeo como aprenderán a ser atrapados.

Open Prize (Festival de Venecia 2004)

 

  • IMDB Rating: 7,2

Película (La copia incluye subtítulos en varios idiomas, entre esos el español)

Una película presentada a concurso en la competencia oficial del Festival de Venecia 2004 es Stray Dogs, traducida del farsi como Pequeños ladrones o Perros callejeros, según el idioma y las circunstancias. La directora, la iraní Marzieh Meshkini, realiza un explícito homenaje a Ladrón de bicicletas con la historia de dos niños afganos que vagan por las calles de Kabul empeñados en ser detenidos, para reunirse con su madre encarcelada por adulterio.

Meshkini cae ocasionalmente en la tentación del documental, cosa que, si no disculpable, resulta comprensible: cuesta despreciar el material que ofrece espontáneamente la capital del país más atormentada del planeta. Al margen de eso, se trata de un relato contenido, sobrio, que no recurre a la sensiblería (gran mérito, dado que se trata, obviamente, de un dramón) y que extrae de unos parajes sórdidos algunas imágenes de gran belleza. Como nota marginal, puede añadirse que la niña protagonista, una huérfana de Kabul, fue adoptada por Marzieh Meshkini al término del rodaje. Por ahí ganan fortunas algunas películas con menos méritos. (Enric González – elpais.com)