En The World of Kanako, Kanako, hija pródiga y alumna intachable, desaparece sin dejar rastro. Su madre no duda en llamar a su ex marido, un policía poco ortodoxo. A medida que la investigación avanza, la imagen idealizada de Kanako se va resquebrajando, dejando entrever que, bajo la excelencia, la chica esconde otra vida, más oscura y secreta.

Mejor Actor Festival de Sitges 2014

  • IMDb Rating: 6,6
  • RottenTomatoes: 71%

Película / Subtítulo (Calidad 1080p)

 

El cine de Tetsuya Nakashima está repleto de excelentes películas. Es un director de mucho talento. Probablemente de Nakashima visteis en su momento Confessions, una película de gran talante que cosechó aquí, en Almas Oscuras, un gran número de comentarios y opiniones, la mayoría de ellos de signo muy positivo. Tal vez los menos asiduos al cine asiático —fuera de los géneros fantástico y terror— no hayáis visto otras películas suyas como Kamikaze Girls, espléndidas comedias de un director polifacético que no solo frecuenta el thriller violento y que en modo alguno se recluye en sus acercamientos al género fantástico. Es recomendable, en ocasiones, ver con amplitud de miras la obra de estos directores que no se apegan a un género exclusivo y que son capaces de pasar de uno a otro con la misma solvencia.

Me gustan este tipo de críticas en las que me propongo no contar nada de la trama y puedo centrarme en todos los demás aspectos de la película. Nuevamente esta será una crítica libre de spoilers; no diré una sola palabra de lo que acontence en pantalla. Es mejor dejar el factor sorpresa intacto a quien tenga la fortuna de no haber visto todavía The World of Kanako y tenga pendiente de disfrutar este plato de 5 estrellas. A quienes ya la hayáis visto, supongo que un segundo visionado no es nada descartable teniendo en cuenta la calidad de la propuesta. Yo no soy de ver películas dos veces o más, pero con The World of Kanako, un día de estos, haré una excepción.

Tenemos entre manos otro thriller venido de Japón, un país, junto a Corea del Sur, prolífico en este tipo de producciones y en el que, además, nos suelen ofrecer películas de muy alto nivel. Tetsuya Nakashima nos regala una película extraordinaria, con un elenco excepcional, un guion espléndido y una puesta en escena fabulosa. No hay edulcorantes ni artificios en The World of Kanako, todo sabe genuinamente a cine japonés para adultos. La última obra de Nakashima es uno de esos thrillers que no escatiman al espectador una buena dosis de violencia explícita, pero que al mismo tiempo disfrutan de una historia muy bien perfilada. Un tipo de cine trasgresor como el que nos suelen brindar personajes de la talla de Sono Sion o Takashi Ishii. Cine violento y sórdido a la vez, sin concesiones.

La película engancha rápidamente por su montaje frenético. Desde el principio agarra velocidad y no para hasta acabar. No hay tiempos muertos ni añadidos innecesarios; son dos horas de película que pasan volando y que mantienen al espectador en vilo y en guardia de manera constante. Y todo esto es gracias a la excelente habilidad que demuestra Nakashima en la mesa de montaje, llevando a cabo una labor excepcional en dicho apartado, insertando flashbacks en los momentos oportunos, dándole velocidad al desarrollo cuando es necesario, pausando los tiempos cuando toca, y todo ello sin que se pierda nada en el camino —a poco que, como espectador, le prestes un mínimo de atención a The World of Kanako te será fácil no perder ningún detalle de la trama y rápidamente te verás atrapado por la película—. The World of Kanako constata, así, la importancia del proceso de post-producción de una película, cuando ésta ya está rodada y toca pasar por el montaje, momento en el que se cortan escenas, se unen las que pasan el corte y se obtiene el resultado final, un producto con una duración más o menos estándar que será el que se estrene finalmente en cines o en el mercado doméstico. Para esta versión comercial se descarta buena parte del material rodado, razón por la cual existen los llamados “cortes del director” o “director’s cut”, donde se ve la película con más metraje y con algunos cortes añadidos al film que fueron deshechado en primera instancia. Pues bien, en  The World of Kanako es como si Tetsuya Nakashima se disfrazara de peluquero, y cuando fueras a que te cortase el pelo a la manera que tú desearas, él acabase realizándote un peinado perfecto; no sobra pelo, no hay un solo trasquilón, te sientes genial… Y eso es lo que sucede con la película: el soberbio montaje hace que no sientas que falte ni sobre nada, obteniendo un resultado simplemente perfecto que se hace complicado pensar que necesite, algún día, de un “director’s cut”.

Las actuaciones son mayúsculas, tanto el personaje de Kanako, protagonizado por Nana Komatsu, con ese punto necesario de sobreactuación, como el personaje principal al que da vida Kôji Yakusho y que borda a ese histriónico padre en busca de su hija, con su fortaleza y sus debilidades, todo perfectamente equilibrado y según toca en cada momento. El guion, escrito por Akio Fukamachi, funciona como una maquinaria de relojería, sin dejar cabos sueltos, sin que se localicen errores incluso a pesar del continuado uso de flashbacks y flashforwards que en absoluto entorpecen el desarrollo de la trama. Aunque pudiera parecer que abusar de estos recursos implica el riesgo de liar al espectador, no es así; insisto, a pesar de contar con una estructura que pudiera parecer complicada a simple vista, siempre resulta sencillo llevar a cabo un seguimiento pautado de The World of Kanako y no te pierdes en ningún momento.

Una de las sorpresas de la película es la utilización de dibujos animados en ciertas fases de la misma. Creados por Shinya Ohira, de Studio 4ºC, su inclusión en la trama queda genial. El invento solo puede calificarse como ganador. No voy a mencionar el porqué de usar esas imágenes de animación ni el momento en el que aparecen, manteniendo de esta forma la promesa de no hablar de la trama de la película; así que queda como sorpresa para quien todavía no haya visto The World of Kanako

Estamos, por lo tanto, ante un thriller muy potente. Una película importante, con empaque, como lo fue en su día la citada Confessions. Un obra decisiva para los seguidores del cine asiático fantástico. De hecho es tan buena como lo fue en su día Old Boy, y creo que no exagero un ápice. Ojalá no ocurra nunca, pero si los americanos centran su mirada en este film, sin duda habrá remake. Hollywood agarra todo lo bueno y exportable que proviene de Asia —véase la mencionada Old Boy— y lo adaptan a su propio estilo, al estilo americano; y esta película da mucho juego. Llegado el caso, y si no queda más remedio, sería un puntazo que que las riendas cayeran en manos de alguien como Quentin Tarantino, el único que veo capaz de sacar algo digno de un hipotético remake de The World of Kanako; aunque no sea tan bueno, en ningún caso, como el original. Pero estoy divagando y ya va siendo hora de poner punto y final a la crítica para que no se alargue en exceso, aunque me gustaría seguir hablando de esta maravilla durante más tiempo. Y eso que he sido fiel a mi promesa y no os he hablado de la trama, de quién es Kanako y porqué su padre la busca, de quién es el padre de la chica, quién es la madre y porqué están divorciados, en qué lio se ha metido Tanako y porqué está desaparecida y en peligro. Tampoco os he hablado del resto de protagonistas secundarios, de quiénes son y qué pintan en toda esta historia… No, no diré una palabra de ello, ya tenéis la sinopsis para saber todo lo que deberíais saber, de antemano, sobre el argumento de The World of Kanako.

Estamos, sin duda alguna, ante la mejor película asiática del 2014. The World of Kanako la firma un grande como es Tetsuya Nakashima, y lo demás debería importaros un carajo. Si la has visto conservarás la película el resto de tu vida, y si todavía no la has visto ya estás tardando en disfrutar de este pedazo de thriller japonés. (AlmasOscuras.com)