A Man Called Ove, es sobre un hombre de 59 años, gruñón, que ha perdido la fe en todo el mundo, incluido en él mismo, hasta que su visión negativa del hombre y la sociedad es puesta a prueba por una familia que se muda a la casa de al lado.

Mejor Actor en los Premios Guldbagge 2015
Mejor Comedia Europea en los Premios del Cine Europeo 2016
  • IMDb Rating: 7,6
  • RottenTomatoes: 91%

Película / Subtítulo

Cada vez que el viejo cascarrabias Ove va a atentar contra su vida, no sin antes ponerse su mejor traje, alguna tontería “muy seria” se lo impide. O bien los vecinos de la asociación que él dirige con mano férrea arman tal barullo que no lo dejan concentrarse en su faena, o la soga no es suficientemente fuerte para sostenerlo y entonces va a echarle la culpa a quien se la vendió. A Man Called Ove viene de Suecia de la mano de Hannes Holm y se inspira en la novela homónima de Fredik Backman.

El protagonista se pasa todo el santo filme tratando de dejar esta vida. Pero Ove (Rolf Lassgård) resulta ser duro de matar. Un primer tramo muy gracioso nos introduce esta especie de policía de condominio, quisquilloso e insufrible. Ove se ha dado por vencido pero no puede dejar de hacer su ronda cada mañana. Se insertan sabiamente los flashbacks en momentos en que el protagonista casi se va al más allá. Y lo que cuenta de su vida que desfila ante él como escenas de un filme, es lo más interesante. Comenzamos a conocer al otro Ove, al niño, al hijo, al obrero, al héroe, al hombre de tierno corazón que descubre la emigrante de enfrente. Pero la parte más dramática está aún por contar.

El filme se torna más profundo y triste en su segunda mitad, cuando nos revela el destino de esa muchacha, Sonja (Ida Engvoll), que muchos años después Ove iría a visitar diariamente a su tumba. La amable escena de un tren nos presenta el contraste de dos desconocidos. Ella es una chica culta; él es un obrero pobre que no conoce a Bulgakov y ni siquiera puede pagar el boleto del tren. Hay un rasgo deshumanizado que emerge aquí y allá, y se trata de la completa apatía de las personas ante la desgracia ajena. La vida ha hecho áspero e irritable a Ove, pero su alma guarda aún mucho amor que ofrecer, y ese es el obvio y previsible mensaje de esta historia. A Man Called Ove no deja de ser una pequeña delicia, amable y hermosa, y tiene un guión muy sagaz, que armoniza el drama con el humor. Ni en los peores momentos cae en sensiblerías