En The Hurt Locker una unidad de élite de artificieros norteamericanos actúa en una caótica ciudad de Irak donde cualquier persona puede ser un enemigo y cualquier objeto, una bomba. El jefe del grupo, el sargento Thompson, muere en el transcurso de una misión y es sustituido por el impredecible y temerario sargento William James. Cuando falta poco para que la brigada sea relevada, el imprudente comportamiento de James hará que dos de sus subordinados, se planteen seriamente el riesgo que corren.

Mejor Película, Mejor Directora, Mejor Guión Original, Mejor Montaje en los Premios Oscars 2008
Mejor Película, Mejor Directora, Mejor Guión Original en los Premios BAFTA 2008
Mejor Película y Mejor Directora 2008 para el Círculo de Críticos de Nueva York
Mejor Película y Mejor Directora 2008 para el Círculo de Críticos de  San Francisco

  • IMDb Rating: 7,5
  • RottenTomatoes: 84%

Película / Subtítulos (Calidad 1080p)

 

El caso de Bigelow es particularmente interesante. The Hurt Locker provocó una intensa polarización de opiniones entre la crítica acreditada en la última Mostra de Venecia. Mientras los italianos la destacaban como la mejor de todo el festival, los que la detestaron enarbolaron ese escabroso y resbaladizo adjetivo que suele surgir cuando faltan los argumentos de peso: “fascista”.

Nada de eso. The Hurt Locker, que acompaña a un grupo de expertos artificieros (desarmadores de bombas) destacados en Irak, asume el objetivo de retratar la guerra como adicción, como una droga que se asienta en el imaginario de sus participantes y los convierte en mercenarios de su propio deseo de acción adrenalínica. Para conseguirlo, Bigelow construye un sofisticado mecanismo ritual en el que, misión tras misión, los artificieros se entregan a la tensión de la inacción, a la espera del estallido final. No hay en la película rastro de ideología. Ni intereses petrolíferos, ni armas de destrucción masiva, sólo tres hombres enfrentados a la única fuerza motora posible para el ser humano en guerra: la supervivencia. Más allá, cuando la condición militar se hace tragedia, emerge la venganza.

A nivel dramático, el film recuerda intensamente a las películas bélicas de Samuel Fuller (The Big Red One, The Steel Helmet) mientras que la puesta en escena podría formularse como una suerte de Tony Scott vaciado de épica y de estallidos catárticos, o mejor aún, la trascripción bélica de lo conseguido por el gran Johnnie To en The Mission, una poética de la suspensión de la acción. The Hurt Locker roza la crisis cuando se acerca a la psicología (los traumas de los personajes), pero los resuelve con un ingenio ejemplar, como en el caso del soldado que lleva consigo una caja con aquellos objetos “que podrían haberlo matado” (detonadores de bombas y un anillo de boda). (Manuel Yañez Murillo – OtrosCines.com)