Cuenta la historia de Saúl Armendáriz, un luchador aficionado gay de El Paso que salta a la fama mundial después de crear el personaje de Cassandro, el “Liberace de la Lucha Libre”. En el proceso, no solo le da una drástica vuelta al tradicionalmente masculino mundo de la lucha libre, sino también a su propia vida.

  • IMDb Rating: 6,0
  • RottenTomatoes: 94%

Película / Subtítulos (Calidad 1080p)

 

Es imposible ser mexicano y no tener contacto —así sea lejano o cercano— con la lucha libre. Aunque no sea uno fanático, es una parte de nuestra cultura. Tan innegable como el Día de Muertos, El Chavo del 8 y esa grabación que anuncia que «se compran colchones, tambores, refrigeradores, estufas, lavadoras, microondas, o algo de fierro viejo que vendan». Las historias de, sobre y protagonizadas por luchadores han sido una permanente en nuestra cinematografía y televisión desde sus inicios. Resulta curioso entonces, que Cassandro, una película sobre una de las figuras más afamadas de la lucha libre mexicana, haya sido dirigida por un norteamericano: Roger Ross Williams (el primer afroamericano en ganar un Óscar, por el cortometraje Music by Prudence), en su debut en largometraje de ficción.

La película cuenta la historia de vida (es una biopic en forma, con todo lo que eso conlleva) de Saúl Armendáriz, “Cassandro, el exótico”. Él, a finales de los 80 y en los 90, revolucionó no sólo las luchas en México, sino la imagen que existía de “los exóticos”. Para quien no sepa, éste es un subgrupo de luchadores que vestían de drag en el ring.

La nacionalidad del director, aunque no tendría que ser determinante (como deja claro la cineasta francesa Marie Losier en su documental de 2018 Cassandro, The Exotico!), en esta versión ficcionalizada de la vida del luchador sí es un posible factor que juega en contra del filme. Aunque en su mayoría la película funciona, su puesta en escena cae en algunos de los lugares comunes que solemos ver en el cine hollywoodense cuando habla de Latinoamérica.

Aunque el director —quien en 2016 realizó el corto documental The Man Without a Mask, sobre Cassandro— ya estaba muy familiarizado con la historia, su mirada extranjera se asoma por momentos. Sobre todo cuando toca retratar a las figuras estereotípicas que poblan el mundo del luchar: el promotor corrupto, la madre santa y abnegada…

Claro, Gael García Bernal (quien además de protagonizar, produce a través de su compañía La Corriente del Golfo) seguramente ayudó a matizar algunas de las decisiones que pudieron ser más problemáticas. No obstante (y, de nuevo, en gran parte gracias al trabajo del actor mexicano) la película resulta una historia inspiradora de triunfo sobre la adversidad.

Manteniéndose al margen de cualquier episodio demasiado oscuro en la vida de su sujeto principal y contada con mucha reverencia hacia él, Cassandro triunfa como una película inofensiva, divertida y emotiva. Su eventual estreno en Prime Video (siempre y cuando tenga un tratamiento mercadológico adecuado) seguramente se recibirá con aplausos y la satisfacción de, al menos, poderle dar un lugar justo en el imaginario colectivo a una disciplina eternamente ignorada por las élites de la alta cultura nacional. (J. Ivan Morales – CinePremiere.com.mx)