En Phenomena, Jennifer Corvino, hija de un famoso actor de Hollywood, ingresa en la Academia Richard Wagner, un internado situado en las montañas que rodean Zurich. Muy pronto empiezan a producirse una serie de brutales asesinatos, obra de un psicópata, con una especial inclinación por las jovencitas del colegio. Jennifer, que tiene los dones paranormales de la telequines y la telepatía, intentará no sólo desenmascarar al sádico que aterroriza a sus compañeras, sino también averiguar qué terrible secreto encierran los muros del internado.

  • IMDb Rating: 6,8
  • RottenTomatoes: 76%

Película / Subtítulos (Calidad 1080p)

 

En 1985, tres años después de dirigir su aclamada Tenebre, Dario Argento regresó al terror de corte más fantástico con la que a mi juicio es sin ningún lugar a dudas, la película más disfrutable de toda su filmografía. De la misma forma, Phenomena puede que sea (y ya es decir), el título más deliciosamente loco y bizarro que haya salido del perturbado imaginario del cineasta romano y aunque nunca he sido especialmente seguidor de su cine, debo reconocer que en esta ocasión, no me queda otra que caer rendido a sus pies, por no decir, comerle las pelotas por debajo. Enamorado después de un viaje vacacional por los hermosos parajes alpinos, de la denominada Transilvania Suiza, Argento, caprichoso, decidió rodar la película en aquellas tierras, después de encontrar la inspiración en un artículo sobre el estudio de los insectos cadavéricos para obtener información sobre las circunstancias de un crimen, a lo que también hubo que sumar el conocido interés del italiano por las capacidades de comunicación extrasensorial de los insectos, como ya mostrara diez años antes en Profondo Rosso.

Phenomena guarda muchos paralelismos argumentales con Suspiria (1977), volviendo a situar la acción en una escuela plagada de estudiosas jovencitas que están siendo asesinadas de manera brutal por un asesino en serie. En esta ocasión, Jennifer (Jennifer Connelly), toma el relevo de Suzy (Jessica Harper) en el rol de inocente novata recién llegada a la escuela y yo, que suelo hablar habitualmente de mis fobias, es de justicia que haga referencia esta vez a una filia declarada como es mi admiración por la srta.Connelly, amor platónico de adolescencia supongo que fuertemente cimentado por cierto viaje al reino de los goblins del cual en aquella época, me habría gustado no regresar. Connelly me robaría el corazón solo un año después de protagonizar Phenomena, en la que sin duda es uno de los recuerdos cinematográficos más entrañables de mis tiempos mozos y por descontado, una de mis películas favoritas: Labyrinth, de Jim Henson.

Una tierna Jennifer Connelly, se mete aquí a la perfección en el pellejo de la típica fémina del cine de Argento, una chica de apariencia frágil e inusitada inocencia que en esta ocasión, eso sí, esconde un gran poder en su interior. Connelly está sencillamente fantástica, subordinando la inocencia de su personaje, a la sensualidad que Argento siempre a “sus” mujeres, a pesar de sus tiernos quince años. No seré yo quien descubra las dotes interpretativas de Connelly a estas alturas y en un cine, el italiano y en concreto el de Argento, que no suele destacar por el nivel interpretativo del reparto, la pálida joven de verdes ojos brilló aun con más fuerza que nunca.

Phenomena como decía al principio, es aun absoluta locura, excesiva en todos los aspectos y donde Argento hace gala de una amalgama de inconexas ideas que sorprendentemente, terminan funcionando. Al típico giallo de asesinatos, se van sumando una serie de elementos sobrenaturales que terminan convirtiendo el filme en una especie de cuento de hadas macabro que pese al cuestionable montaje, los diálogos imposibles y lo inverosímil de su desenlace, termina resultando fascinantemente irresistible, no solo por la fuerza de las imágenes, donde nuevamente Argento, muestra su mejor faceta como cineasta, rizando esta vez el rizo y postulándose como auténtico precursor del formato videoclip dentro del cine. En este sentido, muchas de las secuencias, en especial las oníricas (las influencias de A Nightmare on Elm Street, estrenada justo un año antes, también son palpables), son auténticos videoclips musicales al más puro estilo del Invisible Lights de los Scissor Sisters, que no deja de ser todo un homenaje al cine de Argento.

Y hablábamos de excesos. No hay que olvidar que la película vino acompañada de gran controversia en este sentido debido a la gran crudeza de algunas de sus imágenes, donde se muestran sin tapujo cadáveres en descomposición así como fauna visualmente “poco agradecida” de todo tipo, por no hablar de generosas dosis de violencia en la que es una de las cintas más explicitas de Argento. Esto le ocasión serios problemas de distribución (en EEUU fue calificada “X”) y una fuerte mutilación del metraje original (afortunadamente, hoy puede disfrutarse de la versión íntegra sin ningún problema). Los excesos no se limitan a lo visual, la banda sonora también tiene tela. Phenomena es un despiporre en todos los aspectos y a nivel sonoro no se queda corta, y eso que estamos hablando de una de las mejores bandas sonoras que hayan musicado el giallo, con unos Goblin en estado de gracia que dieron forma a un trabajo que nada tiene que envidiar a lo facturado en Suspiria. El “problema” no tiene que ver con la calidad, sino más bien con la incoherencia entre música e imágenes, por ello, el Flash of the Blade de los Iron Maiden (que suena generosamente en más de una secuencia) o Locomotive de Motorhead, no terminan de encajar dentro del contexto del filme, por más que te puedan gustar este tipo de sonoridades (en mi caso, mucho).

Jennifer Connelly es la estrella absoluta del filme, pero no la única. A su lado, encontramos al mítico Donald “Loomis” Pleasance, toda una eminencia del género que aquí, “cortesía” de John Carpenter, gran fan del cine de Argento, se puso a las órdenes del italiano para interpretar al compañero de aventuras de la angelical Connelly. El personaje de Pleasance, el impedido profesor John McGregor, es otro de los ídem cruciales del filme orientando a Jennifer y ayudándola a entender sus habilidades. De la misma forma, sirve como nexo entre la historia y otro personaje a la postre, decisivo para el desenlace de la misma como es el de Inga, una chimpancé que lo quiere como a un padre y que terminó inspirando a George A. Romero para escribir el guión de Monkey Shines, que se estrenaría tres años más tarde.

Phenomena es por tanto, una película a descubrir te guste o no el cine de Dario Argento. Una locura, sí, pero una locura entrañable y plagada de pequeños detalles, que la hacen absolutamente mágica para englobarse dentro de ese exclusivo club de cuentos macabros al lado de grandes títulos como Veneno Para las Hadas, de Carlos Enrique Taboada, El Laberinto del Fauno o Livid, de Alexandre Bustillo & Julien Mauri. Siniestra y mágica a partes iguales, la cinta es todo un espectáculo visual que conjuga el sabor del Argento más onírico y del más macabro en el mismo sorbo, en una historia que para bien o para mal, no deja de sorprender ni un solo instante hasta desembocar en uno de esos surrealistas desenlaces (no falto de poesía) que en un sentido u otro, terminan dejando huella. (ElCuervoEnteradillo.com)