En The Dirties dos amigos de instituto optan por enfrentarse a los matones haciendo una película sobre cómo lo hacen, en un mundo sin consecuencias, obtienen su venganza. El problema es que uno de ellos no está interesado tan solo en hacer una película de ficción sobre el tema, él quiere rodar esto de manera real.

  • IMdb Rating: 6,8
  • RottenTomatoes: 75%

Película / Subtítulos (Calidad 1080p)

 

A mitad de camino entre la película de «found footage» y la deconstrucción genérica, Matt Johnson plantea en The Dirties un falso documental acerca de dos jóvenes (uno es él) que hacen una película acerca de los «bullies» de su escuela en la que ellos (dos típicos nerds medio perdedores que citan frases de películas todo el tiempo) deben enfrentarlos y vencerlos. En un momento, el asunto se desmadrará y dará la impresión que Matt -anestesiado en su mundo «entre comillas» en el que nada de lo que se dice o hace parece tener consecuencias en el mundo real- planea matar a estos «bullies» en serio. La película es original e inteligente, si bien siempre bordea esa zona en la que la crítica de la explotación termina siendo un poco explotación también. Me interesa el protagonista: una persona que vive tan pero tan rodeada de significantes culturales, de consumo pop, que tiene la impresión, anestesiada, de que todo lo que hace para las cámaras no es real. Esa disociación entre hechos y palabras, acciones y relato, excede los límites de esta película que, más que tratarse de un combo Elephant + Tarantino, es un muy amargo estudio sobre la alienación. (Diego Lerer – MicropsiaCine.com)

 

Esta ópera prima escrita, dirigida y protagonizada por este jovencísimo artista canadiense arrasó en el Festival Slamdance y luego tuvo un amplio recorrido internacional con una mirada descarnada y muy provocadora sobre el bullying y sus inimaginables consecuencias.

Construido como un falso documental (hay algunos problemas con el punto de vista, pero el recurso funciona), esta suerte de making of registra el proceso de filmación de una pelicula sobre The Dirties, un grupo de matones de un colegio secundario que tiene al propio director del film, y del film-dentro-del-film (Matt Johnson), como víctima predilecta.

Pero, se sabe, cuando hay humillación y furia contenida de por medio, el límite entre víctima y victimario es cada vez más impreciso y precario. Con múltiples elementos autobiográficos y otros que remiten a la tragedia de Columbine (y, por lo tanto, a Elepahnt, de Gus Van Sant), este debut de Johnson -no exento de humor negro, cinefilia clase B y desparpajo- constituye un desgarrador retrato de la descontención adolescente y una muy auspiciosa carta de presentación dentro del panorama indie norteamericano. (Diego Batlle – OtrosCines.com)