En The Summer with Carmen y mientras pasan todo un día en una playa queer de Atenas, dos buenos amigos, Demos y Nikitas, rememoran los acontecimientos de un verano reciente con la perspectiva de convertirlos en un guion para la ópera prima cinematográfica de Nikitas.
- IMDb Rating: 6,7
- RottenTomatoes: 88%
Película (Calidad 1080p. La copia viene con subs en inglés y español)
Los elementos metatextuales en una película pueden convertirse muchas veces en un terreno resbaladizo: ¿dónde debe acabar la autoconciencia? The Summer with Carmen, del director griego Zacharias Mavroeidis, sigue a dos amigos gays mientras intentan escribir una película. Durante sus vacaciones en una playa nudista, Nikitas (Andreas Lampropoulos), un joven aspirante a cineasta, recibe ayuda de Demosthenes (Yorgos Tsiantoulas), que al principio no hace más que reaccionar a las ideas de su compañero. Sin embargo, a medida que discuten las diversas reglas de la narración, como la estructura en tres actos, el viaje del héroe y el acontecimiento central de cada parte, Demosthenes empieza a tomar las riendas de todo el proceso. La razón de ello se presenta como una de las cuestiones más interesantes de la película, estrenada en la sección Giornate degli Autori del Festival de Venecia.
Con la única exigencia, por parte de su productor francés, de que la película de Nikitas sea “divertida, sexy, griega y de bajo presupuesto”, los dos amigos empiezan a buscar un tema y una historia durante un rato, hasta que una mujer en la playa y su pequeño chihuahua les recuerdan un intenso verano que vivieron hace dos años y que podría dar lugar a una buena película. A medida que narran este fatídico periodo de tiempo a través de flashbacks, pronto descubrimos que en ese momento los dos amigos ya estaban trabajando juntos en un guion, que Demosthenes acabó poniendo en peligro. Tal vez hacer una película sobre esta experiencia es una forma de compensar aquella colaboración frustrada. The Summer with Carmen es una película sobre una película, que a su vez trata sobre otra película fallida. Es una idea divertida e irónica, pero tarda un poco en dar sus frutos y ofrecer algo más que la simple y repetida emoción de la autoconciencia metacinematográfica.
La historia de ese verano, que los amigos narran cronológicamente y cuyos momentos clave utilizan para marcar los actos de su película, se centra en la ruptura de Demosthenes con Panos (Nikolaos Mihas) y sus consecuencias. Nuestro impasible protagonista parece adoptar un enfoque relativamente pragmático para lidiar con sus sentimientos y su soltería, enrollándose con hombres que conoce a través de aplicaciones de citas y pasando tiempo con sus amigos, entre ellos Nikitas, que le ofrecen su apoyo. No obstante, cuando ambos discuten esos acontecimientos y se preguntan por qué hizo ciertas cosas, Demosthenes se esfuerza por encontrar respuestas satisfactorias. Una de las decisiones más importantes que tomó en aquel momento fue acoger a Carmen, una pequeña chihuahua que su desconsiderado exnovio Panos adoptó tras su ruptura. Panos no estaba contento con la exigente y asustadiza perrita, y planeaba devolverla al refugio, pero Demosthenes decidió acogerla durante un tiempo, aunque esto solo le causó más sufrimiento al final.
Una de las razones por las que Demosthenes parece acaparar toda la atención, tanto en este episodio pasado como en el tiempo presente de la película, es que parece literalmente un dios griego: sus hombros anchos y fuertes, sus músculos definidos, su espeso cabello negro y su barba resultan arrebatadores. Es algo que los personajes discuten con inteligencia e ironía en la película, en el contexto de la playa gay, pero también en su vida cotidiana. Con todo, otra razón por la que Demosthenes resulta intrigante es precisamente su aparente falta de autoconciencia, o al menos su impulsividad.
Todo esto se combina en una película que acaba siendo más curiosa que verdaderamente entretenida, donde la idea de que la introspección es un pozo sin fondo encuentra eco en la propia estructura metatextual de la historia. Aunque el hecho de observar la dinámica de dos mejores amigos gays, raramente retratada en el cine, es realmente refrescante, esta perspectiva irónica sobre uno mismo y el cine resulta bastante reduccionista y, al presentarse al final de una película tan lúdica, extrañamente anticlimática. (Elena Lazic – CinEuropa.org)