Bad Education trata sobre uno de los mayores escándalos de malversación en la educación pública en la historia de los Estados Unidos. Frank Tassone es uno de los gerentes más destacados del distrito escolar de Roslyn, que vive para asegurarse que la educación de los alumnos sea la mejor que estos puedan recibir. De forma paralela, se lucra personalmente con los fondos públicos para vivir una vida llena de lujos.

  • IMDB Rating: 7,2
  • Rottentomatoes: 94%

Película / Subtítulos (Calidad 1080p)

 

Tras el promisorio debut con Thoroughbreds (2017), Cory Finley concibió una fascinante tragicomedia basada en un caso real que excede el mero marco de la denuncia para convertirse en un minucioso retrato de un mentiroso compulsivo, un manipulador profesional, un psicópata tan brillante y seductor como en definitiva despiadado.

El guionista Mike Makowsky (I Think We’re Alone Now) conoce perfectamente lo que aquí se aborda, ya que fue alumno de la secundaria Roslyn de Long Island, Nueva York, en 2002, cuando transcurrieron los hechos que el film reconstruye. Frank Tassone (Hugh Jackman) era en ese entonces una auténtica estrella de la comunidad, alguien que había llevado a esa high school a ubicarse en el cuarto puesto entre todos los colegios de Estados Unidos. Sus graduados entraban a las mejores universidades, los padres estaban felices y él tenía vía libre para disponer del presupuesto. Así se consumó el mayor fraude económico de la historia de ese país, con un perjuicio de más de 11 millones de dólares para las arcas de la educación pública.

Pero Bad Education no es -como dijimos- un film de denuncia (la investigación la llevó a cabo una estudiante para el diario del colegio que aquí interpreta con suma paciencia y convicción Geraldine Viswanathan) sino un impresionante ensayo psicológico sobre la doble (o triple, o cuádruple) vida de Tassone, que se hacía pasar por viudo, pero en realidad tenía una pareja estable en Manhattan (Stephen Spinella) y un amante en Las Vegas (Rafael Casal). Y así en casi todos los terrenos.

La actuación de Jackman es extraordinaria, muy lejos del glamour del galán y del estatus de superestrella de Hollywood. Un personaje lleno de matices, y contradicciones, y miserias. Si la película compitiera por el Oscar (esa era la idea cuando se estrenó en el último Festival de Toronto), tendría una nominación asegurada. No sería extraño verlo entonces en la noche de los Emmy. Pero este no es un one man show. Allison Janney está brillante como la también corrupta administradora del colegio y Ray Romano se luce -como siempre- como el presidente de la junta escolar.

Con ecos de la negrura y el espíritu tragicómico de La elección (1999), de Alexander Payne, Bad Education explora con inteligencia y profundidad el cinismo y la negación de una comunidad, así como lo efímero que puede ser la fama y el éxito cuando están sostenidos sobre mentiras. (Diego Batlle – otroscines.com)