En Charter, y tras su divorcio, Alice lleva dos meses sin ver a sus hijos mientras espera la resolución judicial sobre la custodia. Cuando su hijo la llama en mitad de la noche, Alice toma medidas, secuestrando a los niños en un viaje a las Islas Canarias.

Mejor Directora, Actriz y Fotografía en los Premios Guldbagge 2020

  • IMDb Rating: 6,3
  • RottenTomatoes: 100%

Película (Calidad 1080p. El link contiene subs en varios idiomas, entre ellos el español)

 

Charter, de la sueca Amanda Kernell, se ha proyectado por primera vez ante un público internacional en la sección World Cinema Dramatic de la 36ª edición del Festival de Sundance. Después de su exitoso primer largometraje, Sameblod (2016), se esperaba con expectación a la directora, que no ha defraudado, con un nuevo drama familiar marcado por una puesta en escena cortante y un guión inteligente e intrigante.

La protagonista de Charter es Alice (Ane Dahl Torp), una joven madre de familia que vive en Estocolmo, mientras su marido y sus dos hijos se han quedado en el campo. Alice ha dejado su hogar para perseguir una perspectiva profesional que su marido no acepta. Él percibe su elección como una afrenta personal y decide vengarse alejándola de sus hijos. Así empieza una dura batalla por la custodia en la que Alice está en posición de inferioridad, ya que es considerada como una mujer de moralidad dudosa y carácter inestable. Desesperada y sin tomar consciencia de las consecuencias, huye con su hija Elina (Tintin Poggats Sarri) y su hijo Vincent (Troy Lundkvist) en un vuelo “charter” a Tenerife.

El decorado cambia radicalmente cuando pasamos de un clima oscuro y nevado al calor y la luz del sol. Este cambio no es sólo geográfico, puesto que también afecta al estado de ánimo de Alice. Si se sentía reprimida, desanimada y presa en Suecia, recupera la sonrisa y la libertad en la isla. Está dispuesta a pasar una semana agradable con sus hijos, con los que quiere construir una base de confianza mutua. Rápidamente, Alice mide la distancia que se ha instalado entre ellos, sin comprender las causas reales ni poder remediarlas.

Kernell dibuja con gran sensibilidad el retrato de una mujer cuyo deseo de independencia y emancipación parece, según su entorno, cuestionar su aptitud para ocuparse de sus hijos. Frente a la rigidez de su marido, que se alimenta principalmente de la vanidad herida, Alice se da cuenta de que debe tomar una decisión difícil por el bien de sus hijos; como en la leyenda del juicio del rey Salomón, que obliga a una madre que ama de verdad y sin condición a sus hijos a rendirse por su bien.

Charter aborda de manera diferenciada la dinámica de las pequeñas familias que representan la base de nuestra sociedad actual. Con una elevada tasa de separaciones y divorcios, siempre son los niños quienes viven una experiencia dolorosa cuando sus padres se enfrentan. El riesgo de instrumentalización por alguna de las dos partes es elevado, aunque no siempre es voluntario. Kernell demuestra que la lógica no explica todo dando importancia a los sentimientos de los niños y exponiendo su conflicto interior y su inseguridad. No saben a quién confiar su lealtad y empiezan a asumir más responsabilidad de la necesaria.

Además de un enfoque temático muy conseguido que evita los lugares comunes, la película destaca por unas características formales singulares gracias a la fotografía de Sophia Olsson y a una puesta en escena densa. El trabajo de Ane Dahl Torp, actriz noruega muy solicitada en el cine y en la televisión, aporta a Alice mucha complejidad. Los dos actores jóvenes, Troy Lundkvist y Tintin Poggats Sarri, demuestran un buen dominio al ofrecer la misma gama de esperanza, duda, enfado y tristeza. (Teresa Vena – CinEuropa.org)