En Crystal Swan Velja es una joven de 22 años, licenciada en derecho, cuyo sueño es viajar a Estados Unidos y ganarse la vida como DJ profesional. Es 1996, y la chica vive en la Minsk postsoviética. El país está sufriendo una crisis económica con alto desempleo. Para poder obtener un visado y cumplir su sueño, Velja debe proporcionar una prueba en la embajada de que tiene un trabajo permanente.
- IMDb Rating: 7,0
- RottenTomatoes: 100%
Película / Subtítulos (Calidad 1080p)
Si “importarte todo un bledo” fuese un deporte olímpico, Bielorrusia habría obtenido la medalla de oro con la interpretación de Alina Nasibullina en Crystal Swan. Su retrato magistral de la indiferencia, la rebeldía juvenil y, en esencia, ingenuidad es sólo una parte de la energía única que transmite la primera película de Darya Zhuk, que es al mismo tiempo un análisis inteligente sobre la ambición individual y una interesante reflexión sobre un país en constante cambio.
En Crystal Swan, que ha inaugurado la sección East of the West en Karlovy Vary 2018 y que también representará a Bielorrusia en los Óscar, Nasibullina interpreta a Velya, una DJ que quiere mudarse a Estados Unidos y hacerse mundialmente famosa. En la Bielorrusia post-soviética de 1990, su sueño es más realista que nunca y Velya completa la solicitud de Visa con un número de teléfono falso. Cuando descubre que el consulado llamará a ese número, se ve obligada a esperar la llamada en una pequeña fábrica familiar. Como su deseo de libertad choca con la idea de “quedarse junto a los tuyos” propia de un pueblo pequeño, la vitalidad de Velya amenaza con diluirse.
Desde el principio, Velya es visualmente apartada de su entorno (la correspondiente grandiosidad monótona de la era Soviética), vestida con ropa brillante y pelo teñido de un color vivo. Pero su actitud también desempeña un papel importante: es terca, decidida y no le importa ser grosera. Sin embargo, esta autoconfianza no se confunde con arrogancia, ya que es la actitud alguien que intenta vivir la vida al máximo en una sociedad que todavía no comprende que tiene la libertad en sus manos.
Zhuk juega con los elementos del realismo social, combinando los edificios grises y los monumentos austeros de la era Soviética con la presencia colorida de Velya y secuencias de fiestas underground.
Hay grandes cantidades de sátira en Crystal Swan. El cisne de cristal del título es una pieza hecha en la fábrica a la que acude Velya —algo que parece ser más valorado fuera de su país—. Mientras intenta vender una chaqueta de Armani para conseguir dinero, se nos muestra un lugar donde las cosas son valoradas por su “otredad”. Pero también nos ofrece un toque de atención: aunque la libertad y una nueva vida son importantes, uno no debe olvidar el pasado.
Crystal Swan, ganadora del Best International Work-in-progress Award en el Festival de Cine Black Nights de Tallín y que se estrena en la sección East of the West de Karlovy Vary, debería obtener más interés tanto de la industria como del público gracias a una brillante interpretación del papel protagonista, la excelente cinematografía de Carolina Costa y la sólida dirección de Zhuk. Dado que Zhuk ya obtuvo reconocimiento en el circuito de festivales con cortos presentados en SXSW y Palm Springs, esta película parece un buen presagio de su futuro. (Laurence Boyce – CinEuropa.org)
Entrevista con la realizadora Darya Zhuk
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