En Dogtooth, un matrimonio con tres hijos vive en una mansión en las afueras de una ciudad. Los chicos, que nunca han salido de casa, son educados según los métodos que sus padres juzgan más apropiados y sin recibir ninguna influencia del exterior. Creen que los aviones son juguetes o que el mar es un tipo de silla forrada de cuero. La única persona que puede entrar en la casa es Christine, guardia de seguridad en la fábrica del padre.

Mejor Película en la Sección Un Certain Regard del Festival de Cannes 2009
 Nominada a Mejor Película Extranjera en los Premios Oscar 2010
  • IMDb Rating: 7,3
  • RottenTomatoes: 92%

Película / Subtítulo (Calidad 720p)

 

Rodada con un presupuesto ínfimo en cinco semanas, a finales de un tórrido verano griego, Dogtooth, de Yorgos Lanthimos, es un drama protagonizado por una aislada familia cuyos niños no abandonan en ningún momento el recinto familiar («no hasta que se te caigan los caninos»). Sus padres se encargan de su educación y de entretenerlos para que su miedo al mundo exterior crezca de la mano de su dependencia de la familia para sentirse seguros.

Esta artificial felicidad se verá truncada cuando una guarda de seguridad (Anna Kalaitzidou) a la que el padre recurre para satisfacer los deseos sexuales de su hijo da un regalo a su hija y solicita a cambio un favor sexual.

Dogtooth analiza el modo con que un padre dominante (Christos Stergioglou) crea una situación de dependencia en todo el mundo, desde la madre (Michelle Valley), el hijo (Hristos Passalis) y las hijas (Aggeliki Papoulia, Mary Tsoni) hasta la gente que lleva a su casa. Lanthimos retrata a una familia «esterilizada» que teme la influencia que el padre considera no adecuada, dañina e incompatible con una educación apropiada y útil.

Lanthimos tuerce ligeramente los fotogramas para reflejar la hastiada visión del mundo de la familia. Los niños caben a duras penas en la pantalla, que subraya la desproporción entre su crecimiento físico y su estado mental. Se asegura de que el énfasis se encuentra en la antítesis, sin preocuparse en ningún momento de acentuar sus intenciones.

El trasfondo de la historia es una parábola sobre el modo con el que los líderes sociales consiguen diluir y alterar la percepción de la realidad que tienen los integrantes de su grupo, a través de la incesante construcción de un absurdo muro de mentiras a su alrededor. Muros que hacen no sólo que la gente no consiga escapar de su manipulación, sino que además estén contentos de sentirse protegidos en su interior.

Lanthimos y Efthymis Filippou, autores del guión, han insuflado elementos socio-políticos a una historia que despliega uno de los sentidos del humor más negros que el cine griego ha producido en los últimos años. Y, a pesar de que los gags pueden ser a veces una cuestión de gustos, la brillante interpretación de jóvenes y adultos proporciona a la película una sensación general de comedia mordaz, agridulce y ligeramente absurda que convierte en algo divertido un tema que en principio parecería la base de una historia accidentada.

Los creadores de la cinta la han mantenido bajo un gran secreto, casi del mismo modo que los protagonistas guardan a sus hijos, pero el primer contacto con el mundo exterior de Dogtooth no podría haber sido mejor. Con la presión de ser la primera producción griega en entrar en la Sección Oficial de Cannes en más de una década, desde que Eternity and a Day, de Theo Angelopoulos, ganase la Palma de Oro en 1998, Dogtooth fue recibida de modo entusiasta por la prensa de todo el mundo. (Joseph Proimakis – CinEuropa.org)