Drifting Clouds es la historia de un matrimonio cuya relación y dignidad son puestas a prueba por los duros golpes de la vida. La pareja no suele correr riesgos y vive en un modesto apartamento de alquiler. Pero Ilona  pierde su empleo como camarera en el restaurante Dubrovnik, en Helsinki. Por si esto fuera poco, acaba enterándose de que Lauri ya hace un mes que ha sido despedido de su trabajo como conductor de tranvía.

  • IMDb Rating: 7.7
  • RottenTomatos: 91%

Película / Subtítulo (Calidad 1080p)

 

Ilona (Kati Outinen) y Lauri (Kari Väänänen) son un matrimonio de clase media, ella trabaja como la coordinadora de sala en un restaurante, él es chofer de tranvía. La crisis se ciñe sobre ambos cuando en un período muy corto ambos pierden su trabajo, las mejores épocas del restaurante han pasado, las del tranvía también, la población casi no utiliza este medio de transporte.

A partir de ese punto, Kaurismäki -guionista del filme fiel a su costumbre- ofrece un verdadero camino lleno de dificultades con la fría Helsinki de fondo, frío que se transmite a sus protagonistas quienes no logran salir avante. Outinen es una actriz con una mirada que se muestra ajena, distante, y lo más importante, llena de dolor, de ansias por gritar de forma exasperada, su personaje lucha en el silencio, controla sus emociones.

La ayuda estatal para las personas desempleadas es trazada como una mendiguez en algún momento de Drifting Clouds, de ahí que no se busque hasta que la situación sea extrema. Este es un punto donde los personajes intentan rescatar su dignidad como humanos, como personas que efectivamente pueden producir si se les dan los medios. No es que no quieran trabajar, es que no tienen dónde.

El licor es un elemento recurrente y varios de los personajes -su marido incluido- optan esta salida, una que los enajena y los hace ausentes (aunque sea por unas cuantas horas) de la situación en la que se encuentran, que cada vez resulta ser más agobiante, como es de esperar. Una enorme crisis laboral que se extiende largo, el Kaurismäki más ácido y crítico del sistema.

Drifting Clouds se desenvuelve con gran tino gracias a que su director sabe manejar muy bien los tiempos y las acciones, efectivamente, se presenta una crisis, la búsqueda de subsistir, pero los distintos medios que propone hacen que el filme nunca caiga, sino que siempre va avanzando de forma bastante acertada, debido a las diversas situaciones en las que se ven envueltos los personajes.

El cierre de Drifting Clouds valga decir es bastante hermoso y esperanzador, después de todo el sufrimiento una luz de esperanza aflora, a fin de cuentas los problemas son pasajeros, como las nubes que le dan título al largometraje. (César Mena – Krinégrafo.com)