En Eden Lake Steve organiza una escapada romántica de fin de semana con su novia Jenny, a la que planea pedir matrimonio. Sin embargo, en el tranquilo Lago Edén se encuentran con un grupo de adolescentes problemáticos que convierten lo que pudo ser un fin de semana paradisíaco en su peor pesadilla.

Premio Especial del Jurado en el Festival de Sitges 2008

  • IMDb Rating: 6,7
  • RottenTomatoes: 81%

Película / Subtítulos (Calidad 1080p)

 

El cine nos ha advertido en multitud de ocasiones lo peligroso que pueden llegar a ser unas idílicas vacaciones o un inocente fin de semana en según qué destinos. También que hay que andarse con cuidado con esos lugareños de la América profunda y rural, ya que bajo su aspecto de gente amable y sencilla, puede esconder ocultas conductas sociópatas y violentas. El ejemplo más representativo (y cinematográficamente logrado) lo encontramos en Deliverance (1972) de John Boorman, pero desde entonces ha sido un tema recurrente en el género del terror, explotando las posibilidades más sangrientas del tema (en el caso de la polémica I Spit on Your Grave (1978), llegando a extremos casi censurables). Eden Lake (2008), debut en la dirección del británico James Watkins tras una amplia experiencia en series de televisión, sería otra notable aportación al subgénero.

La historia nos presenta a Steve y Jenny, una feliz pareja de novios que se disponen a pasar un tranquilo fin de semana a la orilla del Lago Lake. Durante esta jornada, él tiene planeado dar el paso de pedirle matrimonio a su chica y todo pinta maravilloso hasta que un grupo de adolescentes del lugar acampan cerca de ellos, mostrando una actitud irrespetuosa y agresiva que provoca que Steve tenga que llegar al punto de encararse con ellos. Lo que comienza con desagradables enfrentamientos dialécticos y leves episodios de delincuencia juvenil poco a poco irán transformándose en una terrorífica espiral de violencia llevada hasta sus últimas consecuencias. Una vez más, unos simples “paletos de pueblo” se bastan para incomodar y sacar lo peor de esos turistas de clase media norteamericana que siempre parece mirarles por encima del hombro.

Watkins, curtido guionista hasta esta ópera prima, pone sobre la mesa un tema tan controvertido como el de la conducta violenta que se genera en los jóvenes que han crecido dentro de familias conflictivas en donde una bofetada siempre ha sido la respuesta ante cualquier travesura propia de críos. Es el caso del peligroso Brett, el chico que lidera la pandilla de amigos de personalidades débiles a los que manipula y obliga a cometer auténticas atrocidades con sus víctimas. En este sentido, Watkins es conocedor de que el terror es más angustioso cuando la violencia proviene de personas de corta edad –es inevitable no mencionar el clásico español de Narciso Ibáñez Serrador ¿Quién puede matar a un niño? (1976), filme que se adelantó en el tiempo al relato de Stephen King Los chicos del maíz donde una comunidad de niños se dedicaba a asesinar a los adultos que pasaran por sus tierras–, por lo que inteligentemente, coloca al personaje de Jenny en una auténtica encrucijada moral a través del hecho de que sea una dedicada y dulce maestra de educación infantil que está completamente en contra de ejercer la dureza contra la rebeldía de los niños. Kelly Reilly aporta su dulce rostro y una lograda combinación de fragilidad y energía a su actuación, absolutamente creíble, mientras que el hoy lanzadísimo Michael Fassbender obtenía su primer papel protagonista en un año donde su poderosa interpretación en Hunger (2008) hizo el resto para ponerle en el disparadero.

Eden Lake es una propuesta no apta para estómagos sensibles, ya que sus responsables no se han andado con escrúpulos a la hora de mostrar la violencia en pantalla del modo más gráfico posible. Aquí cada corte, cada puñalada o cada rama que desgarro en la piel por una rama, duele a los ojos del espectador por su escalofriante crudeza. Sin embargo, estos apuntes cercanos al gore no restan ni un ápice de efectividad al filme como impecable artefacto de suspense. El escenario del bosque está sabiamente explotado, logrando que tan espectaculares parajes al aire libre resulten contradictoriamente claustrofóbicos. Pese a estar cercana en el tiempo a la muy similar (narrativa y visualmente) The Last House of the Left (2009), remake de aquel clásico homónimo áspero y sucio de 1972 dirigido por Wes Craven, Eden Lake puede presumir de una mayor complejidad dramática y la portentosa habilidad de su realizador para hacer que su ritmo sea infatigablemente ascendente durante sus 90 tensos minutos de metraje. Justamente reconocida con el Premio especial del jurado en el Festival de Sitges de 2008, la cinta es de las que se quedan grabadas en la memoria durante mucho tiempo, especialmente gracias a un desenlace tan contundente como valiente y arriesgado, capaz de sentirse como un puñetazo en el estómago del espectador. (José Antonio Martín – ElAntepenúltimoMohicano.com)