If I Want To Whistle, I Whistle trata sobre el joven Silviu. Cuando faltan dos semanas para que Silviu salga de un centro de detención de menores, recibe la visita de su hermano pequeño, que le cuenta que su madre, que acaba de llegar de Italia, quiere llevárselo con ella. Silviu tiene razones para tratar de impedirlo por todos los medios. Mientras tanto, se enamora de una chica de un grupo de estudiantes de sociología que va al centro a hacer prácticas.

Gran Premio del Jurado (Festival de Berlín 2010)

  • IMDB Rating: 7,2
  • Rottentomatoes:  65%

Película / Subtítulo

Galardonada en el festival de Berlín, If I Want To Whistle, I Whistle es la última película rumana que traspasa fronteras y abre camino a sus compatriotas en el resto del continente.

Dirigida por el floreciente Florin Serban y co-escrita por él mismo y Catalin Mitulescu impacta la sobriedad de la propuesta y lo efectivo de la actuación de George Pistereanu. La cinta es una adaptación de la obra de teatro de Andreea Valean a la que, según palabras del propio director, se le han cambiado, rehecho y añadido muchos elementos y detalles.

If I Want To Whistle, I Whistle sumerge al espectador en la historia de Silviu, un joven rumano recluido en un centro de menores del que no sabemos nada pero al que iremos conociendo poco a poco a medida que la trama avanza, lentamente, reconstruyendo su pasado y la realidad a la que se enfrenta. El espectador sigue a Silviu en su día a día y se encuentra tan prisionero como él: Serban muestra el mundo desde el punto de vista del prisionero con todas sus consecuencias reteniendo al espectador entre las vallas del complejo.

If I Want To Whistle, I Whistle es no solo un retrato de una realidad social su país sino que trasciende más allá de sus fronteras. La exclusión social, la delincuencia juvenil o los problemas familiares que se retratan en la cinta de Serban se dan cualquier otro país occidental, si bien la historia se ancla a Rumanía en con ciertos elementos propios. Lo importante, al fin y al cabo, no es el dónde, sino el qué.

Por encima de la sobriedad, la historia o cualquier otro elemento destaca el protagonista, Silviu, interpretado por George Pistereanu, una fuerza de la naturaleza que es capaz de transmitir sentimientos con una mirada, un gesto o una palabra. El ritmo lento de los dos primeros tercios de la historia se hacen llevaderos al dejarse el espectador guiar por los ojos de Pistereanu.

El último tercio del film, sin embargo, da un giro de ciento ochenta grados a la historia y convierte a If I Want To Whistle, I Whistle en mucho más que una simple película de carácter social emparentándola, a un nivel muy básico, con, por citar un título más o menos reciente, nuestra “Celda 211”.

En definitiva If I Want To Whistle, I Whistle es en sus dos primeros tercios puro cine alternativo y social opuesto totalmente al comercial pero que, llegado a cierto punto, experimenta con la fusión de géneros sorprendiendo al espectador. Una propuesta diferente y sin concesiones. (Víctor Martín Pozuelo – videodromo.es)