En Me and Earl and the Dying Girl, Greg pasa el último año del instituto de la forma más anónima posible, evitando todo tipo de relaciones, mientras en secreto hace extrañas películas con su único amigo. Esta situación cambiará cuando su madre le obliga a hacerse amigo de una compañera de clase con leucemia.

  • IMDB rating: 7,8
  • RottemTomatoes: 82%

Mejor Película y Premio del Público en el Festival de Sundance 2015

Pelicula / Subtítulo

La muerte no debería de ser un motivo de preocupación para un adolescente que apenas está empezando a adaptarse a la vida. Alguien como Greg, el protagonista de Me and Earl and The Dying Girl, un joven que defiende su privilegiada situación camaleónica en el último año de instituto, ya tiene bastantes problemas y responsabilidades como para además preocuparse por posibles fallecimientos ajenos. Pese a ello, Greg es un buen chico, y cuando su madre le pide que se encargue de entretener a Rachel, una vecina de su edad que acaba de ser diagnosticada con leucemia, hará todo lo posible por animar a su compañera con su torpemente carismática personalidad.

Así comienza Me and Earl and The Dying Girl, con la perfecta relación entre una adolescente en un estado bastante avanzado de depresión, y un amigo a la fuerza (o niñera), cuyo perfeccionamiento en el arte de la ubicuidad, mejorado hasta el punto de convertirlo en todo lo contrario: una pertinaz invisibilidad absoluta muy útil para evitar conflictos con cualquiera de los misteriosos personajes que vagan por el instituto, lo convierte en un compañero perfecto a prueba de hipocresías piadosas. Greg ha trabajado duro durante el período estudiantil para ser inmune a la empatía; su misión consiste en hacerse visible el tiempo justo para pasar inadvertido, que nadie lo eche de menos por su constante ausencia, ni de más por su excesiva presencia. Casi siempre lo encontramos en compañía de su profesor de Historia, un exaltado amante de los tatuajes y con una exagerada obsesión por la investigación académica. Junto a él encontramos a Earl, su inseparable “no-amigo”. Greg y Earl se conocen desde la más tierna infancia aunque, según ellos, su relación se basa en la simple colaboración laboral. El protagonista ha estado expuesto, desde que tiene uso de razón, a las cinefilias de su padre, un amante de las aventuras coloniales de Werner Herzog. Esta influencia ha llevado al propio Greg a la dirección de sus propias adaptaciones de los grandes clásicos, empresa para la cual tuvo que recurrir a Earl como actor principal. Éste vive en su mismo vecindario (aunque en una zona mucho más peligrosa), y tiene un hermano mayor y un perro, que parece haberla tomado con el pobre Greg pues no deja de ladrarle. Así es precisamente como se afianza un buen compañerismo entre socios, compartiendo almuerzo a diario, trabajando juntos por las tardes para la creación de su extensa filmografía (hasta 42 remakes realizados), y relajándose con un esporádico helado tras el esfuerzo realizado a lo largo del largo día. Al fin y al cabo, ¿Quién decide de qué se compone una amistad? Todo cambiará inexorablemente cuando Rachel entre en sus vidas. Greg pasará de inmediato de la habitual condescendencia impostada con la que trata a todo el mundo, a una empatía afectiva genuina que lo volverá más torpe en su elaborada coartada. De esta manera perderá su preciada invisibilidad y comenzarán a lloverle enemigos irreconciliables, al tiempo que da inicio un nuevo episodio de su vida: la amistad condenada.