En Night Moves al detective privado Harry Moseby lo contrata una actriz hollywoodiense decadente y alcohólica para que encuentre a su hija.

  • IMDb Rating: 7.1
  • RottenTomatoes: 83%

Película / Subtítulos (Calidad 1080p)

 

Emblemático thriller “noir” de carácter existencial, que tiene como protagonista a Harry Moseby, un antiguo deportista, ahora investigador privado en Los Ángeles (Gene Hackman), que recibe el encargo de encontrar a una joven desaparecida en un tiempo en el que siente que su vida personal y profesional se desmorona. La búsqueda de la joven, con viajes al estado de Florida, le servirán para tratar de encontrarse también así mismo. El cineasta norteamericano Arthur Penn (The Chase, Bonnie & Clyde, Little Big Man) –que filma un espectacular e inesperado desenlace- pone a pesar de ello mucho más interés en los personajes que en la trama, destacando sobre todo la caracterización de Hackman en el rol principal, pero también la presencia de Melanie Griffith en uno de sus primeros papeles, así como de Susan Clark, Harris Yulin, John Crawford, James Woods, Edward Binns y Jennifer Warren, como el extraño grupo de personajes con los que se topa un incrédulo Hackman durante su errática investigación de lo sucedido.

Filmada en 1973 pero no estrenada hasta 1975, el director de fotografía de Night Moves fue el norteamericano Bruce Surtees. Habitual del cine de Clint Eastwood y Don Siegel durante la década de los 70 (no en vano, debutó con The Beguiled y Dirty Harry), Surtees fue un director de fotografía notable y notorio por varios aspectos. En primer lugar, por supuesto, porque era hijo del grandísimo y reputadísimo director de fotografía clásico norteamericano Robert Surtees, ganador de tres Oscar y con una envidiable carrera en la Metro Goldwyn Mayer a sus espaldas (y posteriormente, fotógrafo freelance que fue acumulando candidaturas al premio de la Academia de Hollywood hasta su retirada en 1978). Y en segundo lugar, porque además de su colaboración con Eastwood y Siegel, porque el joven Surtees –nominado al Oscar en 1974 por su trabajo en Lenny para Bob Fosse- se hizo una reputación de director de fotografía muy valiente y arriesgado, que más que continuar el legado clásico de su padre, encaminó su carrera por un camino diferente, con una fotografía muy moderna y en la que la subexposición y el tenebrismo, así como su gusto por imágenes muy oscuras, fueron su sello de distinción. En 1985 se despide de Eastwood con Pale Rider; Jack N. Green y Tom Stern continuaron su senda en los films del director. Ese mismo año comienza el declive de Surtees Jr., coincidiendo con el fallecimiento de su padre, quien apenas disfrutó de su retiro, en palabras del hijo. Quién sabe si ello fue lo que le hizo reducir el ritmo y vivir más la vida a Bruce Surtees, pero el caso es que desde que Green tomara su relevo en Malpaso, la productora de Eastwood, tanto su ritmo de trabajo como el interés de las películas en que participó hasta su retiro definitivo en 2002, a los 65 años de edad, disminuyó notablemente.

Aunque Surtees Jr. destacó por su arrojo desde la propia The Beguiled (1970), que fue su debut, en sus primeros títulos aún se aprecian ciertos convencionalismos del sistema y fotografía “de estudio” en el que forzosamente se había formado primero como ayudante y posteriormente como operador de cámara. Si bien hacia The Outlaw Josey Welles (1976) Surtees parecía ya absolutamente formado y con mucha menor evolución por delante, en 1973 cuando filmó el presente título todavía se le aprecia con un estilo moderno, pero en cierto modo híbrido. De esta forma, existe cierta confusión estilística en Night Moves, pues en la misma todavía hay muchas escenas resueltas con luz dura, u otras en que Surtees emplea en exteriores una luz de relleno mucho más visible y aparente que la que usaría muy poco tiempo después. Lo cierto es que sí que se aprecia que es una película rodada con poco material, con niveles bajos de luz, formato esférico y grandes aperturas de diafragma (en contraposición al despliegue de medios de las películas de su padre, siempre clásico y “Hollywoodense” en ese aspecto) pero sin conseguir despegarse por completo de algunos de los usos y costumbres de la época anterior. Quizá en ello también tuviera influencia Arthur Penn, que había solicitado los servicios de Surtees padre en The Chase (en la que tuvo que ser sustituido por Joseph LaShelle al caer enfermo durante el rodaje) o junto con el cual Burnett Guffey ganó el Oscar por Bonnie & Clyde con un trabajo absolutamente clásico, o que acababa de rodar Little Big Man junto a otro director de fotografía de segunda generación, Harry Stradling Jr., quién al contrario que Bruce Surtees, jamás quiso evolucionar sobre el estilo de su padre, que venía desde la época del cine mudo.

Sin embargo, hay escenas de Night Moves que son mucho más propias de Bruce Surtees: no solo aquéllos exteriores nocturnos con Hackman en su coche en Los Ángeles, rodados a la manera de Taxi Driver con lentes a máxima apertura y mucho uso de la luz realmente disponible en la ciudad, sino especialmente, el largo segmento de la película que tiene lugar en los Cayos de Florida durante la noche (“movimientos nocturnos” y no “la noche se mueve”, como la titularon en España). En ellos Surtees hace una iluminación nocturna a base de muy pocos puntos de luz, generalmente laterales, que hace que la pantalla se inunde de negro y, como en las mejores películas de Gordon Willis, se vea “lo que se tiene que ver”. Esas escenas son todo atmósfera y son las que muestran imágenes de más interés y calidad, con un aspecto parecido al de los exteriores nocturnos de títulos como Dirty Harry o Escape From Alcatraz, pero en una vertiente menos realista y sí más de creación de ambientes Lástima que su peso en el conjunto de la película, o mejor dicho, su duración con respecto al total, no representen un porcentaje más elevado, ya que durante el grueso de la película Bruce Surtees está bastante lejos de su mejor nivel, ofreciendo una fotografía adecuada pero en absoluto brillante.

Los resultados son, por lo tanto, muy irregulares desde el punto de vista estético, no solo ya por la indefinición que muestra el estilo visual de la película (alternando una especie de versión a pequeña escala del estilo clásico de Hollywood, con su luz dura y luces de relleno en exteriores, con el estilo moderno y arriesgado más habitual del Surtees evolucionado), sino porque además el primero de los mismos nunca hace que el film posea un aspecto de un especial interés, cosa que sí sucede cuando la acción se traslada a las noches de los Cayos en Florida. Por ello, desgraciadamente, Night Moves es una película que posee muchas virtudes, pero entre las mismas no se encuentra el grueso de su fotografía, en la que además, en su reciente restauración en Blu-ray, sobre la base del negativo original de cámara escaneado a 4K de resolución, se aprecian notablemente múltiples desenfoques a lo largo de la proyección. (HarmonicaCinema.com)