En Paradise Now, Khaled y Said son dos jóvenes palestinos, amigos desde la infancia, a los que reclutan para llevar a cabo un atentado suicida en Tel Aviv. Después de una última noche con sus respectivas familias, de las que no les está permitido despedirse, parten hacia la frontera con explosivos pegados al cuerpo. Sin embargo, nada sale como estaba previsto y una serie de contratiempos les obliga a separarse. Entonces tendrán que replantearse su vida y sus convicciones.
Mejor Película Extranjera (Premios Globo de Oro 2005)
Mejor Película Extranjera (National Board of Review 2005)
Mejor Película Extranjera (Premios Independent Spirit 2005)
Premio del Público (Festival de Berlín 2005)
- IMDB Rating: 7,5
- Rottentomatoes: 89%
El entorno psicológico de una película como Paradise Now viene marcado por la circunstancia con la que no estamos identificados, pero que intentamos descifrar por la condición humana que tenemos. ¿Qué haríamos nosotros en caso de tener la posibilidad? Seguramente la respuesta de un 100% de la población sería nunca atentar contra otras personas. Pero en realidad no se puede decir mucho sin estar en la situación y sin estar en los zapatos de un hombre educado en una sociedad en la que la religión es un modo de vida y por ella se vive y se muere. Precisamente el valor de la película radica en el perdón que le otorgamos a seres malignos que no tiene otra opción que ser malignos. Pero ¿son tan malos?
Paradise Now cuenta la historia de dos palestinos cuyas vidas han sido marcadas por la violencia del país y sus fronteras. Son amigos que han crecido como hermanos y sin embargo no pueden ser más diferentes. Uno es metódico y otro es emocional. Por las tardes analizan sus vidas y lo que ellas pretenden, todo mientras ven las ruinas de un país casi destruido. Ellos mismos han fracasado en lo que quieren hacer pero es que no tienen muchas opciones. Pero un día sus vidas cambian cuando se les asigna para ser inmolados en las calles de Israel y así cumplir el objetivo de prender más el fuego en el conflicto de Israel-Palestina. Cuando dicha noticia se notan destruidos emocionalmente pero valientes ante la promesa de dar su aporte al conflicto. Son procesados, pero cuando llega el día, las cosas no salen muy bien, se separan y sus vidas toman otro camino. Uno de supervivencia en su país. Ya el conflicto no es el que ellos piensan y deben luchar para mantenerse con vida en la noche palestina, traicionera y llena de violencia.
El filme cumple expectativas. Por lo menos las mías. No funciona como propaganda sino como un estudio profundo de la psiquis humana en medio de una decisión de quitarse la vida por una causa en la que a lo mejor no se cree. Y es que eso se les nota. No creen en la causa, no creen en el conflicto. Y sin embargo lo hacen porque necesitan significar algo. Además sus familias serán beneficiosas al ser reconocidos y probablemente remuneradas socialmente. Pero todo esto no puede contra lo que los hombres demuestran al ser preparados para la inmolación y lo que la misma puede conllevar. Escenas de un gran calibre emocional. Demasiado fuertes para poder descartarlas. Además el filme se transforma en la mitad. Antes podíamos estar en contra de todo el proceso. Pero cuando se separan vemos como dos vidas son convertidas en simples escrituras que se desean borrar para dejar impecable el historial de los rebeldes. Existe un adicional toque romántico en toda la situación, el cual añade drama pero no aporta más personalidad a la historia. Cuando se reencuentran, ocurre lo inesperado y lo que no puedo contar. Lo que puedo decir es que el final deja la historia abierta para el espectador. Pareciera que quienes vemos la película debemos decidir, pero días después de haber visto Paradise Now me doy cuenta de lo irrelevente que resulta la justicia o desastre final. No es el resultado de la probabilidad de una rebelión personal. Es el resultado de una actitud humana llevada el extremo. Ya no vemos palestinos o israelíes. Vemos dos hombres luchando contra el miedo de la muerte.
Paradise Now es un filme recomendado por lo que representa y lo que promete pero no da. El final es mucho más efectivo que cualquier filme sobre justicia poética y refleja un conflicto que poco conocemos y que sin embargo lo criticamos. No estoy diciendo que no lo hagamos. Lo que digo es que la religión no debería ser suficiente como para hacer que nos queramos matar entre unos y otros. (Federico Furzan – cinelipsis.com)
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