En Preparations to be Together for an Unknown Period of Time Márta, una neurocirujana de 40 años, se enamora. Deja atrás su brillante carrera en los Estados Unidos y regresa a Budapest para comenzar una nueva vida con el hombre que ama. Pero el que para ella es el amor de su vida afirma nunca haberla conocido antes.

Espiga de Oro a la Mejor Dirección Novel y  Mejor Actriz en el Festival de Valladolid – Seminci 2020

  • IMDb Rating: 6,5
  • RottenTomatoes: 88%

Película / Subtítilos (Calidad 1080p)

 

La premisa de este film es irresistible: una mujer viaja desde Estados Unidos a Hungría –a Budapest más precisamente– para encontrarse con un amante con el que han acordado reunirse en el Puente de la Libertad. Pero el hombre no aparece. Ella lo busca por la ciudad y finalmente lo encuentra, pero al cruzárselo el hombre no la reconoce, no sabe quién es. ¿Qué sucede allí? ¿Será ella que inventó una historia que nunca existió? ¿O será que el hombre está mintiendo? Esta, claro, es una buena idea para arrancar pero luego hay que tener la inteligencia y el talento para seguir adelante, creando una historia lo suficientemente inquietante como para captar la atención de los espectadores. Y esta película húngara lo hace.

En un tono que recuerda más al cine del polaco Krszysztof Kieslowski que a dramas de misterio y suspenso norteamericanos, Preparations to be Together for an Unknown Period of Time pone en duda la realidad de lo que está viendo Marta, la protagonista, una neurocirujana húngara de unos 40 años que vive y trabaja en Nueva Jersey. Ilusionada con encontrarse con el hombre que el que supuestamente tuvo un affaire un mes atrás, la mujer regresa a su país y se topa con ese «no sé quién sos» que no solo la destruye emocionalmente sino que la hace dudar de su propia sanidad. Es ella misma la que no está segura de haber vivido lo que cree haber vivido.

Marta decide quedarse en Budapest y no volver a los Estados Unidos. Y entrará a trabajar en el mismo hospital que János, que también es neurocirujano (se ¿conocieron? en un congreso) an el mismo lugar. De allí en adelante, mientras el film intercala visitas a un psicólogo al que le va contando sus sensaciones y dudas, Marta empezará (o volverá) a acercarse a János primero profesionalmente para luego ir acercándose de a poco de manera personal. Pero, de vuelta, la sensación de no saber qué es lo que realmente está sucediendo y qué es lo que está en su cabeza (no solo en este aspecto sino en otros de su vida) la seguirá confundiendo. ¿O acaso haya alguna otra cosa más que no sabemos?

La segunda película de Horvát juega también a partir de la profesión que ambos tienen, poniendo en primer plano cuestiones ligadas al funcionamiento del aparato neuronal y a la capacidad (o no) de comprender la realidad en la que nos movemos si algo allí falla. Marta parece muy profesional y efectiva en su trabajo, pero cuando se enreda en situaciones personales/románticas (János no es el único «candidato»), la mujer parece perder todas esas seguridades y funcionar de una manera esquiva, misteriosa, casi incomprensible. A tal punto que por momentos será ya el espectador el que no sabrá qué cosas de las que se ve son ciertas y qué están solo en su imaginación. De hecho, hay algo de versión, con los sexos cambiados, de Vertigo, de Alfred Hitchcock.

Intrigante y curiosa, un tanto inabordable en ciertos momentos pero muy ajustada en sus apuntes visuales y en la manera en la que el clima creado cinematográficamente –la película fue filmada en 35mm. y se nota– responde a la extrañeza de los comportamientos, Preparations to be Together for an Unknown Period of Time  (el título completo tiene su elegancia) es también una película sobre la subjetividad, sobre la manera en la que nos relacionamos con la realidad desde una perspectiva muy propia que nos lleva a tener una visión muy sesgada –y hasta imaginaria– de las cosas. Y sobre el amor: el que existe, el que creemos que existe y el que nunca existió ni existirá. (Diego Lerer – MicropsiaCine.com)