Cuando India Stoker, una adolescente, pierde a su padre en un trágico accidente de coche el día en que cumple 18 años, su vida se hace añicos. Su impasible comportamiento oculta profundos sentimientos que sólo su padre comprendía. Su tío Charlie, cuya existencia desconocía, aparece por sorpresa en el funeral y decide quedarse una temporada en casa de India y de su inestable madre. Aunque al principio desconfía de él, pronto se da cuenta de que tienen mucho en común.

  • IMDb Rating: 6,8
  • RottemTomatoes: 69%

Película / Subtítulo (Calidad 1080p)

El coreano Park Chan-wook se suma, con Stoker, a la larga lista de cineastas extranjeros que se pasan a Hollywood. A la vez, siendo un realizador con marcas estilísticas muy fuertes, los resultados no son del todo despreciables sino, más bien, extraños, lo que transforma a esta película en un curioso híbrido que vale la pena analizar. Famoso, básicamente, por Oldboy, Park se puso al mando de un filme que uno podría describir como una cruza de filme de terror, melodrama de los ’50 y película de suspenso hitchcockiana. Pero esa descripción no lograría transmitir la casi bizarra especificidad de este material y de la forma en que está manejado.

India Stoker (Mia Wasikowska, en plan chica deprimida y conflictuada) acaba de perder a su padre en un accidente automovilístico. Su madre, Evelyn, con la que nunca se llevó bien, vive con ella en una gran casona. Hasta allí llega Charles (Matthew Goode), un tío que India no había visto en muchos años (de hecho, ni sabía de su existencia), que de la nada se instala en la casa, provocando una división aún más fuerte entre madre e hija, ya que este misterioso hombre parece tener ojos para las dos. Así, mientras Park se regodea con pirotecnias visuales, juega con formas y colores y planta escenas sangrientas y eróticas, intentando transformar la historia en un mix de figuras hitchcockianas, con The Shadow of a Doubt como la más clara influencia, en un escenario propio de un melodrama de Douglas Sirk (Sirk + Tim Burton, tal vez), se va desarrollando esta historia de intrigas, suspicacias y suspenso.

Charles ayudará a India a lidiar con agresiones en el colegio, pero también seducirá a la muy necesitada Evelyn, mientras en paralelo algunos personajes secundarios empiezan a desaparecer misteriosamente. ¿Quién es este hombre? ¿Por qué actúa como actúa? ¿Cómo resolverán madre e hija la tensión cada vez más extrema a la que llegan por su culpa? Viendo Stoker uno a veces tiene la impresión de que se trataba de un guión más o menos clásico de terror y suspenso, y que Park tomó la decisión de darle un fuerte toque autoral, alejándolo de las rutas estéticas convencionales. Uno nota que la trama no es muy original ni fuera de lo común y, a la vez, lo que no se puede dejar de notar es que el director quiso ponerle su marca, a veces de forma lograda.

Triángulo con manipulaciones varias y cruzadas para una película extrema, embriagadora, perturbadora, llena de escenas notables… y de las otras.  No estamos -claro está- ante una obra maestra, pero sí ante una clase sobre técnica cinematográfica a cargo de un verdadero genio en el terreno de la elaboración estética.