Strong Island analiza la muerte violenta del hermano del director y el sistema judicial que envolvió el caso. Este documental cuestiona el miedo homicida y la percepción racial.

Nominado Mejor Documental (Premios Oscar 2017)

Premio Especial del Jurado – Documental (Festival de Sundance 2017)

Mejor Documental (Premios Gotham 2017)

  • IMDB Rating: 6,4
  • Rottentomatoes: 100%

Película / Subtítulos (Calidad 720p)

 

En una de las temporadas de premios más atípicas se cuela Strong Island (2017). Un documental nominado al Oscar que a simple vista parece ser una excusa más para hablar del conflicto racial estadounidense pero que demuestra ser un relato intimo sobre las consecuencias que trae perder a un ser querido.

Strong Island forma parte del catálogo de Netflix a nivel global y cuenta de forma muy personal el declive de la familia del director luego del asesinato de su hermano. La historia se desenvuelve entre entrevistas a familiares y amigos y una especie de narración audiovisual conducida por el director en un plano tan corto que en principio intimida, pero ayuda para generar empatía por el narrador y su exposición.

Yance Ford es el primer director transgénero con una nominación a los premios de la academia. Su labor en su ópera prima, Strong Island, es destacable tomando decisiones determinantes para separar a esta obra de cualquier otro documental sobre la disparidad racial estadounidense. Porque la cercanía con los hechos que cuenta, junto a la versión -única- de la familia genera un relato cargado de subjetividad que vuelve a la historia más real, más palpable.

Los dos ejes principales de la historia son el luto y la supuesta falta de justicia luego de que Mark Reilly, un joven blanco, asesine a William Jr. con un rifle cuando este estaba desarmado. Estos dos ejes se complementan. Es aludido por los entrevistados que la falta de justicia no solo incrementa el dolor, sino que también es la gran causa para que este dolor no cese. Daría la sensación de que la justicia, como debería, se respalda en los hechos para resolver cualquier conflicto, la familia del director en cambio se apoya en lo único que tienen, el sentimiento. Después está en el espectador responder por sí mismo las preguntas que el documental plantea. Cuanto tuvieron que ver el racismo y el prejuicio para que el caso tenga la resolución que tuvo, porque está claro que no hay una sola versión de los hechos.

Los momentos más puros y genuinos del documental ocurren cuando Yance se expone frente a cámara, su dolor, su pesar y la forma en la que se abre son atrapantes. El dolor que expresa el director no interesa de una manera morbosa, lo personal y detallada que es su historia genera que el espectador se conecte inmediatamente con ella. No compartimos nada con historias que aun que representen un contexto o una problemática global nos ocurren a lo lejos, los detalles apasionan, los detalles nos diferencian, pero nos unen. En definitiva el luto de la familia y específicamente el del director termina ganando terreno en la trama por sobre la justicia injusta.

El director en su dolor intenta justificar y responsabilizarse en una mínima medida por la muerte de su hermano, entiende que si hubiera avisado a su familia sobre un incidente previo al asesinato el final hubiera sido otro. Asi le pone un fundamento, pone la muerte de su hermano sobre la tierra en vez de dejarla en la nada, si no encuentra un fundamento en el mismo, la muerte de su hermano está en todos lados, todo el tiempo. Esto sería una carga mucho más dañina que echarse la culpa a él mismo cuando tenía 19 años por ser inmaduro. Esta revelación es más profunda y sincera que el enojo ante una sociedad injusta.

Tal vez Strong Island no logre ser una representación del conflicto racial estadounidense por ser demasiado íntima y personal. Encontrar los sucesos que le ocurren a esta familia como la norma en cuanto al racismo impregnado en la cultura americana es posible. La idea es contar la historia sobre los pesares de una familia de color estadounidense, para contar la historia sobre los pesares de todas las familias de color estadounidenses. (Martín Ariel Masri – escribiendocine.com)