Seis años después de la muerte de su marido, Amelia no se ha recuperado todavía, pero tiene que educar a Samuel, su hijo de seis años, que vive aterrorizado por un monstruo que se le aparece en sueños y amenaza con matarlos. Cuando un inquietante libro de cuentos llamado The Babadook aparece en su casa, Samuel llega al convencimiento de que el Babadook es la criatura con la que ha estado soñando. Entonces sus alucinaciones se hacen incontrolables y su conducta, impredecible y violenta. Pero, de repente, empieza a sentir a su alrededor una presencia siniestra que la lleva a pensar que los temores de su hijo podrían ser reales.

Premio del Jurado y Mejor Actriz en el Festival de Cine de Sitges 2014
Mejor Ópera Prima en el Círculo de Críticos de Nueva York 2014
  • IMDb Rating: 7,0
  • RottenTomatoes: 98%

Película / Subtítulos (Calidad 1080p)

 

Es The Babadook una de las mejores y más ambiciosas películas de terror que ha dado el género en años. El debut de Jennifer Kent funciona como un tiro en su condición de cruce de película de acoso doméstico y de monstruos. En ella, una mujer y su hijo, un niño difícil, encuentran un extraño cuento que abre la puerta de su casa al Babadook del título, ser maligno que amenaza con acabar con ellos. La invocación del monstruo desde las páginas del libro activa una pesadilla atroz.

Kent levanta un imaginario escalofriante (una casa fría y agonizante, lejos del ideal de hogar), demuestra un dominio increíble del suspense, los espacios (el terror acecha en cada rincón) y el sobresalto, y propone personajes difíciles de descifrar. No son mecanismos nuevos, sino más bien comunes a los flms de terror más eficaces. Pero aquí adquieren una dimensión más oscura y estremecedora al estar supeditados a los procesos internos de sus personajes. En un film que, por esto último (y más a nivel conceptual que estético) remite a películas de Roman Polanski como Rosemary’s Baby  o Le Locataire, la cineasta traduce en recursos del género la frágil salud mental de una madre y su hijo acechados por la culpa, la depresión y la locura. La cumbre: el diseño del monstruo a partir de sus miedos. (Desirée De Fez – Fotogramas)

Una buena película de terror puede ser una de las mejores experiencias cinematográficas que hay. Pocas cosas se igualan a la sensación de perder el control y quedar a merced del miedo. Desafortunadamente, la mayoría de las producciones del género que pasan por nuestras pantallas no producen frío ni calor. Por eso no hay que perderse The Babadook, la mejor cinta de terror que ha llegado a nuestras pantallas en varios meses.

La trama gira alrededor de la compleja relación que existe entre una madre y su hijo. Tras un parto difícil y la muerte del padre en un accidente, Amelia debe lidiar con el pequeño Sam, un niño problemático que agrede a otros muchachos y construye armas artesanales para defenderse de monstruos imaginarios. La situación se vuelve inmanejable cuando la madre tiene la mala idea de leerle al niño un libro sobre un personaje aterrador: The Babadook.

A diferencia de muchas películas que tratan de asustar a punta de imágenes y ruidos imprevistos, The Babadook es un admirable ejemplo de cómo construir una atmósfera de zozobra. La debutante directora australiana Jennifer Kent aprovecha su conocimiento de la naturaleza femenina para desarrollar una conflictiva relación maternal, en la que el amor es solo un manto que oculta sentimientos más complejos y oscuros.

Para que la cinta funcione se requiere que el espectador se sumerja en el fondo de esta turbia relación, lo que se logra gracias al trabajo de Essie Davis y Noah Wiseman. Sus notables caracterizaciones y la diestra mano de Kent nos recuerdan que el más aterrador de los miedos no está afuera, sino que habita dentro de nosotros mismos. (Mauricio Reina – El Tiempo)