Tre Piani son relatos sobre los miembros de tres familias cuyos apartamentos están en el mismo bloque de clase media. Se trata de un joven matrimonio, Lucio y Sara, que sospecha que su vecino Renato, ha abusado de su hija; una madre, Monica cuyo marido Giorgio está siempre fuera trabajando; y una juez jubilada, Dora que ejerce el mismo trabajo de su marido Vittorio.

  • IMDb Rating: 6,3
  • FilmAffinity: 6,5

Película / Subtítulo (Calidad 1080p)

 

Una mujer camina con paso errático por la calle. Son altas horas de la madrugada y la calle no está bien iluminada. Resulta que la pobre está a punto de dar a luz y no tiene quien la asista. Va pidiendo ayuda, desesperadamente, desgañitándose. De repente, un coche gira la esquina y se acerca a ella. Pero va muy deprisa, demasiado como para detenerse. Y, en efecto, ella tiene que esquivarlo en el último momento; el coche también da un giro brusco… con la mala suerte de arrollar con ello a otra mujer. Pero hay más, porque sigue sin detenerse y avanza velozmente hasta estamparse contra la pared de un hogar que queda destruido.

Así empieza, literalmente, la nueva película de Nanni Moretti, adaptación de la novela homónima de Eskhol Nevo. Se trata de un drama coral (con la intervención de por lo menos una decena de personajes de peso) que sigue la vida de tres familias que comparten el espacio del mismo bloque de departamentos. Una película río dividida en tres actos (cada uno de ellos separado por un salto de cinco años) que avanza con la contundencia de las aguas revueltas. No se puede razonar con ellas, como tampoco se puede llevar la contraria a Moretti (porque casi siempre tiene razón).

Pero, en realidad, en Tre Piani todo son llamas que abrasan, todo son personajes fogosos en situaciones volcánicas. Nanni Moretti en su salsa; en ese miasma donde se cuecen las grandes tragedias y alegrías de la vida. Su nueva película es exactamente esto: una concatenación, de dos horas de duración, de estos golpes del destino con los que, por ejemplo, se nutren las soap operas. Hay mucho de este formato televisivo en este film: en efecto, no hay ningún personaje que llegue a la línea de meta sin ningún sobresalto en su historial.

Un padre le dice a su hijo que no quiere volverlo a ver nunca más, otro asalta a su vecino, convencido de que este ha abusado sexualmente de su hija menor de edad; un hermano amenaza de muerte a otro, una madre teme caer presa de la misma demencia que se ha llevado a su progenitora… Con el arrojo, contundencia y convicción de ese cine que no conoce medias tintas, pues estas no sirven a la hora de afrontar los baches tremendos que marcan el camino.

Subimos, y bajamos, pensando siempre que jamás podremos reponernos… pero de alguna manera, siguiendo. Avanzando, teniendo más claro, a cada paso efectuado, que “las cosas” nunca se arreglarán del todo; que cada malentendido aclarado habrá creado por lo menos otro conflicto. Un poderoso espíritu caótico gobierna el devenir de todos los frentes en Tre Piani, y claro, el descontrol (sobre todo el que tiene que ver con la vida de los seres queridos), llama al grito, al llanto, a rasgarse las vestiduras.

Pero, a la larga, y aquí está el punto, llama a la calma; al amor hacia el otro, a pesar de todos sus defectos. En un principio no lo parece, pero al final queda claro que en Tre Piani no hay gente “mala”, solo personas en constante tránsito hacia la bondad o, si se prefiere, hacia la comprensión empática de su entorno. El gancho de muchos frentes está en la búsqueda de una verdad esquiva, cinematográficamente elíptica; una duda que alimenta miedos, complejos… malas decisiones. Pero, tarde o temprano, acaba imponiéndose algo mucho más difícil de conquistar: el perdón. Es la gloriosa madurez de Nanni Moretti, un hombre tan impulsivo en su fachada como sabio en su interior. (Victor Esquirol – OtrosCines.com)