En Tuesday After Christmas,  Paul y Adriana están casados desde hace diez años y tienen una hija de ocho. Desde hace seis meses, Paul mantiene una relación extraconyugal con la dentista Raluca. Antes de Navidad, Paul, que intenta distribuir su tiempo entre su amante, la compra de regalos y las veladas en familia, decide llevar a su hija al consultorio de Raluca. Un imprevisto en la agenda de Adriana provoca un encuentro entre las dos mujeres, situación que colocará a Paul frente a una difícil elección.

Mejor Película, Mejor Actor y Mejor Actriz en el Festival de Gijón 2010
Mejor Actriz en el Festival de Mar del Plata 2010
Mejor Actriz en el Festival de Sarajevo 2010
  • IMDb Rating: 7,0
  • RottenTomatoes: 73%

Película / Subtítulo

 

En los últimos años, el cine intimista parece haber tomado la senda de la grandilocuencia, tanto en su versión más exhibicionista e impúdica, como en su acepción operística y neoclásica (pienso en la magnífica Two Lovers, de James Gray). En este panorama, salvo en contadas excepciones, como en la maravillosa Sehnsucht, de Valeska Grisebach, hay poco lugar para un cine sutil, que aspire a dar forma a lo intangible a través del detalle. En ese territorio se sitúa la magnífica Tuesday After Christmas, del rumano Radu Muntean. Planteada como la versión discreta, en sordina, de Escenas de la Vida Conyugal, de Ingmar Bergman, Muntean esboza con delicadeza un triángulo amoroso en el que todos los vértices son tratados con el mismo respeto. Un planteamiento democrático en el que no hay lugar para el enjuiciamiento de los personajes.

En torno a este principio de no agresión, Muntean explora las posibilidades del naturalismo articulando una pieza de cámara compuesta enteramente por planos-secuencia. Así, gracias a un intenso trabajo previo de ensayos y a la adecuación del texto al (descomunal) potencial de los actores, el film encadena una serie de primorosas coreografías emocionales en las que cada pequeño gesto o palabra desencadena un torbellino de ecos dramáticos, a la manera de los relatos de Raymond Carver.

En cine, hay pocas cosas más difíciles que el control escénico de una hemorragia sentimental. Aun filmada desde la distancia, la brecha limpia, certera, puede resultar incontenible. Ser capaz de cauterizar la herida y reconducir el drama (sobrio o desatado) hacia una forma de comprensión y conocimiento está en las manos de unos pocos elegidos. Con Tuesday After Christmas, Muntean parece haberse ganado una invitación para incorporarse a este selecto club, en cuyo consejo directivo constan los nombres de Philippe Garrel, John Cassavetes, Naomi Kawase o Tsai Ming-liang, entre otros. Bienvenido sea. ( Manu Yáñez Murillo y Josefina Sartora – OtrosCines.com)