En A Rainy Day in New York, Gatsby Welles y Ashleigh son una joven pareja enamorada de universitarios que se dispone a pasar un fin de semana en la ciudad de Nueva York. Ella va a entrevistar al reconocido cineasta Roland Pollard, que pasa por un momento de crisis creativa, y durante su azarosa aventura conocerá al cautivador actor Francisco Vega. Por su parte, Gatsby también conocerá a una joven, Chan, que le ayudará a poner en orden sus sentimientos. El lluvioso fin de semana estará plagado de encuentros, desencuentros y equívocos.

  • IMDB Rating: 6,6
  • Rottentomatoes: 58%

Película / Subtítulos (Calidad 1080p)

 

Volvió Woody Allen al mundo, excluyendo a los Estados Unidos donde, paradójicamente, se sitúa A Rainy Day in New York, como el nombre lo indica. En fin, no vamos a entrar aquí nuevamente en la cuestión acerca de la vida privada de Allen, sus problemas con la ley y con las acusaciones. Hablemos de cine.

Es evidente que Woody no tiene mucho más para decir respecto del mundo, y que, con el tiempo, se ha vuelto un poco más misántropo aunque todavía cree en cierta forma del amor. Aquí hay varias historias, cuyo núcleo es el personaje de Elle Fanning, una chica que no solo tiene que pasar un fin de semana con su novio en Nueva York sino, también, realizar algunas entrevistas para un trabajo relacionado con el mundo del cine. Esto se estructura con personajes que ya son modos de Woody: la chica que parece ingenua y termina ridiculizada, la joven buena, el joven inseguro y un poco neurótico, los señores con poder y un poco o un mucho lascivos.

De algún modo, todos estos personajes son destilados del propio Woody, más allá de la obviedad de que pertenecen a su cerebro. Son, también, la representación ambigua de su Nueva York, ciudad amada pero siempre vista un poco como esas cosas que nunca se alcanzan, a la que en última instancia –como a la protagonista– se ridiculiza un poco.

Hay buenas frases, buenas secuencias y buen humor. Y hay una idea en tiempos en que la juventud se ve como vanguardia del mundo: la edad no garantiza bondad o inteligencia. Ni para mal ni para bien. No es poco. (Leonardo D’Espósito – noticias.perfil.com)

Un joven inteligente, algo displicente, amigo del poker y las viejas melodías tocadas al piano en los night clubs, quiere mostrarle a su novia lo más bonito de Nueva York. La chica es una provinciana luminosa, carnosa, periodista en ciernes, que quiere entrevistar a un director de moda. Pronto los enamorados van a desencontrarse. Cándida y voluntariosa, ella vivirá riesgosos encuentros con tres típicos personajes del negocio del cine. Lánguido y suspicaz, él será orientado por tres mujeres de diversa experiencia en materia de amoríos, no tanto de amores. En el reencuentro, cada quien será, como decía Samuel Tayor Coleridge, “si no más rico, más sabio”.

Eso es, básicamente, lo que ocurre en A Rainy Day in New York, esta suerte de vodevil americano, entretenido, gozoso, revelador, sentimental y cínico al mismo tiempo, lleno de frases ingeniosas, una atrás de otra, amén de situaciones irónicas, lindas locaciones y suaves temas de Errol Garner, Irving Berlin y otros músicos de mejores tiempos. En la apertura se disfruta la voz de Bing Crosby haciendo “I got lucky in the rain”. Hacia la mitad, Timothée Chalamet canturrea decentemente “Everythings happen to me”. Al final, más que una canción, habrá dos elecciones. Una de ellas será entre Elle Fanning, la rubia, la inocente, y Selena Gómez, la morocha, la despabilada (en otros tiempos habría sido “la mala”).

En síntesis: el maestro Woody Allen, autor de este deleite, nos devuelve enriquecido y actualizado el humor de las comedias de los ’30 previas a la censura del Código Hays, y el humor de sus propias comedias de comienzos de los ’80. El resultado es bien placentero, aunque alguna gente le tire piedras por una acusación desautorizada en Tribunales, o sencillamente porque no entiende algunos chistes, por ejemplo cuando alguien dice que un cuadro de Hyeronimus Bosch, nada menos, lo pone romántico. (Paraná Sendrós – ambito.com)