Amarcord transcurre en Italia durante los años 30. Es una crónica de la vida cotidiana en un pueblo del norte de Italia durante el fascismo.
Mejor Película Extranjera (Premios Oscar 1974)
Mejor Película y Mejor Director (Premios David di Donatello 1973)
Mejor Película y Mejor Director (Círculo de Críticos de Nueva York 1974)
- IMDB Rating: 8,0
- Rottentomatoes: 91%
Federico Fellini (1920-1993) es uno de los grandes maestros del séptimo arte, tanto en su faceta de guionista como de director, y Amarcord, una de sus películas más queridas y recordadas, quizás la más personal, aunque a Fellini le hubiera molestado enormemente que dijéramos que es autobiográfica. Lo cierto es que el guion, escrito por el propio Fellini y Tonino Guerra, es una sucesión de episodios que ocurren en un pequeño pueblo costero del norte de Italia a lo largo de un año entero, desde que llegan los vilanos en primavera hasta que se repite ese mismo fenómeno un año después. Lo que se presenta en pantalla, por tanto, es una sugerente galería de personajes y sucesos que conforman un microcosmos que podría haber sido el de cualquier pueblo de la Italia fascista de los años treinta.
Amarcord es la primera película en la que Fellini colabora con Tonino Guerra, poeta y uno de los grandes guionistas del cine italiano, colaborador habitual de directores como Michelangelo Antonioni y Theo Angelopoulos. Aunque Guerra colaboró con Fellini en dos ocasiones más, en Y la nave va (E la nave va, 1983) y Ginger y Fred (Ginger e Fred, 1986), no había nadie mejor que él para escribir el guion de Amarcord, ya que Guerra había nacido en 1920 en Santarcangelo di Romagna, un pueblo que distaba apenas diez kilómetros de la Rímini natal de Fellini. En el resto del apartado técnico, Fellini se rodeó de algunos de los más prestigiosos profesionales del cine italiano, como el director de fotografía Giuseppe Rotunno, el compositor Nino Rota (cuya partitura para Amarcord quedará para siempre en la memoria) o el diseñador de vestuario Danilo Donati, todos ellos colaboradores en distintos films de Fellini.
En cuanto al reparto, en cambio, la elección fue muy distinta, ya que, salvo en los casos de Magali Noël (la Gradisca, la peluquera de cuyo trasero andan enamorados todos los adolescentes) y Ciccio Ingrassia (Teo, el tío loco de Titta, que protagoniza una de las mejores escenas de Amarcord), Fellini optó por actores no profesionales o, en todo caso, procedentes de teatros de provincias o del music‑hall. Es, sin duda, una elección muy acertada, pues así logra crear una atmósfera y, sobre todo, diluir protagonismos individuales. Además, el propio Fellini había comenzado en ese difícil mundo del teatro de variedades.
El título ha sido uno de los aspectos más debatidos de esta película. ¿Qué significa Amarcord? Al parecer, es un neologismo del propio Fellini, pero que procede de la contracción de “A m’acord”, que es la forma en que se pronuncia “Io mi ricordo” (“me acuerdo”) en la región de Emilia‑Romagna. Aunque se rodaron algunos exteriores en Anzio y en la propia Rímini, casi todo lo que se ve en escena fue construido en un enorme decorado, en el Estudio 5 de Cinecittà.
No hay más línea argumental que la que marca el paso del tiempo en un mismo espacio: se relata un año en la vida de un pueblo de la Italia fascista en los años treinta, antes de la Segunda Guerra Mundial. Para ello, Fellini se ha servido fundamentalmente de dos personajes en torno a los cuales giran casi todas las historias individuales. Se trata de Titta Biondi (Bruno Zanin) y la ya mencionada Gradisca. Aparte quedan los episodios colectivos, en los que participan casi todos los habitantes del pueblo: la fogata de primavera, la carrera de las Mil Millas, el paso del transatlántico Grand Rex…
En realidad, el material original de Amarcord procede de un texto que Fellini escribió en 1966, durante una larga convalecencia: La mia Rimini. Son, por tanto, recuerdos de la infancia y adolescencia de Fellini, mitificados o transfigurados por la memoria. Hay muchas imágenes de esta película que forman ya parte de la memoria colectiva, como los enormes pechos de la estanquera (Maria Antonietta Beluzzi), la inquietante mirada de Volpina, la prostituta (Josiane Tanzilli), los extravagantes profesores de Titta o la personalidad de su tío Patacca (Nando Orfei), que siempre come con una redecilla en el pelo.
Dentro de la filmografía felliniana, Amarcord remite, en cierto modo, a Los inútiles (I vitelloni, 1953) y está relacionada con Y la nave va, pero es la última entrega de una trilogía que se había iniciado con Los clowns (I clowns, 1970) y Roma (1972). Al final, es una película sobre la memoria, sobre lo que hay de universal en lo particular, sobre cómo los recuerdos personales de un solo individuo pueden convertirse en universales. Se trata, al cabo, de un ciclo, de la vida de un lugar a lo largo de cuatro estaciones. Nada más y nada menos, pero con la magnífica partitura de Nino Rota de fondo, una excelente banda sonora para la vida. (Joaquín Juan Penalva – elespectadorimaginario.com)
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