En How to Blow Up a Pipeline,  un grupo de personas que elige la violencia como vía para luchar contra el cambio climático, planifica un atentado contra un oleoducto.

  • IMDb Rating: 7,1
  • FilmAffinity: 6,9

Película / Subtítulos (Calidad 1080p)

 

El activismo ecologista formó parte de ficciones como Night Moves, de Kelly Reichardt; Fast Food Nation, de Richard Linklater; y Okja, de Bong Joon-ho, pero Daniel Goldhaber lo lleva a una dimensión aún más audaz, extrema y radical con la transposición del libro/manifiesto de Andreas Malm.

Tras la muerte de su madre a causa de una ola de calor, Xóchitl (Ariela Barer) decide que es tiempo de pasar a la acción en su militancia concientizadora contra el cambio climático y convoca a otros jóvenes de diversas ciudades y también hartos de los abusos del poder político y corporativo con el objetivo de volar un oleoducto en Texas.

El realizador de Cam muestra los minuciosos preparativos del atentado (queda lo fácil que es generar explosivos con materiales que se consiguen en cualquier tienda), pero apela a una estructura coral, fragmentaria, en zigzag, que va y viene en el tiempo para ir narrando también las relaciones y dinámicas entre los distintos personajes, sus situaciones familiares, sus pensamientos.

Lejos de la solemnidad y la bajada de línea tan propia de la corrección política, How to Blow up a Pipeline resulta un thriller incendiario, urgente y visceral con una interesante construcción psicológica e ideológica que apunta a provocar, pero también a hacer pensar sobre cuestiones siempre incómodas como, por ejemplo, la justificación o no del uso de la violencia cuando el sistema se niega a escuchar y cambiar sus prácticas que degradan el medio ambiente y la vida.

PD: A quedarse en los créditos finales porque… pasan cosas. (Diego Lerer – MicropsiaCine.com)