En Mi Gran Noche, a José lo envían para trabajar como extra en la grabación de una gala especial de Nochevieja. Cientos de figurantes como él llevan semana y media encerrados y desesperados mientras fingen celebrar con alegría la falsa venida del Año Nuevo. Alphonso, la estrella musical, es capaz de todo para asegurarse que su actuación tendrá la máxima audiencia. Adanne, su antagonista, joven cantante latino, es acosado por las fans que quieren chantajearle. Los presentadores del programa se odian y compiten entre sí para ganarse la confianza del productor. Pero lo que nadie sabe es que la vida de Alphonso corre peligro.

  • Rotten Tomatoes: 88%

Película

 

La expresión bigger than life -más grande que la vida- se aplica de manera fenomenal a Raphael, cantante récord y figura primordial en España (y también afuera). Mucho más allá de todo, en pleno dominio de su particular gesticulación hiperbólica, Raphael es el primero en el cartel en Mi gran noche, aunque quizás no sea el actor con más minutos en pantalla en esta película de Álex de la Iglesia que despliega personajes y estrellas con especial frenesí. Es que esto es, definitivamente, un especial, un evento: es la grabación, con muchas semanas de antelación, de la emisión televisiva del especial de Año Nuevo, una verdadera institución española que ahora -según los veteranos del evento que murmuran quejas mientras vemos que rapiñan lo que pueden- se ha degradado.

El ambiente falso y cutre del estudio es ideal para que De la Iglesia pueda desplegar su ferocidad ácida, su comicidad, su energía renovada. El director dispone de sus estrellas como si fuera una exhibición freak, en diversas líneas narrativas que buscan y muchas veces encuentran el modo esperpéntico que supo hacer brillar Luis García Berlanga. Mi Gran Noche remite a Berlanga y a su disección ibérica y los hace pop, los pone en un remolino liviano, de superficialidad demencial: de ahí, por ejemplo, el personaje del cantante joven, una especie de Tarzán / Johnny Bravo/ Chris Hemsworth de outlet.