My Left Foot transcurre en Dublín, Irlanda. Está basada en un relato autobiográfico del pintor y escritor irlandés Christy Brown (1932-1981). Aquejado de parálisis cerebral, gracias a su tenacidad y al incondicional apoyo de su madre, consiguió derribar todas las barreras que impedían su integración en la sociedad. Un conmovedor ejemplo de superación personal y lucha por alcanzar los sueños.

Mejor Actor y Mejor Actriz Secundaria (Premios Oscars 1989)

Mejor Actor y Mejor Actor Secundario (Premios BAFTA 1989)

Mejor Película y Mejor Actor (Círculo de Críticos de Nueva York 1989)

Mejor Actor y Mejor Actriz Secundaria (Asociación de Críticos de Los Ángeles 1989)

Mejor Película Extranjera (Premios Independent Spirit 1989)

Mejor Productor Extranjero (Premios David di Donatello 1989)

Mejor Actor (Festival de Montreal 1989)

Mejor Actor y Mejor Actriz de Reparto (Asociación de Críticos de Boston 1989)

  • IMDb Rating: 7,9
  • Rotten Tomatoes: 98%

Película / Subtítulos (Calidad 1080p)

 

La esperanza es uno de los sentimientos más profundos y arraigados que adquiere todo ser humano. No importando épocas ni circunstancias históricas, tarde que temprano; una persona necesita un poco de esperanza frente a situaciones adversas que acontecen en su vida o entorno. Por ello, es que sentimientos tan compartidos y benevolentes como éste, atraen la atención de manera casi inmediata de un público ansioso; y sobre todo carente en épocas recientes, de tal anhelo de superación.

Diversas obras con diferentes temáticas y situaciones que abordar, se han escrito y estrenado en pantallas cinematográficas. Dado que, como se comentó anteriormente, la esperanza atrae y contagia a la gente; invitando a cambiar la perspectiva de vida que se tiene cuando las circunstancias no se encuentran a favor; emocionando y conmoviendo a una audiencia cada vez más deseosa de triunfos personales con los cuales se puedan identificar.

Estrenada en el año 1989, llega a las pantallas grandes la cinta irlandesa My Left Foot, traducido de forma literal para américa latina como Mi Pie Izquierdo. Una adaptación de la obra homónima autobiográfica de Christy Brown, transcrita a guion por Shane Connaughton; además de ser dirigida por el aquel entonces novato Jim Sheridan, quien también fungió como co-guionista de la mencionada obra.

La historia es un acercamiento al desarrollo en la vida de una persona que nace con una severa parálisis cerebral. Cómo este individuo, a pesar de una condición que lo mantiene en dificultades ante las demás personas, logra enfocar su energía y concentración en la única extremidad que podía controlar; para así, poder hacerse valer por cuenta propia.

Daniel Day-Lewis interpreta a Christy Brown, un niño que nació en el seno de una familia pobre de Irlanda. Sin embargo, el nacer en la plena escasez de recursos de su familia, no fue aquello que lo caracterizó; más bien, su principal distinción de entre sus numerosos hermanos, fue la parálisis cerebral con la que nació… Impidiéndole el habla en sus primeros años, y solo permitiéndole controlar su pie izquierdo con relativa normalidad. Para sorpresa de muchos, incluidos su padre el Sr. Brown (Ray McAnally) y su apreciada madre Bridget, (Brenda Fricker); todo cambia al saber que Christy, a pesar de no poder comunicarse como cualquier otro niño de su edad, puede comprenderlos e interactuar con ellos; volviéndolo con muchos honores en un verdadero integrante de la decadente familia Brown.

Continuando con el desarrollo físico, Christy deja atrás la niñez y se vuelve adolescente. Y, como toda persona que atraviesa esa edad; comienza a vivir eventos como la atracción física y el amor que siente hacia otra gente que no sea su familia. Además, él descubre una cualidad que posee, con la cual podrá expresarse de una manera diferente hacia su alrededor; la pintura. Posteriormente, ya en plena madurez, Christy recibe ayuda por parte de una doctora especialista en parálisis cerebral llamada Eileen (Fiona Shaw); quien no solo lo ayuda en su terapia física con la que aprende a hablar de manera más fluida; sino que también lo ayuda a explorar una nueva faceta en la vida de este intrépido joven, donde el amor y deseo, cobran fuerza y un nuevo significado en la vida de Christy Brown.

Evidentemente, la cinta se inclina hacia una postura, por demás, esperanzadora y llena de posibilidades ante la vida. Cosa que, no altera ni perjudica en lo más mínimo el desarrollo de la obra, ya que el buen guion permite un paulatino desarrollo de personajes, principalmente el del protagonista de la historia; en donde las relaciones que cada uno lleva con su entorno familiar, importan más que la propia enfermedad de Christy.

Por ello, es que la cinta adquiere una notable distinción del resto de sus semejantes, pues no centra el conflicto de toda la trama en la enfermedad; que es de por sí, el principal enemigo del protagonista, sino que lo basa en las relaciones interpersonales que cada uno de la familia genera con los demás; incluyendo a Christy como un miembro más, y no como la persona enferma que requiere cuidados y un diferente trato. Obtiene un interés por parte de la audiencia en que el protagonista logre llevar a cabo una vida relativamente ordinaria; superando dificultades y tropiezos como las que cada una de las personas en el mundo tenemos.

Por otra parte, no tan alejada de la historia narrada, se destaca sorprendentemente el trabajo realizado por Daniel Day-Lewis, quien roba cámara al interpretar de manera excelsa a Christy Brown; y todas las complejidades que un individuo como él, puede ofrecerle a un gran actor como Daniel.

My Left Foot es una cinta sobresaliente que apela a una visión esperanzadora de la vida bajo la figura de su protagonista. Por ello, es que se debe enjuiciar las versiones ofrecidas a lo largo del desarrollo; pues la falta de profundidad en la psique de alguien que padece semejante enfermedad, llega a causar inquietud. Sobre todo debido a la superficialidad con la que tocan el tema, evitando estancarse y caer en los terrenos de una tragedia; con lo que se cambiaría por completo una historia cuyo propósito no es entristecer, sino alegrar, conmover, y brindar un poco de entusiasmo. (Fernando ValleSz – fueradefoco.com.mx)