En O Ornitólogo, Fernando decide enfrentarse a la naturaleza contaminada de Tras-os-Montes en busca de cigüeñas negras, una especie en vías de extinción. Mientras observa a estos animales salvajes a bordo de su canoa, vuelca debido a los rápidos.

Mejor Director en el Festival de Cine de Locarno 2016

  • IMDb Rating: 6,5
  • RottenTomatoes: 89%

Película / Subtítulos

O Ornitólogo es la nueva película del director de O Fantasma, Odete, Morir como un hombre y era uno de los títulos más esperados de esta 69ª edición de Locarno, y no desilusionó: al contrario, se trata de una de las apuestas más radicales del cineasta portugués dentro de una filmografía ya de por sí siempre audaz como la suya.

Un western a-lo-Pasolini, una relectura de Deliverance, de John Boorman, combinada con la historia de San Antonio de Padua y el milagro de los pájaros (sobre el santo más popular en Portugal Rodrigues ya había hecho en 2012 el cortometraje Manhâ de Santo António). Por esos senderos tan diversos transita el nuevo opus de este director fascinante e inclasificable, que es también una película de aventuras, una comedia de enredos, un documental sobre la naturaleza virgen, un ensayo sobre los mitos y los simbolismos religiosos totalmente blasfemo, un viaje de redescubrimiento interior y, claro, una oda gay. La película narra las desventuras de Fernando (Paul Hamy), el solitario ornitólogo del título que -en pleno viaje de exploración- sufre un accidente con su kayak en un río salvaje. Es rescatado de la muerte por dos turistas chinas que no son tan inocentes como aparentaban (lo mantienen horas atado y pretenden castrarlo). Luego se topará con unos jóvenes alcoholizados que realizan ritos y sacrificios satánicos y más tarde con un pastor de ovejas sordomudos. Y, siempre, están los pájaros siendo observados y observando (las subjetivas desde el punto de vista de las aves son antológicas).

Pletórica de escenas absurdas (muchas de ellas geniales, otras no del todo logradas), O Ornitólogo es una apuesta permanente a la sorpresa y la provocación. En un cine conservador y previsible como el actual la desmesura, el riesgo, el delirio y la abundancia de ideas que terminan desbordando los márgenes del relato se agradece. (Diego Batlle – OtrosCines.com) 

El cineasta portugués Joâo Pedro Rodrigues es autor de un cine difcil de clasificar, audaz, provocador, hipnótico, con una fuerte carga de simbolismos y sensualidad. Sus películas le han valido ganarse una reputación de director original en varios festivales de todo el mundo. Con O Ornitólogo (2016), ha refrendado ese prestigio, con premios como el de mejor director de Locarno.

O Ornitólogo narra el recorrido de Fernando (Paul Hamy), un solitario naturalista que observa el comportamiento de las cigüeñas negras en medio del bosque. En cierto momento, sufre un accidente en el kayak en el que viaja y queda inconciente. De casualidad, es rescatado por dos mujeres chinas que cruzan el bosque en peregrinación hacia Santiago de Compostela. Las mujeres lo hacen su prisionero y se disponen a castrarlo, pero Fernando logra escapar y continuar así su recorrido con encuentros y sucesos extraordinarios.

Rodrigues, autor también del guión, construyó esta fábula de ribetes místicos y gays inspirado en la vida de San Antonio de Padua, un franciscano cercano a la naturaleza que es muy adorado en Portugal. El trayecto de Fernando de alguna manera busca hacer un paralelismo sobre aquel santo mientras expone la idea de la transformación espiritual, mediante las experiencias milagrosas y las epifanías. De esta forma, la película eslabona una serie de encuentros insólitos (como estampas o viñetas religiosas) que le suceden al protagonista: además de las mujeres chinas, en su camino se topa con un pastor sordomudo con quien tiene un encuentro sexual, unas amazonas en plena cacería, una banda de enmascarados carnavalescos (caretos transmontanos) y, finalmente, el hermano gemelo del pastor, quien le abre el camino para convertirlo en San Antonio de Padua.

O Ornitólogo es un filme alucinante, emparentado con la iconoclasia de Pasolini, y también con “La vía láctea” (1969) de Luis Buñuel, en la medida en que ambas comparten divagaciones surrealistas en torno a los conceptos de la fe, la violencia, la sexualidad y el sacrificio. Confeccionada con largos momentos de contemplación, a veces cautivantes, O Ornitólogo es una película desigual pero que permite descubrir un cine poco convencional, que desafia al espectador en lo emocional y lo intelectual. (Hugo Lara – CorreCamara.com.mx)