Of Horses and Men es un relato sobre la impronta que deja el hombre en el caballo y el caballo en el hombre. El amor y la muerte se toman de la mano con insólitas consecuencias. Los destinos de las personas que habitan ese paisaje a través de la percepción del caballo.

Premio Nuevos Realizadores Festival de San Sebastián 2013

  • IMDb Rating: 6,9
  • RottenTomatoes: 100%

Película / Subtítulo

En su debut como director, el también actor Benedikt Erlingsson muestra en Of Horses and Men una gran cualidad: confía en la elocuencia de sus imágenes. Con escasos diálogos y una estupenda fotografía que sabe mostrar los espacios agrestes donde el rojo contrasta con el gris de la piedra y el blanco de la nieve, el film hilvana diversas anécdotas -tenuemente- independientes de esos campesinos y sus caballos. Al orgullo pisoteado de uno le sigue la aventura etílica de otro, la lucha implacable entre dos vecinos, la formidable epopeya de una joven, mejor jinete y más inteligente que todos los demás. Ya en la segunda viñeta nos percatamos de que tras un barniz de humor satírico subyace un profundo dramatismo, una crítica social acerba, una sensación de que las cosas no siempre van a terminar bien. Más bien al contrario.

Erlingsson trabaja con paralelismos y contrastes. Al choque entre colores se agrega el de las personalidades: el otro personaje que se salva de esa mirada ácida hacia la sociedad es Juan, un turista latinoamericano cuya simpatía y calidez hacen contrapunto a la gélida y soberbia actitud de esos vikingos. A los primerísimos planos del pelo de los caballos, de sus ojos -que observan el mundo de los hombres-, les siguen esas amplias panorámicas a las que me he referido. Paralelos entre hombres y caballos sobran, como el coito que ocurre sorpresivamente entre la yegua y un padrillo oscuro -toda la escena está filmada en montaje paralelo con los relinchos del animal y las risas de dos cortejantes- y el coito humano posterior, entre los respectivos propietarios de esos animales. Y, sin llegar al devenir animal que analiza Deleuze, el episodio de Juan está muy cerca de ello.

Of Horses and Men es una película donde los caballos cobran protagonismo, hay un gran margen librado al azar, por la imposibilidad de controlar la conducta equina. En ese sentido, es notable el manejo de Erlingsson y su equipo con los animales para aprovechar ese margen aleatorio: las escenas en que el hombre se lanza al mar montado en su caballo, en lugar de tomar un bote, son particularmente remarcables. Una reflexión inteligente y aguda, que escapa de toda psicología o moraleja.