En Police el violento inspector Mangin trata de desarticular una red de narcotraficantes dirigida por un clan de hermanos tunecinos que opera en Marsella. En la investigación se verá implicada la bella Noria, pareja de uno de ellos. Cuando éste es detenido y encarcelado, Mangin tratará de hacerla confesar.
Copa Volpi al Mejor Actor en el Festival de Venecia 1985
- IMDb Rating: 6,5
- FilmAffinity: 6,6
Película / Subtítulos (Calidad 1080p)
Suena imposible: un film policial con un protagonista que encarna la ley en su dimensión represora no parece sintonizar con ninguna demanda de naturaleza filosófica. Pero en Police del gran Maurice Pialat, película cuya fluidez narrativa es casi musical y que toma una idea de un guión escrito por Catherine Breillat, más allá de su trama ligada a tráfico de drogas y proxenetas tunecinos que operan en Marsella y París, presupone y demuestra una existencia fallida en donde la sociedad sólo reconoce la adoración y acumulación del dinero y la posibilidad de amar a otro está interrumpida por la preferencia individual de querer conservarse y no ser lastimado.Un trabajo formidable de Gerard Depardieu; aquí encarara a un policía feroz siempre muy dispuesto a cumplir con su deber, aunque Pialat se encargará de sugerir que su eficiencia es más una tara que una convicción. Este viudo y padre de dos hijos se enamorará de una joven (Sophie Marceau) que está ligada con toda una familia de árabes dedicados a vender heroína y que viene siendo investigada hace algún tiempo. Después de una primera parte de detenciones, interrogatorios y algunas palizas, lo suficiente para denotar la minúscula impunidad de los uniformados, la película deja la comisaría y se perfila como un romance alocado y seco. En el final, la ilegalidad y la pasión estarán lo suficientemente entrelazadas en el devenir del relato. Police es un ejemplo de virtuosismo discreto: los ritmos narrativos son perfectos, los encuadres justos (véase el juego con la profundidad de campo en una escena erótica en la comisaría o el desenlace de una escena donde Depardieu invita a una prostituta interpretada por Sandrine Bonnaire) y la concepción sonora magistral (la cotidianidad suena sinfónicamente, y cuando llega el pasaje en el que se escucha la Sinfonía N.° 3 de Henryck Górecki, el saber del maestro es incuestionable). Pialat es un director fascinante, capaz de encontrar el momento ideal para que un personaje defina el corazón del film: “En el fondo todo es horrible…”. (Roger Koza – ConLosOjosAbiertos.com)
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