En Right Now Wrong Then un director de cine independiente sale a cenar y se encuentra con una pintora. A partir de ese instante, las cosas empezarán a cambiar.

Mejor Película y Mejor Actor Festival de Locarno 2015

Mejor Película y Mejor Actor Festival de Gijón 2015

  • IMDb Rating: 7,3
  • RottemTomatoes: 94%

Película / Subtítulo 

En una de las conversaciones de Right Now Wrong Then le espetan al protagonista, un director de cine, que cuando habla sobre sus películas siempre repite lo mismo. Probablemente sea una broma privada de Hong Sang-soo respecto a su propia obra, ya que es la crítica más habitual que suele recibir. Que su cine siempre habla de lo mismo. La nueva cinta del director surcoreano, por si había dudas, no es una excepción. De hecho, funciona muy bien como compendio de las inquietudes que pueblan toda su filmografía: las relaciones sentimentales fugaces, los torpes intentos de seducción de un personaje masculino ensimismado, los largos diálogos bañados en soju (licor de arroz coreano)… Su obra, que roza ya la veintena de largometrajes, es una continua variación sobre los mismos elementos de base (entre ellos, los enumerados antes). De hecho, aquello que le reprochan que siempre repite al protagonista de Right Now Wrong Then bien puede ser la misma idea que mueve a Sang-soo a rodar incansablemente: “No tengo ni idea de qué busco, pero voy descubriendo cosas en el camino”. Entiéndase, por tanto, que estamos ante una cinta cuyo planteamiento no es otro que añadir un nuevo movimiento a esa sinfonía de variaciones que compone la producción completa del surcoreano. El cineasta da otra vuelta de tuerca a uno de sus recursos narrativos más habituales: el dividir la película en varios segmentos claramente diferenciados en los que repite algunos elementos y cambia otros. En este caso, al igual que sucedía en In Another Country, Sang-soo opta por tomar la misma historia, los mismos personajes y la misma situación de partida y explorar sus variaciones a partir de pequeños detalles que influyen en su desarrollo. En las dos partes de Right Now, Wrong Then el caracter principal es Ham, un director de cine que llega invitado a una ciudad para presentar la proyección de una de sus películas. Mientras se entretiene haciendo turismo, conoce a una pintora a la que intenta seducir. Toma un café con ella, la acompaña a su estudio a ver sus cuadros, y terminan emborrachándose en un restaurante. La diferencia entre las dos repeticiones de este esquema radica únicamente en la actitud que muestra el protagonista en sus estrategias para ligar. En la primera lo percibimos como un tipo al principio encantador, pero que va desvelando en su simpatía y sus palabras pretendidamente profundas algo de impostura. Mientras que la segunda lo presenta como un tipo demasiado explícito en su franqueza, pero que termina cayendo bien al resto de personajes precisamente por esta sinceridad.
Pero las división no es tan simple. Sang-soo introduce una serie de pequeños detalles (un anillo que el protagonista encuentra en la segunda variación después de haberse lamentado de no tener uno en la primera, por ejemplo) que funcionan como indicios de vasos comunicantes entre los dos segmentos. De forma que no son los bastante concluyentes como para concluir que existe una relación de continuidad entre ellas, pero sí para hacer brotar una deliciosa confusión. Porque la gran pregunta ante Right Now Wrong Then está clara: ¿se puede decir que Ham es el mismo personaje en las dos partes? Sus circunstancias y su motivación (seducir a la pintora) son exactamente las mismas en ambas, pero la descripción basada en su comportamiento que haríamos de cada uno de los dos Hams sería muy diferente. Por tanto, ¿cuál es exactamente el elemento que varía en las dos historias? ¿La personalidad de Ham? ¿Sólo su estado de ánimo? ¿O bien la segunda parte funciona como una especie de segunda oportunidad para él, en la que aprender de los errores cometidos en la primera? Por supuesto, no hay respuestas definitivas. Lo que conduce a un nuevo descubrimiento del gran tema que subyace en toda película de Sang-soo: la aleatoriedad de las relaciones humanas. La imposibilidad de alcanzar un conocimiento auténtico sobre el otro, ya que nuestra percepción de los demás se basa en unas pocas impresiones que nunca pueden llegar a abarcar la complejidad de su mundo interior. Con todo, si atendemos al final del segundo segmento, estamos ante la que quizá sea la obra más dulce de su director, ya que se le concede la oportunidad de salir triunfante en su aventura amorosa. Aún cuando esa aventura está marcada por un carácter de irremediable fugacidad que va muy en consecuencia con la visión del mundo que transmite el propio cineasta: el amor como algo pasajero en lo que buscar pequeños momentos de felicidad, nunca algo estable y duradero, como tampoco lo es nuestra interpretación de los demás que marca nuestra relación con ellos.
Además de por la inmensa cantidad de implicaciones (de las que sólo hemos tratado de ofrecer algún esbozo) que contiene la aparente simplicidad de sus planos fijos y sus largos diálogos, Right Now Wrong Then triunfa por el absoluto estado de gracia con el que Sang-soo desarrolla sus elementos habituales. La profunda humanidad que transmiten sus criaturas en sus comportamientos ridículos, esa sensación de transitoriedad que flota continua en el aire (la situación de Ham como visitante de paso, la fotografía despreocupada y lo prosaico de muchas de las conversaciones apuntan en esta misma dirección) la labor de un inmenso Jeong Jae-yeong en el papel protagonista… Y uno de los momentos más cómicos que Sang-soo ha logrado en toda su carrera cuando el Ham de la segunda historia manifiesta su sinceridad total de una manera demasiado física. Estamos, en fin, ante una cinta que sin desviarse en ningún momento de un estricto minimalismo de tiempos, espacios e imágenes, está repleta de verdades profundas sobre ese gran misterio que son las relaciones humanas.