En A Human Position,  largas horas azules caracterizan las noches de verano en la tranquila ciudad portuaria noruega de Ålesund. Asta es una joven periodista que trabaja para el periódico local, donde se espera que informe sobre deportes locales, preservación histórica y cruceros. Solo cuando se topa con la extraña historia de la deportación forzada de un refugiado, encuentra un nuevo significado en su trabajo y en su vida.

  • IMDb Rating: 5,9
  • RottenTomatoes: 100%

Película (Calidad 1080p. La copia viene con subs en varios idiomas, entre ellos el español)

 

En esencia, la ficción lo tiene muy complejo a la hora de captar la realidad de lo cotidiano. Esto se debe a que principalmente lo común de los días es aburrido en sí. Demasiados espacios vacíos y lugares estáticos pliegan nuestro día a día, con el leve ruido del motor de un frigorífico o el repiqueteo de un gato comiendo sus bolitas de pienso. Lo ordinario se conforma a través de lo usual, de lo que estamos acostumbrados ya y no le prestamos elevada atención porque sería una pérdida de tiempo. Y perdiendo el tiempo —pero en su forma: ganándolo—, Anders Emblem crea A Human Position, película que sigue la rutina de Asta, una joven periodista que trabaja en el medio local de su pueblo. Viviendo con su pareja y su gato, esta chica trata de cubrir noticias locales como los deportes, la preservación histórica o los lugares de vacaciones a los que van los habitantes del pueblo, pero un extraño relato de una deportación forzada le lleva a dar un cambio radical en su vida como profesional. Una película que parece no decir mucho —y es entendible, es que es verdad que dice poco— pero que sabe jugar con conceptos que reinventan lo habitual y desglosan lo frecuente. Particularidades que podrían ser nimias, pero que generan la sensación contraria en su clímax final, uno de los más pequeñamente tiernos que vi en lo que llevamos de 2022.

La obra es relativamente sencilla: planos fijos que van desde generales encima de colinas donde se ve la ciudad entera, a planos fijos que se guardan en pequeños espacios que atraviesan quicios y paredes. No hay más que cámaras inmóviles, y lo que juega un punto más que a favor en esencia son los espacios y los objetos. Ante la inmovilidad, el llenar de las cosas da esencia a lo que son sus personajes. Un libro medio abierto sobre el escritorio, las ventanas sin puertas o la mesa aún sin recoger tras la comida: son partes y fragmentos de los que viven y conviven. Entes unidos en el amor que profesa la convivencia y el coexistir en un mismo espacio y que, igual que aman y están plenos de felicidad, también pasan los baches y las crisis. Pues una connotación que saco de A Human Position es la de lo relevante que es aceptar que estás en un mal momento. Pues la historia escrita por Emblem está hecha para eso: su protagonista sufre un estancamiento vital por algo que el espectador sabe y no. Y, pese a todo a ello, en los minúsculos gestos y la mundicia, aparece de entre toda la niebla un motivo por el que seguir. De repente, los espacios están llenos de cosas que nos dan sentido y nos hacen ser, conviviendo con nuestra permutabilidad diaria. A Human Position nos dice que a veces la solución de atravesar los malos días viene de cosas que tenemos alrededor y que por ceguera subjetiva no captamos como deberíamos. Como un gato que, sencillamente, roba un trozo de piña de la mesa aún deshecha. Y qué maravilla de momento. (Álvaro Campoy – Cintilatio.com)