En Marriage Story un director de teatro y su mujer, actriz, luchan por superar un divorcio que les lleva al extremo tanto en lo personal como en lo creativo.

Mejor Película, Mejor Guión, Mejor Actor y Premio del Público en los Premios Gotham 2019

  • IMDb Rating: 8,5
  • RottenTomatoes: 97%

Película / Subtítulos (Calidad 1080p)

 

El comienzo de Marriage Story es de los más hermosos que dio el cine en los últimos años. Ese romanticismo inicial, anclado en lo cotidiano y aumentado por recursos propios del cine, está a punto de ser desarmado en pedazos… junto con el corazón del público.

Como indica su título, la nueva película de Noah Baumbach es la historia de un matrimonio. Pero no narra en forma cronológica cómo se conocieron y enamoraron sino que está contada a partir de su disolución. El guionista y director parece creer que en el final es donde están las claves de todo lo que salió mal, pero también todo lo que estuvo (y está) bien en la que la pareja formada por Charlie, un talentoso director teatral, y Nicole, una actriz que se hizo famosa en una película juvenil, pero abandonó la posibilidad de seguir una carrera en el cine para actuar en las obras de su marido.

Lo que sigue a ese comienzo es una exploración realista sobre una pareja, su final como tal y el amor que no se pierde sino que se transforma, en especial porque tienen a un hijo que los une para siempre. Baumbach sabe que lo universal está en lo particular y por eso pinta un cuadro lleno de detalles propios de estos personajes y su situación. Tal vez sea difícil entender el problema de un director y una actriz que no pueden ponerse de acuerdo en vivir en Nueva York o en Los Ángeles, pero los conflictos que surgen cuando una de las partes relegó sus aspiraciones para apoyar las del otro son mucho más reconocibles. La forma en que Baumbach, apelando tanto al humor como a la emoción, muestra el dolor de los rencores y lo que los llevó al final pero también el amor siempre latente, es de una impactante perspicacia intelectual y afectiva.

Más allá de tener un guión de una estructura impecable y diálogos inteligentes, o tal vez por eso mismo, Marriage Story es una película que requería de actuaciones ajustadas a ese desafío. Pero lo que consiguieron Adam Driver (BlacKkKlansman y Paterson) y Scarlett Johansson en su trabajo con Baumbach va todavía más lejos y es simplemente brillante. Mientras la película se está desarrollando ellos son Charlie y Nicole; obligan al público a entrar en esa realidad con ellos, como también lo hacen los increíbles secundarios: Laura Dern, Alan Alda, Ray Liotta, Julie Hagerty y el pequeño Azhy Robertson, que interpreta al hijo de la pareja.

Marriage Story tiene muchas escenas memorables a cargo de ambos protagonistas, pero hay una en la que Driver canta en un bar Being Alive, la canción del musical Company, de Steven Sondheim. En vez de escribir números y letras o decir cuántos autos hay en una serie de fotos, el nivel de emoción que provoca ese momento debería ser la prueba para demostrarle a un sitio web que uno no es un robot. (María Fernanda Mugica – OtrosCines.com)