En De nuevo otra vez Romina vuelve a la casa familiar, después de haber sido madre. Provisoriamente alejada de su novio, el padre de Ramón, se refugia en la casa de su madre Mónica, incapaz de tomar una decisión respecto de su pareja. Allí se ve sumergida en la temporalidad de su madre, de ella como hija, e intenta dilucidar qué desea. De visita en Buenos Aires, Romina da clases de alemán, intenta retomar su vida de soltera, salir de noche, conectarse con quien era antes de ser madre. Quiere saber cómo era antes de la experiencia del avasallante amor a su hijo. Necesita comprender quién es, retornando a sus orígenes y reconstruyendo algo de la historia familiar.
- IMDb Rating: 6,5
Película (Calidad 720p)
Tras filmar con cineastas como Matías Piñeiro, Mariano Llinás, Hugo Santiago y Santiago Mitre, y de desarrollar una amplia trayectoria en las distintas facetas de la creación teatral, Romina Paula debuta en la dirección con una película que combina elementos del documental autobiográfico y del ensayo familiar (con viejas diapositivas incluidas) con aspectos puros de la construcción ficcional. En principio es la propia Romina Paula quien aparece en cámara junto a su hijo Ramón, de cuatro años, y a su madre. Ella ha regresado a Buenos Aires tras vivir en Córdoba en medio de una crisis con su marido (Esteban Bigliardi) que podría o no ser definitiva.
De nuevo otra vez se asienta en la relación que se establece entre la abuela, la madre y el pequeño, y en cuestiones como el protagonismo del idioma alemán, pero también en las charlas de Romina con sus amigas (como Mariana Chaud), el coqueteo tanto con hombres (por allí aparece Pablo Sigal) como mujeres, y esa sensación contradictoria de frustración que significa volver al hogar materno cuando se está cerca de los 40 años y de liberación al poder dejar a su hijo al cuidado ajeno por unas horas y recuperar la vida nocturna, las fantasías, la aventura.
El resultado es un relato no exento de riesgo, pero al mismo tiempo sostenido por la sensibilidad y la convicción de Paula a ambos lados de la cámara. Moderna y experimental sin ser ostentosa, visceral sin caer en el egotrip, De nuevo otra vez acepta sus limitaciones (no hay grandes alardes en el terreno formal) para concentrarse en lo que mejor le sienta: el registro más puro, cristalino y honesto posible (Diego Batlle – OtrosCines.com)
Entrevista a RominaPaula en el sitio OtrosCines.com
Si en sus tres novelas -¿Vos me querés a mí?, Agosto y Acá todavía- Romina Paula entremezclaba la ficción y la literatura del yo, en su debut como cineasta ahonda el procedimiento. De nuevo otra vez utiliza elementos de ficción, pero es cine del yo en tanto y en cuanto Paula es la protagonista y dos de los coprotagonistas son su madre y su hijo, los tres haciendo de sí mismos, y lo que se analiza, en primera persona, son experiencias autobiográficas: la maternidad y la crisis de los 40.
La situación planteada es el regreso de una mujer, con su hijo de tres años, a la casa de su madre. Ella, que vive con el padre del niño en las sierras de Córdoba, duda entre tomarse esta estadía en Buenos Aires como unas vacaciones o como el primer paso de una separación definitiva y el principio de una nueva vida. Es un momento de zozobra: desde que fue madre, su imagen de sí misma se fue desdibujando hasta entrar en crisis. A partir de ese resquebrajamiento, todos sus deseos tambalean.
Las situaciones que atraviesa Romina (los personajes tienen el nombre de sus intérpretes) muestran su búsqueda por reencontrarse con quien alguna vez fue y ya no volverá a ser: alguien casi sin obligaciones y con pocas preocupaciones más que pasarla bien con sus amigos. Pero el tanto el nacimiento de Ramón como el paso del tiempo (la adultez) cambiaron todo para siempre.
Esas escenas costumbristas alternan pasajes de intrascendencia con algunos diálogos ricos. O monólogos, como ese mensaje de audio en el que Romina describe crudamente la desesperación que le produce la existencia de un ser que depende de ella: la idealización de la maternidad se hace añicos en un minuto.
Entre las escenas hay intercalados monólogos de los personajes, y también se proyectan diapositivas de la familia de Paula mientras la voz en off de la directora repasa la historia de sus raíces. Estos textos -sobre la maternidad, el miedo y el deseo, la crisis de los 40- son los que contienen la carga ensayística de la película. Y que en definitiva la emparentan mucho más con la literatura que con el cine, como si De nuevo otra vez se tratara de la cuarta novela de Romina Paula, pero en un soporte audiovisual. (Gaspar Zimerman – Diario Clarín)
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