Jodorowsky’s Dune cuenta como en 1975, el polifacético artista y director de culto Alejandro Jodorowsky soñó con un proyecto: la adaptación de la novela clásica de ciencia-ficción Dune, de Frank Herbert. Junto al guionista de Hollywood y maestro de efectos especiales Dan O’Bannon, el (futuro) diseñador de Alien H.R. Giger y el artista de cómics Jean “Moebius” Giraud, todos bajo la dirección de Jodorowsky, Dune sería una superproducción cuyas cotas de ambición sobrepasaban todos los límites. Un sueño que se derrumbó antes de poder alzarse. Al fin, tras cuatro décadas, un documental nos desvela el film que pudo ser el Dune de Alejandro Jodorowsky, documental que emplea un enfoque similar a Lost In La Mancha de Terry Gilliam, y que nos permite descubrir entrevistas con sus principales artífices y una inmersión en todo el trabajo de pre-producción creado para la cinta.

Premio del Público en el Festival de Sitges 2013

  • IMDb Rating: 8,1
  • RottenTomatoes: 98%

Película / Subtítulos (Calidad 1080p)

 

Hay muchas grandes películas que nunca han llegado a existir. Proyectos soñados que van desde el Superman de Tim Burton a The Island of  Dr. Moreau de Richard Stanley o, por supuesto el Napoleón de Stanley Kubrick. Pero ninguno de ellos duele tanto en la comunidad cinéfila como el Dune de Alejandro Jodorowsky. Viendo las nuevas imágenes de la versión que ha dirigido Denis Villeneuve es inevitable pensar en el gran proyecto frustrado del director y artista chileno. Y es inevitable porque sigue permaneciendo en el tiempo, como una herida abierta que ha entrado en la leyenda gracias a su legado silencioso: cómo creó un equipo que ha participado y dejando ideas perdidas del proyecto en la crema del género. Hasta ahora había mucha información sobre el proyecto, mucho arte conceptual e historias contadas por sus protagonistas, pero nunca habíamos visto cómo todas esas partes jugaban juntas para formar un todo, y no hay nadie mejor para contarlo que el propio director (o no-director) de la locura que habría supuesto su visión de la novela de Frank Herbert.

Ante todo, hay que tener en cuenta que Alejandro Jodorowsky es un cuentacuentos nato, para algunos un genio, para otros un charlatán. Lo que queda claro con Jodorowsky’s Dune, en forma de entrevista “ilustrada”, es que alberga una pasión por el proyecto que parece no haber perdido a sus 84 años —en el momento del rodaje—, y habla del mismo como si aún los estuviera explicando a sus inversores. Desde luego, Jodo, como lo llaman sus conocidos, ha demostrado que es bastante más que un Paulo Coelho del surrealismo.

En su exposición, el director de El Topo (1970), demuestra un gusto exquisito por el arte y el diseño, estar al corriente de tendencias y el trabajo de otros autores de cine y todas las disciplinas, incluso en la actualidad. Para crear su visión, Jodo quiso rodearse de un equipo de genios. Algunas opiniones algo torpes lo dibujan como un amateur caprichoso que busca entrar como un elefante en una cacharrería, pero el trabajo de Frank Pavich en Jodorowsky’s Dune pone en contexto el trabajo previo del artista y se dedica a alinear culturalmente sus intenciones con los setenta.

Se cree que si llega a haber sido filmada Dune habría sido un desastre, un totum revolutum sin sentido. Tan solo los planos espaciales que presenta habrían supuesto una revolución en narrativa space opera, pese a que algunos creen que sería como una de esas explotaciones italianas de Star Wars, olvidando que esta todavía no había sido rodada. El libro de storyboards que contiene la película en viñetas solo ha sido “visto” de boca de Jodorowsky por Nicolas Winding Refn, que afirma que habría sido absolutamente revolucionaria.

Claro que Refn puede que tan solo esté fanfarroneando porque solo él ha tenido dicha oportunidad. Independientemente de ello, es un proceso fascinante ir descubriendo cómo Jodo fue buscando a sus “guerreros” para componer el equipo de artistas que compondrían los “vengadores” del proyecto. Desde H.R. Giger y Dan O’Bannon a Pink Floyd y Dalí, es una idea tan megalómana que no hay forma de imaginar qué habría resultado al final. Lo que queda claro es que es un film que todos habríamos querido ver. Es demasiado grande como para no soñar con él. Y aunque las realidades de la industria impidieron que Jodorowsky lo dirigiera, por falta de confianza para unos, presupuesto irreal para otros, la parte más increíble del documental viene en su clímax, cuando se revela cómo el storyboard preconfigura decenas de trabajos míticos del cine fantástico y de ciencia ficción. Desde Star Wars a Alien, pasando por Raiders of the Lost Ark, Contact, Flash Gordon y tantas otras en las que el equipo estuvo involucrado.

Por supuesto, mucho de ese germen se deja notar en el trabajo de cómic de Jodorowsky. Mucho de lo que vemos está impreso en El Incal, considerado una obra maestra del cómic, que debería ahuyentar los escepticismos de cara al film que nunca fue. Resulta conmovedor el relato de un Jodo aliviado al ver que la versión de David Lynch fue un fracaso, sin dejar de reconocer en el americano a uno de los grandes artistas del siglo XX. Jodorowsky’s Dune acaba siendo una revelación, un secreto desvelado y sobre todo, un manifiesto de que el noveno arte puede contener a todos los demás.

Jorodowsky’s Dune nos habla del verdadero poder del cine y recuerda que lograr lo increíble es tan sencillo como formar una visión ambiciosa, dando un bofetón en la cara que grita que el arte está esperando a removerse, en las millares de cuentas de Instagram llenas de diseñadores y artistas que pueden remodelar las aburrida manufactura puritana del blockbuster actual. Casi da pena que, incluso con un nombre como Lynch o Villeneuve, es imposible no sentirse decepcionado tras saber que en la dinámica de mercado actual, es imposible ver algo que nos conmueva como lo que imaginó el director de Santa Sangre. (Jorge Loses – Espinof.com)