Moonlight (Barry Jenkins – 2016)

Moonlight sigue la vida de Chiron, un joven de Miami que, en plena guerra de los carteles de la droga en los suburbios de la ciudad, va descubriendo su sexualidad.

Mejor Película, Mejor Guión Adaptado y Mejor Actor de Reparto en los Premios Oscar 2017

Mejor Película Drama en los Globos de Oro 2017

Mejor Reparto en los Independent Spirit 2017

Mejor Actor en el Festival de Cine de Mar del Plata 2016

Mejor Película, Mejor Guión y Mejor Reparto en los Premios Gotham 2016

Mejor Director, Actor Secundario y Fotografía 2016 para el Círculo de Críticos de Nueva York

Mejor Película, Mejor Director, Actor Secundario y Fotografía 2016 para los Críticos de Los Angeles

• IMDb Rating: 8,3
• RottenTomatoes: 98%

Película / Subtítulo

Segunda película de la filmografía de Barry Jenkins, Moonlight es un relato crudo, desesperanzador y desparejo sobre el amor, las drogas, la discriminación y la niñez. Un deleite para los sentidos que conmueve y que propone un interesante debate en su finalización.

Chiron es un niño que vive en los suburbios de Nueva York y que escapa continuamente del abuso de sus compañeros del colegio. Así es como conoce a un vendedor de drogas que lo ayuda a superar, entre otras cosas, los malos momentos en su hogar. El chico comienza a descubrir su sexualidad y a ser víctima de sus propios miedos y de la discriminación de sus compañeros.

Dividida en tres pares, esta dolorosa mirada sobre la maduración y la homofobia es una película que triunfa más por sus poderosas imágenes que por lo que sus personajes expresan con palabras. Es un film desparejo que, pese a sus buenas y logradas intenciones, termina entrando en terrenos convencionales que le restan un poco de emoción y originalidad. Es una película llena de metáforas y de muy interesantes planteos sociales y personales.

En la primera parte, la más interesante de todas, vemos al protagonista en su etapa de infante lleno de preguntas y de muy pocas respuestas. Aquí predomina la emoción y es donde el espectador comienza a descubrir la mente de Jenkins, un director que utiliza la poesía visual y su bella fotografía para narrar una complicada historia de vida. En la segunda parte nos encontramos con un protagonista adolescente y con la ira que está a punto de explotar, mientras que en el segmento final lo vemos ya adulto y totalmente cambiado. Moonlight pierde intensidad mientras los minutos van pasando, pero su sentido se entiende y su poderoso mensaje nunca pierde valor.

Moonlight es un filme hermoso visualmente, con una fotografía que aprovecha cada segundo para mostrar belleza dentro de un oscuro mundo. Una propuesta que invita a reflexionar y que vuelve a poner a Barry Jenkins en la mira del mundo cinematográfico.