Prisoners of the Ghostland sucede en la traicionera frontera de la ciudad de Samurai Town, un ladrón de bancos sin escrúpulos es liberado de la cárcel por un pudiente señor de la guerra conocido como The Governor para que encuentre a Bernice, su nieta adoptiva, que desaparecido sin dejar rastro. Para garantizar que cumpla su palabra, el ladrón es obligado a llevar puesto un traje de cuero que se autodestruirá en un periodo de cinco días. En su aventura buscará no sólo encontrar a la chica, sino también redimirse de sus pecados.

  • IMDb Rating: 4,8
  • RottenTomatoes: 75%

Película / Subtítulos (Calidad 1080p)

 

En medio de un pueblo mitad samurai, mitad vaquero y con muchas geishas, Nicolas Cage es un roba bancos obligado a viajar a la una dimensión extraña y radiactiva conocida como la Ghostland para rescatar a Bernice (Sofia Boutella), la nieta de un desalmado hombre conocido como El Gobernador (Bill Moseley). Para asegurarse de que cumpla la tarea el Gobernador obliga a Nicolas Cage a utilizar un traje de cuero armado con explosivos en el cuello, brazos y testículos; Cage tiene cinco días para completar su misión, de lo contrario el traje explotará. Este es el mundo distópico y western de Prisoners of the Ghostland, la nueva película de Sion Sono (Guilty of Romance, Why don’t you Play in Hell?).

Lo primero que debes de saber es que nada tiene sentido en Prisoners of the Ghostland. En el desquiciado camino encontrarás zombies, máscaras tenebrosas, hombres pájaro, peleas samurai, tiroteos, explosiones nucleares, hombres derretidos y a Nicolas Cage usando un calzón estilo sumo. Hay montajes ridículos que no llevan a ningún lado y explicaciones que son rápidamente olvidadas. Sion Sono hace un revoltijo de estilos para presentar un producto totalmente extravagante. Hay tantas cosas pasando que es imposible no divertirse. Si no tienes tolerancia al cine japonés, de culto o experimental, ni siquiera te acerces.

Hay una gran variedad de narrativas pobremente desarrolladas que solo le agregan más locura al asunto, y por lo tanto, funcionan. La actuación de Nicolas Cage es terrible, pero también funciona en este contexto. Además, su trabajo va a derivar en muchos memes de calidad (en un punto de la película exclama “¡¡TESTÍCULO!!” desde lo alto de una extraña estructura mitad pirámide, mitad reloj).

Las escenas de acción son fenomenales y el punto más destacado de la película. Sofia Boutella blandiendo una katana es material de ensueño y Cage cumple con creces durante su enfrentamiento final del tercer acto. El espectacular coreógrafo y muy respetado actor de cine serie B japonés, Tak Sakaguchi (Crazy Samurai Musashi), está presente para interpretar a un samurai pateatraseros con motivaciones confusas y una subtrama aleatoria. Se roba toda escena en donde aparece, pero aún así, sus talentos son desperdiciados.

Podría ponerme a filosofar sobre el subtexto de la trama. Tenemos a un pueblo forzado a vivir en la miseria como consecuencia de una catástrofe nuclear y corrupción gubernamental. Asimismo, encontramos el arco de redención de un hombre con un pasado violento, una historia de traición, la desesperada búsqueda de liberación de una mujer y una crítica a la americanización de culturas. Sin embargo, ¿es necesario indagar más? Todas estas ideas son comunicadas de manera tosca y su significado queda sepultado por toda la locura que Siono arroja a nuestras caras.

Prisoners of the Ghostland es un torbellino tonto. Es una delirante y asfixiante mezcolanza de estilos, géneros e ideas que entretendrá o abrumará a audiencias. Y si todo falla, siempre tenemos a Nicolas Cage revolcándose en el piso tras la explosión de un testículo. (Ricardo Gallegos – LaEstatuilla.com)