En Valeria Is Getting Married dos hermanas ucranianas, Valeria y Christina, deciden casarse con hombres israelíes mediante matrimonios concertados por internet.
- IMDb Rating: 7,0
- RottenTomatoes: 100%
Película / Subtítulos (Calidad 1080p)
Una joven ucraniana, Valeria (Dasha Tvoronovich), parece estar experimentando una mezcla de entusiasmo y ansiedad. Llega a Tel Aviv para conocer a su futuro marido, Eytan (Avraham Shalom Levi), al que tan solo ha visto tres veces por Skype y con quien se desposará a raíz de un matrimonio concertado. Allí, se reúne con su hermana Christina (Lena Fraifeld), quien lleva ya viviendo un tiempo en Israel y que conoció a su marido Michael (Yaakov Zada-Daniel) por un acuerdo similar.
Este es el argumento interesante de Valeria Is Getting Married, el drama de Michal Vinik que se proyecta en la sección Panorama del Festival Internacional de Cine de Vilna tras su estreno mundial en el Festival de Venecia el año pasado.
La película se puede definir como un excelente obra de cámara, ya que tiene lugar en un solo día y en prácticamente un único lugar (entre las paredes de la casa de Christina). También presume de una estructura basada en tres actos más bien tradicional, donde los tres protagonistas lidian con conflictos claros como el agua. Pero esto no quiere decir que la película de Vinik sea banal o un tipo de experiencia de dejà vu visual. Al contrario, lo que de verdad la hace única y absorbente son el inusual escenario y el tema, que giran en torno a los matrimonios concertados entre personas de estas dos culturas, y el hecho de que todos y cada uno de los tres personajes principales intentan alcanzar sus propias metas mediante acciones arbitrarias, actuando de manera egoísta y haciéndose daño (de algún modo) a sí mismos y a los demás.
Por ejemplo, Christina no quiere renunciar a su acomodado estilo de vida, pero claramente le cuesta tolerar los continuos comentarios irritantes que hace Michael y su actitud de superioridad. Por otro lado, Michael parece estar orgulloso de tener a una mujer a la que pueda controlar en todos los aspectos y está ansioso por recibir una considerable cantidad de dinero de Eytan para organizar su matrimonio con Valeria. Pero también tiene la sensación de que “cerrar” su unión puede ser más difícil de lo esperado y teme que Valeria sea una bala perdida.
Tras varios detalles de la trama que podrían parecer insignificantes, podemos notar cómo la relación de la pareja se ha visto influenciada enormemente por el comportamiento quisquilloso de Michael desde hace mucho tiempo, o más bien, desde el primer día. En una de las primeras escenas, por ejemplo, a Michael le parece que la sopa de Christina está insípida y no tan sabrosa como la que su madre suele hacer. Después de un tiempo, nos damos cuenta de que probablemente no hubiese ningún problema con su plato después de todo, ya que Christina asegura haber seguido la receta de su suegra al dedillo.
Al siempre exigirle que dé más de sí misma y menospreciarla, Michael consigue ejercer una gran presión sobre su mujer, manteniéndola bajo control y oprimiendo cualquier deseo de independencia que se le pueda ocurrir. Así, Valeria is Getting Married se convierte gradualmente en una especie de psicodrama del gato y el ratón, donde al parecer, nadie tiene la intención de asumir su auténtico yo y nadie entiende cómo conseguir la libertad o cualquier forma de realización. Y la variación del grado de desesperación visible y egocentrismo juegan un papel importantísimo para exacerbar las cosas.
La acelerada narrativa de 76 minutos se ve enriquecida por la presencia bien equilibrada de la partitura de Daphna Keenan, dominada por violines e incorporando temas más melancólicos y violentos conforme sube la tensión. (Davide Abbatescianni – CinEuropa.org)
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