Etiqueta: Robots

  • Companion (Drew Hancock – 2025)

    Companion (Drew Hancock – 2025)

    En Companion Iris y Josh se enamoran a primera vista y viajan a una casa aislada en el lago para encontrarse con amigos de él. La muerte de un multimillonario desencadena una serie de acontecimientos para Iris.

    • IMDb Rating: 7,2
    • RottenTomatoes: 89%

    Película / Subtítulos (Calidad 1080p)

     

    No quieres leer esta crítica de Companion. Confía en nosotros.

    Solo lo decimos porque la película del guionista y director Drew Hancock depende de más de un secreto, y aunque el tráiler del filme más o menos revela uno importante, no queremos estropeártelos todavía. (Sin embargo, es perfectamente seguro ver el adelanto que dejamos arriba). Lo que sí podemos decir, sin miedo a enfurecer a quienes quieren experimentar la película a medida que se desarrolla, es que todo comienza con la premisa más básica imaginable: Chico conoce a chica.

    Ella es Iris (Sophie Thatcher), simplemente una romántica solitaria en busca de amor y, ya que está en el supermercado, de fruta fresca. Él es Josh (Jack Quaid, de The Boys), un adorable despistado que también está deambulando por la sección de abarrotes. Sus miradas se cruzan. La conexión es instantánea. Él está tan nervioso que derriba un cartón de duraznos. Los encuentros casuales no pueden ser más tiernos que este. Si tienes suerte, dice Iris en una ensoñadora voz en off, sientes esos momentos trascendentales de felicidad y propósito solo una vez en la vida. Señala que ella los ha experimentado dos veces. La primera fue cuando conoció a Josh. La segunda fue cuando lo mató.

    No, ese no es el gran “¡wow!”, pero ya en los primeros cinco minutos, Hancock disfruta las oportunidades de jugarnos una mala pasada. Incluso la fuente rosa estilo Barbie del título de Companion es un engaño. Avanzamos rápidamente hasta lo que parecen ser varios meses dentro de la relación de Iris y Josh, con la pareja dirigiéndose a un fin de semana con los amigos de él. Aparentemente, la vieja amiga universitaria de Josh, Kat (Megan Suri), está saliendo con Sergei (Rupert Friend), un multimillonario ruso mayor que tiene una “cabaña en el bosque” que en realidad es más bien una enorme mansión equipada en medio de la nada. La pareja se reunirá con ellos, junto con Eli (Harvey Guillén, de What We Do in the Shadows) y su atractivo novio, Patrick (Lukas Gage), para una escapada de lujo. Iris, hay que admitirlo, está un poco nerviosa. Puede notar que Kat no la quiere. Y el hecho de que Sergei la mire abiertamente con lascivia no ayuda.

    Aun así, Iris haría cualquier cosa por Josh, así que trata de dejarse llevar por la situación, incluso cuando el ambiente es hostil o extraño. Una cosa lleva a la otra y, como suele ocurrir en este tipo de reuniones hedonistas entre amigos de toda la vida, alguien termina con una navaja clavada en el cuello. Aquí es donde las cosas empiezan a ponerse un poco complicadas en cuanto a lo que podemos y no podemos decir sobre Companion, así que si eres alérgico a los grandes spoilers, nos vemos más tarde. ¡Corre! ¡Huye! ¡Hacia las colinas, gente!

    Así que: cuando Iris se acerca a Josh, cubierta de sangre y en pánico, su novio le dice tres simples palabras para calmarla: “Ve a dormir”. Y, efectivamente, ella se apaga. Literalmente. Porque Iris es un robot, o más específicamente, es como si Apple hubiera diseñado androides para el romance, una especie de iSoulmate, completa con una aplicación de comando que permite a Josh controlarla desde su teléfono inteligente. Además, ha comprado un “mod” del mercado negro en una memoria USB que le permite a Iris eludir cualquier restricción que su empresa creadora haya instalado. Como, por ejemplo, su incapacidad para dañar a los seres humanos. De ahí, toda esa sangre.

    Todo esto es parte de un plan mayor que Josh y compañía están tramando, y a partir de aquí, Hancock empieza a mezclar otros géneros en la historia: thrillers de atracos, películas slasher, comedias absurdas al estilo screwball, ciencia ficción tipo Westworld que pone el “AI” en paranoia, y una sátira social muy (pero muy) exagerada. Pero es esa mezcla inicial de romance celestial y terror lo que impulsa Companion, incluso cuando las cosas comienzan a tambalearse un poco en el último acto. La inteligencia puede llevarte lejos, pero no lo suficiente si la historia amenaza con convertirse en un episodio extendido de Black Mirror que se estira hasta casi romperse.

    Aun así, el cineasta deja muchas pistas ocultas, del tipo que recompensa un segundo visionado. Y después de haber demostrado su talento en el cine de terror con Heretic el año pasado, Thatcher hace gran parte del trabajo pesado aquí, aportando un auténtico sentido de desconcierto, angustia existencial y, finalmente, una especie de justicia divina en su interpretación de Iris. La frase “reina del grito” ha sido, afortunadamente, reivindicada por quienes antes la usaban para menospreciar a las actrices de películas de género, y Thatcher se ha ganado con creces el derecho a llevar la corona junto a las mejores. En su ‘bot’ hay un alma verdaderamente herida. Y como tantos de sus antecesores sintientes, ya sean autómatas antihéroes o cruzados de silicio, Iris logra superar y burlar a sus torturadores de carne y hueso. En algún lugar, Brigitte Helm sonríe con orgullo y piensa: “¡Tú puedes, hermana!”

    Lo que le da a esta creación pulp un sabor tan delicioso y un mordisco duradero no es solo la demolición de los clichés románticos cimentados en el cine durante décadas, ni las críticas fáciles a la dependencia extrema de la sociedad en la tecnología. Es la forma en que te hace cuestionar repentinamente toda la idea de encontrar a tu alma gemela si, dadas las circunstancias, simplemente puedes comprarla y pagarla a plazos.

    No es una idea nueva, claro está, y aquí puedes insertar tu propia crítica al capitalismo tardío. Pero incluso cuando Companion solo quiere entretenerte, la película sigue incomodándote con la idea de externalizar uno de los últimos vestigios genuinos de la humanidad al Complejo Industrial de los Tech Bros. Parafraseando una famosa frase de película: Amar significa nunca tener que decir lo siento… si de vez en cuando puedes presionar el botón de reinicio. (David Fear – EsRollingStone.com)

     

  • Wallace & Gromit: Vengeance Most Fowl (Nick Park y Merlin Crossingham – 2024)

    Wallace & Gromit: Vengeance Most Fowl (Nick Park y Merlin Crossingham – 2024)

    En Wallace & Gromit: Vengeance Most Fowl Gromit está preocupado por el hecho de que Wallace se haya vuelto demasiado dependiente de sus inventos, lo que resulta justificado cuando Wallace inventa un «gnomo inteligente» que parece desarrollar una mente propia. A medida que los acontecimientos se descontrolan, Gromit tiene que dejar de lado sus reparos y luchar contra fuerzas siniestras… o Wallace no podrá volver a inventar nunca más.

    Mejor Largometraje Animación en los  Premios Satellite Awards 2024

    • IMDb Rating: 7,6
    • RottenTomatoes: 92%

    Película (Calidad 1080p. La copia contiene subs en varios idiomas, entre ellos el español)

     

    Entre las secuelas inesperadas del cine contemporáneo hay que sumar una nueva: Wallace & Gromit: Vengeance Most Fowl. El nuevo film de Aardman Animations funciona como continuación no del primer largo de la dupla del inventor loco y su fiel perro, estrenado en 2005, sino como secuela de The Wrong Trousers, uno de los primeros cortos de Nick Park y equipo, hecho allá por 1993. Más de treinta años después, regresan Wallace y Gromit pero también uno de sus enemigos más acérrimos: Feathers McGraw, el pingüino criminal que les ha hecho la vida imposible.

    Los films del estudio británico han sido pocos ha lo largo de los 35 años desde que arrancaron con A Grand Day Out with Wallace and Gromit pero, salvo contadísimas excepciones, han sido fantásticos. Conocidos internacionalmente más que nada por la saga Chicken Run, las películas del animador Nick Park y compañía empezaron a popularizarse bastante antes, a partir de esta dupla de queribles vecinos de Yorkshire: un veterano, formal y un poco tontuelo inventor llamado Wallace y su muy inteligente y sagaz perro Gromit. Ambos han vivido todo tipo de aventuras y, en Wallace & Gromit: Vengeance Most Fowl, retoman el contacto con su enemigo con plumas, uno que parecía ya encerrado de por vida en prisión.

    El nuevo film retoma el robo de The Wrong Trousers y muestra, en el tono cine negro clase B que caracteriza a esta saga, al pingüino en cuestión siendo llevado a un zoológico que le funcionará como cárcel. Mucho tiempo después retomamos a un cada vez más alienado Wallace, quien ha generado tantos inventos para manejar su rutina que solo tiene que quedarse sentado y esperar que sus gadgets hagan las cosas por él, desde sacarlo de la cama, a vestirlo, prepararle el desayuno y hasta dárselo en la boca. Gromit, como siempre, mira todo con una mezcla de sorpresa, desconfianza e incomprensión.

    Pero lo que realmente le molesta al perro es un nuevo invento de su patrón, un robot gnomo al que llama Norbot que hace todas las tareas del jardín con una precisa aunque impersonal velocidad. Para Gromit es una tragedia ya que a él le encanta cuidar el jardín. Si a eso se le suman los celos que le produce la atención que Wallace le pone a su gnomo, la cosa empeora. Pero Norbot es un éxito y todos los vecinos del pueblo quieren contratarlo, lo cual puede generar algunos ingresos extra para este hombre siempre corto de dinero y con deudas acumuladas.

    En paralelo, lo que ninguno sabe es que Feathers se ha enterado de la existencia de este gnomo robot y se las arreglará para cambiar sus comandos y hacer que trabaje para él. No solo uno, sino muchos. Así, este ejército de rebeldes gnomos de jardín pondrán la ciudad patas para arriba mientras su nuevo jefe trama un plan para salir de la cárcel y recuperar aquella joya robada décadas atrás y que hoy, se supone, está en manos de la policía más torpe de toda Gran Bretaña.

    Con su característico humor británico, mucho ingenio visual, gags muy graciosos y llenos de detalles, esta nueva entrega de esta saga de animación stop-motion, con muñequitos de plastilina, prueba seguir siendo la mejor carta de Aardman, una que logra ser nostálgica y actual a la vez, algo que está instalado en la propia estética atemporal de la saga. Esa «actualidad» está reforzada por una buena cantidad de efectos digitales que se notan particularmente en las escenas de acción y que no encajan del todo bien con el tono más manual del resto del film. Pero hoy son parte del lenguaje de la animación y resulta imposible, parece, evitarlos.

    Si uno ve los cortos originales se sorprenderá no solo por su costado manual sino por el tempo y el ritmo más pausado de su desarrollo, desde el habla al movimiento de los personajes. Esa actualización del estilo de Aardman, vista también el año pasado con la también largamente demorada y no del todo lograda secuela de Chicken Run, le hace perder algo de la originalidad de sus productos clásicos, pero aún así logran distinguirse —Wallace & Gromit: Vengeance Most Fowl más que Chicken Run: Dawn of the Nugget— de la may0ría de la animación «industrial».

    Y esa relación ambigua con la tecnología es parte de la trama de Wallace & Gromit: Vengeance Most Fowl. Para Gromit, la llegada de los robots abre la posibilidad a la destrucción del trabajo manual y el reemplazo por uno automatizado e impersonal, pero Wallace lo defiende hasta las últimas consecuencias. Tras una serie de aventuras, a la conclusión que llega la película –o, habría que decirlo, el estudio– es que lo mejor pasa por utilizar la tecnología pero siempre bajo el control y el cuidado de los humanos. Y eso, pingüinos más, gnomos menos, es lo que hace hoy Aardman Animations. (Diego Lerer – MicropsiaCine.com)

  • Brian and Charles (Jim Archer – 2022)

    Brian and Charles (Jim Archer – 2022)

    En Brian and Charles, y después de un invierno especialmente duro, Brian entra en una profunda depresión; completamente aislado y sin nadie con quien hablar. Brian hace lo que cualquier persona cuerda haría al enfrentarse a una situación tan melancólica. Construye un robot.

    • IMDb Rating: 6,7
    • RottenTomatoes: 84%

    Película / Subtítulos (Calidad 1080p)

  • I’m Your Man (Maria Schrader – 2021)

    I’m Your Man (Maria Schrader – 2021)

    En I’m Your Man, Alma es una científica que trabaja en el famoso museo Pergamon de Berlín. De cara a obtener fondos para su investigación acepta participar en un estudio fuera de lo normal. Durante tres semanas vivirá con un robot humanoide que está programado para encajar con su personalidad y necesidades. Así es como Alma conoce a Tom , una máquina altamente desarrollada que ha sido creada única y exclusivamente para hacerla feliz.

    Oso de Plata a la Mejor Interpretación Principal en el Festival de Berlín 2021
    Mejor Película y Mejor Directora en los Premios del Cine Alemán 2021

    • IMDb Rating: 7,1
    • RottenTomatoes: 83%

    Película / Subtítulos (Calidad 1080p)

     

    Históricamente el Festival de Berlín ha tenido en su competencia películas comerciales alemanas que se ubicaban ahí para generar visibilidad antes de su estreno local. Con el nuevo equipo de programación daba la impresión que eso ya no sucedería –y que esas películas serían ubicadas en una sección llamada Berlinale Special–, pero evidentemente no es del todo así ya que esta producción de Paramount ha logrado «colarse» en la pelea por el Oso de Oro. De todos modos hay que decir que, para tratarse de un producto de este tipo, es bastante mejor que lo que solía llegar a la competencia en años anteriores.

    Es una historia que, vagamente, se podría definir como de ciencia ficción. Una que imagina qué sucedería si cada persona pudiera tener como pareja a un robot armado en función de sus propios deseos y necesidades. Aquí la protagonista es Alma (Maren Eggert), una científica y profesora que es seleccionada para una prueba con uno de estos prototipos de «robot-pareja»: tendrá que convivir tres semanas con Tom (Dan Stevens), un humanoide «alimentado» con algoritmos que le hacen saber la historia y predecir los deseos y comportamientos de Alma.

    Al principio todo sale mal. Tom falla, su información no parece del todo consistente y a Alma le resulta insoportable tener que pensar en pasarse todo ese tiempo con un humanoide que, pese a su apariencia bastante normal, funciona casi como a control remoto. Pero Alma, que tiene sus propios problemas (con su padre, con un ex), pronto descubre que Tom empieza a ayudarla a lidiar con ellos, a colaborar con algunas necesidades académicas, a servirle de apoyo y hasta, de a poco, logra aparecer entre ellos algunas señales de intimidad. Para Alma es una solución y un problema a la vez. ¿Será que este asunto de los robots funciona?

    I’m Your Man, dentro de su formato convencional de comedia dramática con toques sci-fi, logra lidiar de manera bastante inteligente con problemas que son actuales y cotidianos. Más allá de que este tipo de robot no esté todavía disponible (o al menos eso supongo), la idea de una sociedad basada en algoritmos destinados para satisfacer las supuestas necesidades y deseos de las personas ya existe en la vida actual y es un tema con el que lidiamos todos los días. Con Tom, Alma se encuentra con la aparente respuesta a sus problemas, especialmente en lo que respecta a un mundo externo brutal y bruscamente humano en el que nadie parece tener tiempo ni atención para los otros. Es perfecto, claro, ¿pero es eso lo que realmente quiere?

    La película plantea sus problemas directamente, sin demasiadas sutilezas, pero encuentra las suficientes complicaciones dramáticas como para ponerlos en juego de manera creativa. Tom está pensado de una forma inteligente también: parece un humano en casi todos sus detalles aunque hay algo, sutil, que deja entrever su condición de robot. En ese sentido no es tan distinto a los algoritmos con los que nos topamos todos los días de nuestras vidas y que, seguramente, nos ayudan a «resolver problemas» y nos evitan parte del caos del mundo real. Pero, ¿es eso lo que realmente queremos? (Diego Lerer – MicropsiaCine.com)

  • The Iron Giant (Brad Bird – 1999)

    The Iron Giant (Brad Bird – 1999)

    The Iron Giant transcurre en 1957. En la pequeña localidad de Rockwell, alguien ha visto cómo un enorme hombre metálico caía al mar. Un imaginativo niño descubre que se trata de un robot gigante, cuyo apetito de metal es insaciable. Entre ambos nace una fuerte amistad, pero el gobierno envía a un agente para investigar los hechos. El niño esconde a su nuevo compañero en la chatarrería de un amigo. Pero los habitantes del pueblo comienzan a sentirse aterrados porque creen que es una nueva amenaza en plena Guerra Fría.

    Mejor Película Animada y Mejor Director (Premios Annie 1999)

    Mejor Largometraje de Animación (Asociación de Críticos de Los Ángeles 1999)

    • IMDB Rating: 8,0
    • Rottentomatoes: 96%

    Película / Subtítulos (Calidad 1080p)

     

    Tú eliges quién quieres ser.

    Volvemos en Blogdecine con la sección de “críticas a la carta“, donde como sabéis comentamos las películas que vosotros elegís. La de hoy es particularmente interesante porque supuso el debut en el largometraje del estadounidense Brad Bird, ganador del Oscar por sus dos siguientes trabajos, ambos para el estudio Pixar, ‘Los increíbles’ (‘The Incredibles’) y ‘Ratatouille’, su mejor película hasta la fecha. Bird quiso entonces probar suerte con el cine de acción real, y puso en marcha un épico proyecto titulado ‘1906’; viendo que la pre-producción se alargaba demasiado, el cineasta aceptó encargarse de la puesta en escena de la superproducción ‘Misión: Imposible – Protocolo fantasma’ (‘Mission: Impossible – Ghot Protocol’), que resultó un éxito de público y crítica. Se estrenó el año pasado, doce años después de que llegara a los cines su ópera prima, The Iron Giant, en la que ya destacaba su extraordinario talento para contar historias.

    The Iron Giant es la adaptación a la gran pantalla de un relato infantil escrito por Ted Hughes titulado ‘El hombre de hierro’ (‘The Iron Man’, 1968); Tim McCanlies y Bird se encargaron del guion. La película nos traslada a 1957 y lo primero que vemos (tras el logo de la Warner de los años cincuenta) es el Spotnik 1, el satélite artificial puesto en órbita por los soviéticos que dio comienzo a la carrera espacial. La película refleja la tensión de la guerra fría, el temor de los norteamericanos hacia los inventos de los comunistas y la posibilidad de un conflicto nuclear (el disparatado vídeo educativo que proyectan a los niños es una copia del auténtico ‘Duck and Cover’). Con este miedo irracional hacia todo lo extranjero como telón de fondo, llega a la Tierra, y en concreto a territorio estadounidense (como siempre), una criatura del espacio exterior. Algo gigantesco contra lo que choca un pequeño barco que se rompe en pedazos. Su propietario, un viejo pescador, cuenta a todo el mundo lo que vio, una especie de nave, posiblemente un invasor de Marte, pero nadie se toma en serio sus palabras, claro, que consideran fruto de una borrachera. Excepto un chico, que sueña con ver a un auténtico marciano.

    Una vez presentado al monstruo, en una excelente secuencia donde ya queda claro que Bird pretende rendir con su película un sincero homenaje los clásicos de terror y ciencia-ficción (la tormenta, la misteriosa criatura), toca conocer al niño protagonista. Hogarth Hughes es el típico chico imaginativo y aventurero, cautivado con las historias fantásticas y terroríficas que lee en los cómics y ve en la televisión (hay un guiño a ‘Friend Without a Face’), que vive con su madre, una joven viuda, en uno de esos pequeños pueblos tranquilos donde nunca pasa nada… hasta que empieza la película. Una noche que se queda solo en casa, Hogarth sigue un enigmático rastro de destrucción que lo lleva a cruzar el bosque hasta llegar a una subestación eléctrica. Allí es donde su sueño se hace realidad. Hogarth encuentra la cosa que cayó del cielo, un robot gigante. “¡Soy el niño más afortunado de toda América!”, exclama entusiasmado tras descubrir que el extraterrestre es amigable y le hace caso, como si de una colosal mascota se tratase.

    Pero la ingenuidad y bondad del niño contrasta con el pánico a lo desconocido y la violencia de los adultos, que ven el robot como una amenaza. A grandes rasgos, el personaje de Hogarth y su aventura guarda bastante similitud con Elliott y su encuentro con el alienígena de ‘E.T.’ (1982), funcionando en cierta manera como un precedente de ‘Super 8’ (2011). Al volver a ver ‘El gigante de hierro’ me ha sorprendido encontrar situaciones (los destrozos que causa el gigante, la pieza que busca a su dueño, el choque del tren) que recuerdan al film de J.J. Abrams, por cierto, inferior a los trabajos de Spielberg y Bird, narradores con mayor talento, a los que no se les nota que fuercen nada en su intento por asombrar y conmover al público, capaces de hacer creíble una historia fantástica de manera prodigiosamente sencilla. En cuanto a la figura y el comportamiento del gigante mecánico, son evidentes las referencias a ‘Frankenstein’ (1931), ‘King Kong’ (1933), ‘Ultimátum a la Tierra’ (‘The Day the Earth Stood Still’, 1951) y ‘La guerra de los mundos’ (‘The War of the Worlds’, 1953).

    Un detalle muy interesante del guion que no queda revelado del todo, o al menos no de una forma evidente, es el propósito del viaje a la Tierra de este entrañable “transformer”, una información que se mantiene oculta incluso para el propio robot gracias a una oportuna pérdida de memoria. ¿Por qué llega a nuestro planeta? La clave parece estar en el último tercio de la película, cuando de pronto se arregla la abolladura de la cabeza y se convierte en un arma imparable. Llegó para destruir. Esto lo convertiría en una especie de descendiente de Gort, que viene a castigar a la humanidad por desoír el ultimátum y lanzarse a la conquista del espacio mientras aumentan las armas nucleares. Menos mal que Hogarth le habla de Superman y le muestra el indeseable efecto de las armas. Un detalle anecdótico, en la versión del film en inglés, Vin Diesel presta su voz al robot (sin duda la mejor interpretación de su carrera). Jennifer Aniston, Harry Connick Jr., Christopher McDonald, M. Emmet Walsh y John Mahoney también participan en el doblaje original.

    Deliciosamente enriquecida con multitud de referencias culturales, destacando, claro, las cinematográficas (el póster de ‘Planeta prohibido’, el recuerdo a ‘Bambi’…), The Iron Giant es una aventura de fantasía cargada de nostalgia que cumple con todos los requisitos para ser considerada un clásico moderno. Narrada con elegancia y estilo, visualmente impecable (afortunada simbiosis entre animación tradicional y moderna), muy divertida, con un humor infantil que no llega a resultar tontorrón, apuntes críticos muy afortunados que la convierten en un producto ideal para las escuelas, inteligente al no caer en la cursilería habitual del cine para niños, y brillante en cuanto a la progresión dramática, culminando en un emocionante tramo final que eriza la piel (la despedida final es antológica). En definitiva, es una gozada, una hermosa película para todos los públicos. Curiosamente, no funcionó muy bien en taquilla pero con el tiempo ha ido ganando seguidores gracias al mercado doméstico. Al parecer, solo puede comprarse actualmente en DVD, esperemos que pronto salga una edición en Blu-ray que haga justicia a esta joya animada. (Juan Luis Caviaro – espinof.com)

  • The Whispering Star (Sion Sono – 2015)

    The Whispering Star (Sion Sono – 2015)

    En The Whispering Star, Yoko es una especie de repartidor interestelar de UPS. Su trabajo es simple: debe hacer entrega de paquetes y correspondencia a los seres humanos esparcidos por diversos planetas. Pero con tanto tiempo libre entre las entregas, Yoko comienza a preguntarse qué hay en esos paquetes.

    Mejor Película Asiática en el Festival de Cine de Toronto 2015

    • IMDb Rating: 6,3
    • FilmAffinity: 6,3

    Película / Subtítulos (Calidad 1080)

     

    Un futuro distópico distante varado en su pasado. Ciencia ficción. Blanco. Negro. Un androide se dedica a entregar paquetes a los distintos humanos que aun habitan el cosmos. Sion Sono (Why Don’t you Play in Hell?) a los mandos de todo esto. Una nave con el estilo de una casa tradicional japonesa surca un universo pintado de estrellas pero tejido de recuerdos y ecos, recuerdos de ecos y ecos de recuerdos. Maravillosos juegos de lentes, luces y sonidos crean mundos fantasmagóricos habitados por el fantasma de lo ocurrido el 11 de marzo de 2011 en Fukushima, Japón. Los mares callan. La entrega de paquetes no cesa. Los días pasan en una sempiterna rutina. Lunes, martes, miércoles… todos duran lo mismo, 24 horas, pero hay días que se hacen muy cortos y días que se hacen muy largos. La relatividad en la percepción del tiempo hace acto de presencia. Pantalla en negro, la película termina. Una de las mayores reflexiones sobre el recuerdo de la historia del cine ha teñido lugar. Queda la duda de si, como los haikus, a menor extensión, mayor impacto. Pero, también, The Whispering Star dice y es mucho más de lo que parece a primera vista. Como los haikus. (Carlos Cañas – ElAntepenúltimoMohicano.com)

    The Whispering Star es otra película más de Sion Sono, un film de ciencia ficción rodado en color sepia que ya se pudo ver en el Festival de Toronto y en el Festival de Roma. Cualquier cosa que venga de su director ya es digna de mención, pero este nuevo trabajo despierta mi curiosidad por ser de ciencia ficción y por su curioso tratamiento visual.

    The Whispering Star trata sobre un robot mujer llamada Yoko que se dedica a repartir paquetes por la galaxia. Su trabajo es entregar paquetes a los seres humanos por diversos planetas. Pero con tanto tiempo libre entre entregas, Yoko empieza a preguntarse que es lo que contienen los paquetes y que es lo que significa ser humano.

    Hiso Hiso Boshi, su título original, está protagonizado por Megumi Kagurazaka, que es la mujer del director. Sono no para, tras haber visto en Sitges el año pasado tres películas rodadas el mismo año, sin que ninguna de ellas acabara de convencerme del todo, aun está pendiente de ver Shinjuku Swan, también del año pasado, y ahora nos encontramos con este nuevo film para este año, este hombre no para, veremos si al menos consigue convencernos un poco más.

  • Robot & Frank (Jake Schreier – 2012)

    Robot & Frank (Jake Schreier – 2012)

    En un futuro no muy lejano, la integración de los robots en la vida humana hará posible que surjan androides programados para cuidar personas mayores. Esa es la solución que encuentran Hunter y Madison para su anciano padre Frank, cuyas pérdidas de memoria son cada vez más frecuentes.

    Premio del Público (Festival de Sitges 2012)

    • IMDB Rating: 7,1
    • Rottentomatoes: 86%

    Película / Subtítulo

    A partir del relato Los superjuguetes duran todo el verano de Brian Aldiss, Steven Spielberg, en la profundamente maltratada e incomprendida A.I. Inteligencia Artificial (2001), ahondó en la insoportable levedad de ser una identidad sintética en un futuro poblado por una humanidad necesitada de prótesis emocionales. Robot & Frank, primer largometraje de Jake Schreier, no adopta un tono tan oscuro y problemático como la película de Spielberg y tampoco facilita acceso a la vida interior de su robótico coprotagonista —que no está programado para sentir, ni, por tanto, para sufrir—, pero su descripción de un futuro a la vuelta de la esquina, donde las máquinas suplen las carencias afectivas humanas, parece el esbozo, más o menos amable, de la distopía propuesta en A.I.

    Robot & Frank recuerda el tono de esa ciencia ficción humanista que con tanta elegancia practicó Ray Bradbury y que Rod Serling supo canalizar tan bien en series como The Twilight Zone. Frank (Frank Langella) es un anciano víctima del alzheimer al que uno de sus hijos (James Mardsen) regala un mayordomo androide para que vele por él. El punto de partida se guarda varios secretos en la recámara que el guion del también debutante Christopher D. Ford va desvelando con un estratégico sentido de la progresión dramática. El primero de esos secretos tiene que ver con la identidad profesional del anciano y transforma la película en un irresistible thriller en miniatura. El último secreto, quizá discutible en su mecánica, acaba intensificando la potencia dramática del desenlace.

    En Robot & Frank Schreier maneja su delicado material con inteligencia y humor —sensacional el diálogo entre robots en la fiesta—, aunque no siempre controla el tono de sus apuntes satíricos: el retrato de la hija concienciada es extraordinario, pero la mirada sobre el entorno snob de Los Ángeles sucumbe al trazo grueso.